España, a las urnas. 37,6 millones de ciudadanos eligen este domingo a las nuevas Cortes. Unos comicios adelantados en los que se decidirá el rumbo de un país y cuyas consecuencias serán trascendentales. Pedro Sánchez (PSOE) y Alberto Núñez Feijóo (PP) son los dos candidatos con posibilidades de habitar La Moncloa. Estas son las claves de unas elecciones históricas:
La suma de los bloques
El 23J es una elección por partidos, pero la victoria final será de bloques. El PP va por delante en todas las encuestas, pero por debajo de la mayoría absoluta (176) en casi todos los sondeos. Por lo tanto, necesitaría llegar a esta cifra con Vox. PSOE y Sumar creen que es posible la remontada y se ven en subida desde el debate en RTVE, sosteniendo que pueden llegar a superar a las derechas si aglutinan al resto del arco parlamentario.
Por eso, en estos momentos todos los partidos están en vilo por la llamada batalla del último escaño, que será decisiva para el cómputo total. Será crucial la lucha entre Sumar y Vox por la tercera posición. Además, según un estudio de los diferentes sondeos, 11 provincias pueden ser cruciales por el voto útil de la izquierda para frenar al bloque de PP y Vox. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha volcado en los últimos días en mítines donde puede arañar escaños como Lugo, Huesca y Guipúzcoa que marquen el resultado final.
Dos modelos: la ultraderecha puede gobernar por primera vez desde Franco
Los dos bloques se presentan como dos modelos distintos de entender el país. El PSOE y Sumar proclaman constantemente que volverán a formar una coalición si dan los números y el entendimiento es total entre Pedro Sánchez y Yolanda Diaz. Además, los dos apuestan por una nueva etapa de un Ejecutivo conjunto con menos ruido como se comprobó durante el debate de RTVE.
Alberto Núñez Feijóo afirma que quiere una mayoría holgada para gobernar en solitario, pero los número no dan. Lleva días metiendo presión para una posible abstención del PSOE e, incluso, ofreció un contrato a Sánchez para dejar gobernar a la lista más votada. Pero los socialistas rechazan esa posibilidad y defienden el sistema parlamentario, además de criticar que el PP luego ha hecho lo contrario en lugares como Canarias y Extremadura. En el otro lado, Santiago Abascal exige entrar en el Gobierno junto al Partido Popular si es necesario. Esto supondría que por primera vez la ultraderecha puede estar en el Ejecutivo central desde que acabó la dictadura franquista.
La participación, las mujeres y los indecisos, claves
Durante los últimos días, los partidos se están fijando en los factores de la participación y de los indecisos. La izquierda trata de movilizar durante estas horas a los electores progresistas para que vayan a las urnas y dar la vuelta a las encuestas después del bajón del 28 de mayo. Sánchez y Díaz están convencidos de que una participación masiva les servirá para frenar a las derechas.
El otro punto en el que todos coinciden es en que será fundamental el voto de los indecisos, que rondan el 15%, según la última encuesta flash del Centro de Investigaciones Sociológica (CIS). Y en los cuarteles generales señalan que muchos de ellos incluso escogerán su papeleta dentro del propio colegio. Esto hace que el recuento sea vibrante y se extienda la sensación de que hay partido. También la izquierda cree que será especialmente importante el voto de las mujeres (con un porcentaje de indecisión mayor que entre los hombres) y ante el retroceso en derechos que se perfila con las derechas en este sector y en el colectivo LGTBi.
El papel de España en la UE y las relaciones internacionales
Estas elecciones en España se producen en pleno ascenso de la ultraderecha en toda Europa. Finlandia ha pasado recientemente de un gobierno socialdemócrata al de más de derechas de su historia, con ministros de la ultraderecha en carteras clave. En Italia ya gobierna la extrema derecha con Giorgia Meloni, además de en Polonia y Hungría. Todos estos líderes han pedido el apoyo para Abascal. Además, los ultras ya son segundos en las encuestas en Alemania y han ganado en un departamento de Turingia.
España es clave también para el Partido Popular Europeo, que quiere convertirla en su gran espejo y laboratorio, ya que sería el país más grande de la UE dominado por los conservadores. Asimismo, serviría de camino hacia las europeas del año que viene, donde el PPE puede empezar a pactar con la ultraderecha después de años de cordones sanitarios en las instituciones comunitarios.
La izquierda mundial también está muy expectante respeto a las elecciones. España es uno de los puntales de la agenda progresista, con Pedro Sánchez de la mano de líderes como Joe Biden. Asimismo, tiene una senda social compartida con la Alemania de Olaf Scholz y el Portugal de António Costa. La coalición PSOE-Sumar es el único gobierno netamente de izquierdas de la UE en estos momentos. Por lo tanto, el rumbo internacional también depende de lo que elijan los votantes el domingo.
La agenda legislativa
Las elecciones también marcarán las leyes del país. La principal oferta del PP a los ciudadanos es derogar el sanchismo. Entre otras promesas está acabar con normas como la ley de memoria democrática o la ley trans, además de reformar la ley de eutanasia o la de educación.
Vox va incluso más allá y quiere sacar a España del Acuerdo de París sobre el cambio climático. La hoja de ruta ya la están marcando las autonomías y ayuntamientos de la derecha, donde se han eliminado los departamentos de Igualdad (ese Ministerio también desaparecerá según ha prometido el líder popular), se han retirado banderas LGTBi o se están censurando obras de teatro y películas. PSOE y Sumar intentan frenar a las derecha y subrayan que se trata de una elección de modelo democrático y de una decisión entre avanzar o retroceder décadas atrás en derechos sociales.
Mirando a Cataluña y Euskadi
El 23J los resultados en Cataluña serán fundamentales. El PSC espera tener una gran victoria y ver cómo los ciudadanos dan su apoyo a las políticas de Pedro Sánchez para calmar la situación, además esperan que sus diputados sean decisivo para el cómputo general. Asimismo, se espera un dato que evidencie que el independentismo no tiene la fuerza de hace cinco años, cuando llegó el PSOE a La Moncloa.
Un Gobierno del PP y Vox en Madrid puede suponer, según advierten muchos partidos, la vuelta al conflicto catalán. El propio Santiago Abascal dijo que no tienen “ninguna duda” de que la tensión volverá a las calles si Gobiernan porque no va a titubear como Mariano Rajoy. Esto complica los planes de Feijóo de no dar miedo en Cataluña.
Euskadi también es otro de los puntos que concentra el interés, pero especialmente por otra variante: la lucha entre el PNV y Bildu por ser la primera fuerza. Y se trata de la primera gran lucha entre los dos partidos, que tendrá como batalla final las elecciones vascas que se celebrarán el año que viene.
Una campaña de odio, mentiras y bulos
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El resultado servirá también para dilucidar hasta qué punto ha calado una campaña por parte de las derechas, iniciada hace años, basada en el odio hacia Pedro Sánchez y llena de mentiras y bulos. Estos últimos han sido hasta lanzados por cargos públicos sin ningún tipo de pudor, como el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo, que acusó a Teresa Ribera (vicepresidenta de Transición Ecológica) de volar en Falcon, cuando su propio partido sabía que estaba ya en la cumbre de Valladolid.
Además, los últimos días de campaña han estado marcados por la mentira en directo de Núñez Feijóo de que el PP había subido siempre las pensiones conforme al IPC, algo que fue desmentido en directo por la periodista Silvia Intxaurrondo. Y también se enfangó la campaña por parte de los populares al sembrar dudas sobre el voto de Correos, llegando a pedir el líder de la oposición a los carteros que hicieran su trabajo con independencia de lo que dijeran los jefes. Finalmente, el sistema ha sido modélico y se ha batido el récord de voto depositado de esta manera.
También durante la campaña se han visto continuos ataques machistas por parte de la derecha a candidatas de la izquierda. Por ejemplo, Feijóo ironizó que Yolanda Díaz sabe mucho de “maquillaje” y Esteban González Pons (PP) y Carlos Flores (de Vox y condenado por violencia de género) se han negado constantemente a llamar “señora Morant” a la ministra de Ciencia mofándose de ella en los debates.
España, a las urnas. 37,6 millones de ciudadanos eligen este domingo a las nuevas Cortes. Unos comicios adelantados en los que se decidirá el rumbo de un país y cuyas consecuencias serán trascendentales. Pedro Sánchez (PSOE) y Alberto Núñez Feijóo (PP) son los dos candidatos con posibilidades de habitar La Moncloa. Estas son las claves de unas elecciones históricas: