Enrique Santiago: "Lo que está haciendo el PP con el Poder Judicial roza el golpe de Estado”

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Enrique Santiago (Madrid, 1964) está siendo el interlocutor de Unidas Podemos con el ministro de la Presidencia , Félix Bolaños, durante las negociaciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Unas negociaciones que frustró, de nuevo, el PP el pasado jueves. Santiago es secretario general del Partido Comunista y portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Congreso. En su dilatada trayectoria figuran hitos como ser mediador en el proceso de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia. Como jurista ha ejercido, entre otras tareas, la acusación en el caso del asesinato del periodista José Couso en la guerra de Irak.

Parecía que el acuerdo del Consejo General del Poder Judicial ya era inminente…

Nuevamente el Partido Popular ha inventado una excusa, una excusa sumamente antidemocrática como todas las que utiliza. El PP pone como condición para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que se suspenda la democracia y que las mayorías no acuerden las leyes que entiendan convenientes. Esto es muy grave. Esto ya roza el golpe de Estado, es un ataque constante a las instituciones del Estado, a la Constitución y esto exige ya tomar medidas eficaces para evitar que se pueda repetir una situación así, vista la absoluta irresponsabilidad y desprecio a la democracia del PP.

¿Cree que Alberto Núñez Feijóo se ha sentido presionado?

Sin ninguna duda. El editorial, por ejemplo, de El Mundo, es innoble. Es sorprendente que una persona como Feijóo, que pretende representar a un partido de Estado, o que pretende ser presidente del Gobierno, se deje intimidar y achuchar por hordas demagógicas y conservadoras que solo buscan sus intereses económicos y que le piden que no cumplan las reglas básicas reglas del juego democrático. Es más, el artículo 498 del Código Penal señala que cualquier tipo de amenaza o coacción a miembros del Congreso en aras de paralizar la justicia supone una amenaza grave. Esto raya la responsabilidad penal. 

Es sorprendente que una persona como Feijóo se deje intimidar y achuchar por hordas demagógicas

¿Qué plantea usted para evitar un nuevo bloqueo?

Creemos que hay que comenzar a tomar medidas serias.  En primer lugar, pedir la dimisión en bloque de todos los vocales del CGPJ, al menos a los que les quede la más mínima dignidad. El pleno del Congreso del Poder Judicial no puede reunirse sin el quórum establecido en su reglamento por lo que una dimisión de un número importante de magistrados, disolvería en la práctica el Consejo del Poder Judicial. En segundo lugar creemos que es necesario abordar una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial para que si el Partido Popular vuelve a caer en estas tentaciones o continúa en su actitud de secuestro, el Consejo vea reducida sus actividades al mínimo con el fin de evitar la paralización de la Justicia. De esta forma todas las competencias del Consejo que no constan en la Constitución pasarían a estar gestionadas por el ministerio de Justicia como se hace, por ejemplo, en Francia. 

¿Cree que el PP filtró interesadamente algunos nombres de candidatos progresistas con la intención de reventar el acuerdo?

Nosotros hemos manifestado desde el primer momento que el cuestionamiento sobre nombres era otra excusa más del Partido Popular, y por eso hemos dicho que no había que entrar en absoluto en hablar de nombres. Hemos intentado mantener una posición coherente y muy estricta en esto. Desgraciadamente en los últimos tres años hemos comprobado que, cada vez que sale un nombre de un posible candidato o candidata que se atribuye a Unidas Podemos, automáticamente es cuestionado. Como ya lo sabemos y nos parece una vulgar provocación del Partido Popular, hemos pedido que nadie cayera en esa trampa.

Sin embargo, Podemos sí que pone nombres sobre la mesa: insiste en que Vicky Rosell tiene que ser candidata sí o sí. Mientras que, por ejemplo, usted no es tan categórico. ¿Existe una discrepancia interna?

Desde mi punto de vista es un error ponerse a hablar de nombres y priorizar esos nombres al acuerdo. Discrepancia no hay ninguna porque en Unidas Podemos las decisiones se toman por acuerdo de todas sus fuerzas integrantes. Hemos tenido distintas reuniones para valorar esto y nuestros candidatos y candidatas no han variado en ningún momento. Nosotros tenemos un listado hecho para cubrir los distintos puestos y todos estamos de acuerdo.

La discrepancia en el CGPJ llega porque algunos han decidido quitarle la presión al PP y metérnosla internamente

La única discrepancia ha venido porque unos han decidido, de forma muy errónea, quitarle la presión al PP y metérnosla internamente al ponerse a hablar de nombres. Se está dando la impresión de que esto es un problema interno de Unidas Podemos cuando está claro que es un problema generado por el PP y responsabilidad del PP.

Pero lo que plantea Podemos es que o entra Rosell o no hay acuerdo. ¿Veremos al grupo parlamentario votando por separado?

La posición definitiva no está tomada porque todavía no hay una propuesta de acuerdo. El día que eso ocurra tendremos que decidir si se apoya ese acuerdo y en qué términos. Eso todavía no ha ocurrido y prefiero no hablar de hechos futuribles. Dicho esto, no contemplo la posibilidad de que se divida el voto. 

¿Entiende las críticas a Rosell por pasar, directamente, de ser un cargo público a estar en el CGPJ?

La realidad es que el Consejo General del Poder Judicial es un órgano de gestión y de gobierno, no es un órgano jurisdiccional. La independencia de la justicia no depende del CGPJ, depende de que los jueces de este país tengan garantizada la posibilidad de poner sentencias sin presiones y de forma independiente. Aun así, nos parece lícito que las organizaciones judiciales pidan que se hagan esfuerzos para que haya la mínima injerencia política en el Poder Judicial. Estamos abiertos a escuchar estas reivindicaciones y a contribuir, en la medida de lo posible, a facilitarles el trabajo.

Ahora que han pasado unos meses desde su destitución del ministerio, ¿le dolió dejar la secretaría de Estado?

No tengo nada que reprochar a nadie, sino que agradezco haber tenido la oportunidad de hacer cosas que creo que son buenas para toda la sociedad. Yo hago las tareas que tengo que hacer en beneficio de las mayorías sociales de mi país y estaré allí donde se me necesite.

¿Entendió esa decisión?

Yo entiendo todo. Y en esta vida siempre hay que anteponer los intereses del colectivo a los intereses personales. Eso va desde elegir a los vocales del Consejo del Poder Judicial  a ocupar un cargo en el ministerio. La responsabilidad y el deber que tenemos con nuestro pueblo nos obliga a anteponer siempre los intereses colectivos.

La relación entre IU y Podemos es buena. Y creo que es absurdo hacer hincapié en los desencuentros porque siempre nos vamos a tener que encontrar y continuar trabajando juntos

¿En qué punto está actualmente la relación entre IU y Podemos?

La relación es buena. Y creo que es absurdo hacer hincapié en los desencuentros porque siempre nos vamos a tener que encontrar y continuar trabajando juntos.

Lo digo porque, a diferencia del pasado año, no hay ningún dirigente de IU en la 'Uni de otoño' de Podemos...

¿Nadie, nadie? Lo desconocía. Hay que coser un poquito, entonces.

¿Seguirá funcionando la marca Unidas Podemos?

A mí no me preocupa cómo se denomine el espacio político del cambio, pero una premisa básica de cara a las elecciones es que los votantes identifiquen claramente a quién están votando. Eso me parece básico: no generar confusiones en los votantes. Que sepan que somos los mismos que  hemos sacado adelante la reforma laboral, los sistemas de cuidados, las leyes de igualdad, la ampliación de libertades y derechos.

Entiendo que es muy importante el papel de Yolanda Díaz en ese futuro proyecto.

Sí, el papel de Yolanda es trascendental y no cabe ninguna duda de que en este momento tiene el liderazgo de todo ese espacio político, igual que antes lo tuvo Pablo Iglesias. La verdad es que ocupar esa posición es una carga muy pesada, te conviertes en blanco de los medios de comunicación, de los enemigos de los derechos y libertades y creo que toca que todo el mundo le dé el máximo apoyo. Como todo el mundo, Yolanda comete errores y tiene aciertos, eso es humano, pero lo realmente importante es trabajar colectivamente y trabajar para que el espacio de amplíe.

El apoyo del PCE y de IU a Yolanda Díaz es absoluto

¿Y cree que se la está apoyando lo suficiente?

Por lo que a mí toca, el Partido Comunista de España e Izquierda Unida, el apoyo es total y absoluto.

Ahora que menciona a Pablo Iglesias, ¿cree que debería bajar el tono en sus frecuentes apariciones públicas?

Lo he contestado ya antes. Lo que toca es apoyar a quien está el frente que es quien se lleva todos los golpes. Y toca que todos apoyen sin fisuras a Yolanda.

Entrando ahora en materia parlamentaria, usted se ha volcado especialmente con los trabajos que tienen que ver con la ley mordaza. ¿Por qué sigue encallada a estas alturas?

La negociación no está encallada, lo que pasa es que no ha concluido. Pero no es exagerado decir que cada sesión de trabajo avanzamos un poco. Cada día quedan menos acuerdos a los que llegar a acuerdos. En cada reunión salimos con un acuerdo nuevo. Pero esto hay que tejerlo con calma. Los problemas complejos requieren soluciones complejas, paciencia y tranquilidad. Lo que sí que nos preocupa es que el tiempo se va agotando y hay que cerrar este acuerdo ya. Sería una gran derrota de la democracia no haber sido capaces de haber sacado una reforma de la ley de seguridad ciudadana.

La negociación para la reforma de la 'ley mordaza' no está encallada, lo que pasa es que no ha concluido

¿No es una derogación total entonces, no?

No se puede derogar, lo que se trata es de derogar la reforma del PP. Todos los países tienen una norma que regula la convivencia ciudadana y la convivencia en los espacios públicos, eso es lógico. Lo que hemos hablado es de derogar las reformas de recortes de derecho que llevó a cabo el Partido Popular.

Grupos como ERC o EH Bildu no son muy optimistas: ven dificultades en aspectos como las multas por ofender a policías o las pelotas de goma...

Sí, eso es parte de las dificultades, pero yo insisto: ahora mismo tenemos cuatro temas polémicos sin definir, pero hemos cerrado muchos otros ya.

El pasado mes de julio fue reelegido como secretario general del PCE. Lo hizo con el 54% de los votos y ante críticas por el hecho de formar parte del Gobierno. ¿Qué le explica a aquellos que tienen dudas?

Por trabajar en las instituciones no se deja de trabajar en el movimiento obrero. Yo entiendo las dudas en tiempos complejos como los que vivimos con muchas contradicciones, muchas crisis, siempre hay personas que no ven perspectivas. Pero el PCE nunca ha dejado de trabajar en las calles por trabajar en las instituciones y nunca ha dejado de trabajar las instituciones por estar en el movimiento. Es una premisa que no se corresponde con la realidad. En estos momentos nuestro partido tiene dos ministros en activo, pero también tiene una relación muy fluida con las organizaciones sindicales de clase.

¿Le molesta que se siga utilizando comunista como un insulto?

Estamos acostumbrados, es un clásico, es algo permanente en la historia de nuestro partido. Lo utilizan así las clases dominantes, los que nunca dan derechos a los demás, los que solamente anteponen su propio egoísmo y su acumulación de beneficios. Estos sectores siempre señalan como enemigo a los sectores que con mayor capacidad organizativa que cuestionan esos privilegios. Que las derechas o la ultraderecha utilicen el concepto comunista como un insulto, es un motivo orgullo, si lo dijeran trabajadores o trabajadoras, sí que sería para preocuparse.

Si los trabajadores o trabajadoras utilizasen la palabra 'comunista' como un insulto sería para preocuparse

De hecho, se intenta equiparar el comunismo con Putin de manera recurrente.

No deja de ser sorprendente. Putin es un señor nacionalista, conservador y neoliberal, es decir, es de un partido de la derecha y la oposición a Putin en Rusia es el Partido Comunista ruso. Pero creo que ese cuento ya no se lo cree nadie.

Feijóo entierra su imagen de moderación mientras se imponen las tesis de Ayuso sobre el bloqueo del CGPJ

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* Esta entrevista se realizó antes de conocer que el diputado de IU, Miguel Bustamante, había sido denunciado por su mujer por un presunto delito de violencia de género y maltrato en el ámbito familiar. Este diario se ha vuelto a poner en contacto con Enrique Santiago para conocer su reacción, que detalla a continuación.

Tras tener conocimiento de la grave denuncia, Bustamante de inmediato solicitó la suspensión cautelar de militancia tanto de Izquierda Unida como del PCE, procediéndose en ambos casos a darle de baja conforme a las estrictas normas internas que tenemos, tanto en IU como en el PCE.

De la misma manera, se le ha pedido que aporte toda la información de que disponga, incluida la judicial, dado que aún no tiene conocimiento directo de esta última como él mismo ya ha explicado públicamente. Hasta que no concluya la tramitación de la denuncia no podrán adoptarse otras decisiones diferentes a la ya adoptada de baja.

Enrique Santiago (Madrid, 1964) está siendo el interlocutor de Unidas Podemos con el ministro de la Presidencia , Félix Bolaños, durante las negociaciones del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Unas negociaciones que frustró, de nuevo, el PP el pasado jueves. Santiago es secretario general del Partido Comunista y portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Congreso. En su dilatada trayectoria figuran hitos como ser mediador en el proceso de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia. Como jurista ha ejercido, entre otras tareas, la acusación en el caso del asesinato del periodista José Couso en la guerra de Irak.

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