El 'efecto Errejón': cómo puede afectar a la izquierda una lista de Más Madrid el 10N

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Desde que hace unos días se confirmó que la falta de acuerdo entre los partidos conducirá a España a una repetición de las elecciones generales en noviembre, un nombre ha acaparado buena parte de los focos: el de Íñigo Errejón. La posibilidad de que Más Madrid, la fuerza que lidera, concurra a los comicios es por ahora solo eso, una hipótesis, pero ha conseguido atraer la atención mediática por sus eventuales consecuencias en el bloque progresista. Unos efectos que, según los expertos consultados por infoLibre, podrían ir más allá de un ligero cambio en el reparto de fuerzas y terminarían influyendo en el discurso de campaña de PSOE y Unidas Podemos y, a largo plazo, en todo el bloque progresista.

Las elecciones ni siquiera estarán formalmente convocadas hasta el próximo martes, día 24, y posteriormente los partidos tendrán unos días para presentar sus candidaturas. Durante ese tiempo, Errejón y el núcleo dirigente de Más Madrid tendrán que terminar de decidir si se presentan o no a las generales, un debate que se ha abierto en la formación en las últimas semanas y en el que, al menos por el momento, la balanza se inclina hacia la opción de concurrir. Lo único que parece claro es que, de decidirse, el partido solo presentaría lista en Madrid, una candidatura para la que la primera opción que se ha barajado para encabezarla ha sido la de la exalcaldesa Manuela Carmena.

No obstante, la antigua regidora ya ha descartado públicamente que tenga intención de aceptar el reto, y si no cambia de opinión, eso abre el primer interrogante para una candidatura de Más Madrid: el nombre que la encabezará. Aunque para Lluís Orriols, profesor de Ciencia Política en la Universidad Carlos III de Madrid, la disyuntiva está clara: si Carmena dice que no, la única alternativa con opciones de obtener un buen resultado por parte de una formación que está en plena construcción y que no tiene ningún otro referente conocido es el propio Errejón. "Si vas a presentarte en noviembre tienes que poner todos tus activos encima de la mesa, porque ir a medias" y obtener un mal resultado "puede terminar siendo dañino para la marca del partido y para el propio Errejón".

Pero, si finalmente la candidatura de Más Madrid terminase siendo una realidad en la circunscripción madrileña, Orriols considera que tendría serias opciones de conseguir un buen resultado. "La desafección y el descontento facilitarían la entrada de Errejón", considera el experto. Y con él coincide José Fernández Albertos, politólogo e investigador del CSIC, que considera que Más Madrid podría "atraer a gente cabreada con PSOE y Unidas Podemos" que de otra forma se abstendría, y asevera que "obtendría más apoyos de Unidas Podemos que del PSOE, pero podría quitar al PSOE más votos que cualquier otra opción". Incluidos los de "algunos desencantados con los socialistas que votaron a Podemos y que, después, volvieron al PSOE".

La incógnita de la movilización

La encuesta de Invymark que publicó La Sexta hace unos días ofrece datos que acompañan esta hipótesis. Según ese barómetro, un 40,8% de los encuestados valoraría positivamente la candidatura de Errejón en las generales, y Más Madrid era visto con buenos ojos en votantes de los dos principales partidos de la izquierda. Un 50,3% de los encuestados que votaron a Unidas Podemos en las anteriores elecciones aseguraron que se plantearían votar esa lista el 10N, mientras que en el caso del PSOE eran el 33,9% de sus votantes quienes se mostraban abiertos a elegir la papeleta de Errejón.

No obstante, Albertos alerta de que no es tan fácil predecir cómo podría comportarse el votante progresista en una situación de desencanto como la actual con la emergencia de un nuevo actor en el bloque de las izquierdas. "El capital político de Más Madrid sería, básicamente, que puede pactar casi lo que sea, lo que supone un reconocimiento del escenario multipartidista", explica el politólogo, que no obstante plantea que la formación "podría movilizar voto progresista o desmovilizarlo". "Si se presentaran solo en Madrid, no sabemos cómo los electores de otras provincias van a responder a la existencia de un partido que va a hablar en clave nacional" pero al que no podrían votar porque se presentaría solo por una circunscripción, plantea Albertos, que se pregunta qué harían "esos votantes a los que les gustase su discurso pero no pueden votarlo por no residir en Madrid".

Sin embargo, lo que sí tiene claro el politólogo es que la candidatura de Más Madrid revolucionaría la campaña en el campo progresista. "Tanto al PSOE como a Unidas Podemos se les complicaría el mensaje a trasladar", explica el experto. Los socialistas, "que ahora están buscando al votante desencantado con Ciudadanos e intentan presentar a Unidas Podemos como un partido irresponsable y con el que no se puede pactar, no pueden usar ese mismo argumento con Más Madrid" porque la formación de Errejón no se ha visto involucrada en la negociación fallida de los últimos meses. Y la formación morada "vería cómo aparece una opción competidora a la izquierda del PSOE, pero sin las mochilas y los errores que acarrea Pablo Iglesias, que no es un líder especialmente bien valorado ni siquiera en su espacio".

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"A largo plazo", plantea además Orriols, "la irrupción de Más Madrid en el escenario nacional" –especialmente si se extendiera a toda España en el futuro– "provocaría movimientos en el resto de partidos". "Unidas Podemos es un socio incómodo para el PSOE a la hora de gobernar, pero es muy cómodo para competir con él en las elecciones, porque ya no le perjudica en el espacio del centroizquierda", explica el politólogo, que señala que, por el contrario, "con Más Madrid le ocurriría lo contrario: le sería más cómodo para gobernar, pero más dañino en las urnas".

"La entrada de Más Madrid, a largo plazo, podría preocupar al PSOE porque supondría un nuevo competidor en el flanco del centroizquierda, y podría arrinconar a Unidas Podemos" en el espacio electoral más a la izquierda, resume Orriols. Y eso implica volver a abrir un periodo de "inestabilidad" en el bloque progresista que rompería el proceso de "consolidación de los electorados" de PSOE y Unidas Podemos que se había producido a raíz de la llegada de Sánchez a la Moncloa. Aunque esa inestabilidad, recuerda por su parte Albertos, no sería aritmética –previsiblemente, las tres fuerzas de izquierdas podrían conseguir escaños por Madrid el 10N, por lo que no se perderían votos– ni tendría por qué "aumentar el bloqueo", dado que la entrada de una nueva fuerza con un discurso pactista al Congreso "abre el abanico" de posibles acuerdos.

En cualquier caso, de momento la candidatura de Más Madrid a las elecciones generales es solo un futurible, aunque PSOE y Unidas Podemos ya han empezado a tomar posiciones por si se convierte en un hecho y ambos han utilizado la figura de Errejón para atacar al otro. El líder socialista, Pedro Sánchez, elogió el jueves "las diferencias muy notables entre la estrategia y cómo entiende la política Errejón y cómo lo hace Iglesias". Y precisamente su homólogo morado aseguró el viernes que "a nadie le extraña" que Sánchez se sienta "más cercano" a Errejón porque "Más Madrid le daría los votos gratis y los 3,7 millones de votos de Unidas Podemos no se dan gratis".

Desde que hace unos días se confirmó que la falta de acuerdo entre los partidos conducirá a España a una repetición de las elecciones generales en noviembre, un nombre ha acaparado buena parte de los focos: el de Íñigo Errejón. La posibilidad de que Más Madrid, la fuerza que lidera, concurra a los comicios es por ahora solo eso, una hipótesis, pero ha conseguido atraer la atención mediática por sus eventuales consecuencias en el bloque progresista. Unos efectos que, según los expertos consultados por infoLibre, podrían ir más allá de un ligero cambio en el reparto de fuerzas y terminarían influyendo en el discurso de campaña de PSOE y Unidas Podemos y, a largo plazo, en todo el bloque progresista.

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