Cada año la fundación española Alternativas y la alemana Friedrich-Ebert-Stiftungr realizan un informe sobre el estado de la Unión Europea. La Fundación Alternativas, creada en 1997, "está comprometida con los principios y valores básicos de la democracia social y su misión se puede resumir en cuatro conceptos fundamentales: cultura democrática, innovación y participación, cohesión social y globalización solidaria", aseguran. Su trabajo se centra en "la promoción del diálogo sobre política económica y social, y sobre política exterior y de seguridad, con énfasis en el contexto europeo e internacional".
En el caso del informe publicado este año, desde Alternativas señalan que la Unión Europea se encuentra ante un periodo de transición tras la crisis originada por la pandemia que, a su modo de entender, ha abierto la puerta a un nuevo paradigma de gobernanza económica en el seno de la Unión, ilustrado en el fondo NextGenerationEU, cuyo potencial tratarán de aprovechar los Estados miembros a través de sus respectivos planes de recuperación, transformación y resiliencia. "La covid-19 ha destapado muy visiblemente la ausencia de una política europea de la salud. La compra unitaria que la Comisión acertadamente hizo de las vacunas ha puesto de manifiesto la eficiencia de una auténtica Europa de la salud. Otra expresión de la relevancia del principio de solidaridad", abundan.
A partir del segundo trimestre de 2020, la Comisión Europea emprendió negociaciones con todas las principales compañías farmacéuticas con proyectos para desarrollar vacunas contra la covid-19: Sanofi-GSK, Johnson & Johnson, Pfizer-BioNTech, AstraZeneca y Moderna. En nombre de los Estados miembros, la Comisión negoció y firmó contratos APA con estas compañías, y compró las dosis necesarias para toda la población de la UE. En el informen destacan que después de las críticas a la opacidad y secretismo de los contratos, la Comisión decidió publicarlos todos, aunque censurados y expurgados. Asimismo, la UE llegó a ir a juicio contra AstraZeneca por incumplir su contrato de suministro.
Desde Alternativas también ponen el foco en la fiscalidad. "Sin una subida progresiva de impuestos —a las mayores rentas y a los mayores beneficiarios corporativos, en especial a las multinacionales tecnológicas— no será posible responder al aumento ya experimentado de la inversión pública, europea y nacional. Tampoco será posible una respuesta duradera a los problemas del estado de bienestar sin la abolición de los vergonzosos paraísos fiscales", señalan.
Asimismo, entre sus propuestas para mejorar la participación de la sociedad civil organizada proponen reducir la edad para votar y ser votado, facilitar los requisitos para ser elegido y el procedimiento de nombramiento. También plantean recortar la duración del marco financiero plurianual a cinco años y hacer que coincida con el ciclo político parlamentario, para que los ciudadanos se impliquen más en esas elecciones e incluso, instaurar instrumentos de democracia directa como, por ejemplo, el referéndum europeo.
Los ciudadanos europeos confian más en la UE que en sus instituciones: 49% frente al 35%
Los resultados de una encuesta a llevada a cabo por el Instituto Cattaneo muestra que los europeos califican con un simple aprobado las acciones de la UE de la economía durante la pandemia de coronavirus. En los diferentes países estudiados, las notas se sitúan entre el 5,1 (Francia, España e Italia) y el 5,3 (Suecia y Alemania); la media europea es de 5,2. El 33% de los encuestados da una nota negativa (de 0 a 4), 19% una nota media (5), y 48% una nota positiva (entre 6 y 10).
Sin embargo, siempre según esta encuesta, se valora mejor la acción de la UE que la de los Gobiernos nacionales, cuya nota media se queda en un 4,8. Italia, Polonia y España son los que se muestran más insatisfechos con sus respectivos Gobiernos. El 50% de los ciudadanos españoles otorgan a su Gobierno una nota negativa (entre 0 y 4); en Polonia, son más del 62%.
El Eurobarómetro Standard 94 (EB94) recoge esta misma tendencia y muestra que 56% de los ciudadanos no están satisfechos con las medidas que sus respectivos Gobiernos han adoptado en la lucha contra el coronavirus frente a un 43% que sí lo está. A modo de comparación, los ciudadanos europeos confían más en la UE que en sus instituciones nacionales, sean Gobiernos o parlamentos. El índice de confianza registrado es de 49% para la UE; el EB94 sitúa en el 36% la confianza depositada en los Gobiernos y en 35% la confianza vis a vis los parlamentos nacionales
Francia, Italia y Suecia, los países con más euroescépticos
En el informe se recoge que el 55% de los encuestados por el Instituto Cattaneo piensa que la pertenencia de su país a la UE es algo positivo frente a un 17% que lo consideran como algo negativo. Los polacos y los españoles son los más entusiastas, con respectivamente un 73% y un 66%. En cambio, el porcentaje de ciudadanos que ven positivamente la pertenencia de su país a la UE no llegan al 50% ni en Francia (44%), ni en Italia (47%) ni en Suecia (48%). Es más, el porcentaje de euroescépticos supera el 20% en los tres países: 25% para Francia, 24% para Italia y 22% para Suecia (22%). Por su parte, el 54% de los ciudadanos alemanes considera que pertenecer a la UE es algo positivo, frente a un 16% que piensa lo contrario.
Según el EBS, la opinión hacia la UE se ha mantenido igual para la mayoría de los ciudadanos (56%). Pero la proporción de ciudadanos cuya opinión hacia la UE se ha vuelto negativa ha aumentado (en 10 puntos hasta el 34%), mientras que la proporción que dice que ha mejorado disminuye (en 7 puntos hasta el 9%).
Sin embargo, según el informe, a pesar de estas variaciones a corto plazo, "la tendencia a más largo plazo desde 2012 sigue siendo positiva": "Específicamente significativo es el fuerte aumento observado entre el otoño de 2019 y el otoño 2020, es decir, durante la primera y más dramática fase de la pandemia".
Los 'frugales' confían en los fondos anticrisis de la UE
Con respecto a los fondos europeos de recuperación Next Generation EU, el sondeo de EB94 avanza que 55% de los europeos piensa que el programa económico será eficaz para hacer frente a las consecuencias económicas de la pandemia. Especialmente llamativo es el caso de los autodenominadnos Estados ‘frugales’, es decir Países Bajos, Austria, Suecia y Dinamarca, a los que se unió Finlandia durante las negociaciones del fondo europeo. En la mayoría de estos países, la confianza en NextGenerationEU es superior al 54%; en Países Bajos y Dinamarca, este índice se sitúa incluso por encima del 60%. En cambio, los ciudadanos finlandeses parecen alinearse con las posturas más conservadoras de su Gobierno.
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Este caso contrasta con el de los ciudadanos españoles, pese a que España ha sido uno de los países más beneficiados económicamente junto a Italia. España solo ocupa la 22.ª posición sobre los 23 Estados miembros que juzgan que NextGenerationEU será eficaz. Los encuestados españoles que responden positivamente siguen, sin embargo, siendo mayoría con un 52%.
Consulta aquí el informe:
Cada año la fundación española Alternativas y la alemana Friedrich-Ebert-Stiftungr realizan un informe sobre el estado de la Unión Europea. La Fundación Alternativas, creada en 1997, "está comprometida con los principios y valores básicos de la democracia social y su misión se puede resumir en cuatro conceptos fundamentales: cultura democrática, innovación y participación, cohesión social y globalización solidaria", aseguran. Su trabajo se centra en "la promoción del diálogo sobre política económica y social, y sobre política exterior y de seguridad, con énfasis en el contexto europeo e internacional".