Las elecciones autonómicas y municipales no despejaron en absoluto el nuevo mapa político español. Instituciones clave como, por ejemplo, la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid, el consistorio de Barcelona o los gobiernos de Castilla y León, Murcia o Aragón están a merced de los pactos entre partidos que puedan producirse.
Una de las principales batallas, por lo relevante de las plazas en juego, es la madrileña. La Comunidad y el Ayuntamiento de la capital son para las formaciones políticas las joyas de la corona. Tienen mayor repercusión, más foco mediático, manejan un alto presupuesto y, además, el factor capitalidad. En estos días, los partidos dan la impresión de estar buscando encauzar acuerdos en Madrid antes de cerrar otros posibles pactos en nuevos territorios. Y cunden los nervios porque los escenarios cambian por horas.
Así, si el domingo a altas horas de la noche parecía que Isabel Díaz Ayuso (PP) iba a ser sin duda la presidenta de la Comunidad de Madrid y José Luis Martínez-Almeida (PP), el próximo alcalde, ya el lunes se empezaron a poner sobre la mesa otras opciones posibles y muchas condiciones.
El escenario ideal para Pablo Casado, que ha visto cómo los resultados en Madrid le han servido para evitar que su liderazgo se ponga en cuestión, es que todo se resuelva con réplicas del bautizado como pacto a la andaluza, el que permitió que Juanma Moreno (PP) fuese investido presidente de la Junta de Andalucía.
Pero el PP no se encuentra ni a Ciudadanos ni a Vox en las mismas circunstancias que cuando negociaron para desplazar al Partido Socialista de la Junta de Andalucía. Ciudadanos, que entró en el Gobierno, ahora pelea duro por hacerse con el liderazgo del centroderecha y da muestras de que no le vale con entrar en los ejecutivos, sino que aspira a liderar algunos. Y Vox parece ahora dispuesto a exigir puestos. O, por lo menos a ser tratado igual que Ciudadanos. En el partido de extrema derecha escuece que Casado hable de Albert Rivera como "socio preferente". Si en Andalucía no hubo foto de PP, Ciudadanos y Vox negociando, Santiago Abascal ahora sí exige que las negociaciones sean a tres bandas.
El acuerdo andaluz como modelo... que ya no sirve a Vox
De momento, al PP se le ha congelado la sonrisa de la noche del 26M, cuando Casado salió a la puerta de Génova a celebrar los resultados en Madrid. Sus dos potenciales socios se lo ponen difícil porque Cs no se quiere sentar con Vox, para no recibir acusaciones de que blanquea a la ultraderecha, y Vox se niega a firmar pactos de "adhesión".
Si bien el contexto político actual no es el mismo que cuando se negoció el Gobierno andaluz, Ciudadanos está siguiendo un patrón similar en dos asuntos: demandar para sí la máxima responsabilidad en algunas instituciones y la negativa a relacionarse con Vox, a que fuera retratado junto al partido de Santiago Abascal.
En Andalucía no tuvieron éxito en su exigencia inicial de que Juan Marín fuese el candidato de la sesión de investidura. Negociaron con el PP un acuerdo para que el propuesto fuese Juanma Moreno. Sí lograron, no obstante, evitar la foto con Vox, aunque los 12 votos del partido ultra sirvieran para que Marta Bosquet (Cs) fuese elegida presidenta del Parlamento y para la investidura.
Cs: "No nos vamos a sentar con Vox"
"Sin negociación, no habrá gobiernos alternativos a la izquierda", ha señalado Santiago Abascal en alusión al partido naranja y poniendo en un aprieto a Casado. "No nos vamos a sentar con Vox a negociar acuerdos de gobiernos. Ni entradas en el gobierno ni pactos de gobierno", respondió el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, este jueves en una entrevista concedida a TVE.
Para Ciudadanos, el PP también es el socio preferente para este proceso que, en el caso de los ayuntamientos, se culmina el 15 de junio. "Lo más lógico es que lleguemos a acuerdos con un partido con el que tengamos acuerdos en común, y lo mas lógico será que negociemos con el PP", dijo Villegas en la misma entrevista cerrándose a la posibilidad de "acuerdos tripartitos".
Tanto PP como Cs se han dedicado esta semana a contactos informales, la mayor parte de las veces por teléfono. Las primeras reuniones tendrán lugar la semana que viene. En el frente PP-Vox ya ha habido alguna conversación entre el secretario general de los conservadores, Teodoro García Egea, e Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de la ultraderecha en el Congreso de los Diputados.
El PP se conjura para evitar "sobreactuaciones" y "meteduras de pata"
En la dirección nacional del PP hay una consigna: evitar las "sobreactuaciones" y las "meteduras de pata". Las fuentes consultadas señalan que Ciudadanos y Vox están ahora en demandas de "máximos", exigencias propias, dicen, de los primeros momentos de una negociación. Y que no hay que perder los nervios porque cualquier paso en falso puede contaminar unas negociaciones que pretenden que avancen la semana que viene.
Para el PP de Casado es prioritario que la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid estén bajo la bandera de su partido, es decir, gobernadas por Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, respectivamente. Pero para eso necesita contar con los votos de Cs y Vox.
A las líneas rojas y cordones sanitarios que se ponen entre Ciudadanos y Vox hay que sumar que el partido naranja esté trasladando la idea de que Begoña Villacís va a ser su candidata al consistorio, un escenario que jalean también los socialistas aireando la posibilidad de apoyar a Villacís en el consistorio a cambio de que Ciudadanos apoye a Ángel Gabilondo (PSOE) como presidente de la Comunidad. Una operación que, no obstante, requeriría también del apoyo de Mas Madrid para que salieran los números si se tiene en cuenta que uno de los objetivos de este pacto sería aislar a Vox y que el PP no apoyaría esta operación.
Con los resultados del pasado 26M, el Ayuntamiento de Madrid pasa a tener 19 concejales de Más Madrid, 15 del Partido Popular, 11 de Ciudadanos, ocho del PSOE y cuatro de Vox. La mayoría absoluta del consistorio está instalada en 29 concejales. Sin en la votación para alcalde nadie logra la mayoría absoluta, pasaría a ser alcaldesa automáticamente Manuela Carmena, como candidata de la lista más votada.
"Intercambios de cromos"
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La opción de un intercambio de cromos Ciudadanos-PSOE, teniendo en cuenta que además necesitaría apoyos de Más Madrid, parece no ser del gusto de la dirección de Ciudadanos. "La política territorial del PSOE está lejos de nuestros postulados", sostuvo en TVE. "No estamos a favor de indultar a los políticos que se encuentran en un juicio [...] y pensamos que la solución en Cataluña no es entregar más competencias", dijo en lo que se interpretó como una forma de enfriar estas opciones pese a que hasta Íñigo Errejón ha ofrecido a PSOE y Cs, en una entrevista concedida a eldiario.es, "un acuerdo para que el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid no dependan de Vox".
Más parece gustar a Ciudadanos una idea que en sectores del PP ven con preocupación: que Villacís sea alcaldesa a cambio de apoyar a Ayuso en la Comunidad y cerrar pactos en otras comunidades y ayuntamientos. Una idea a la que en el PP se cierran en banda asegurando que ninguna de las dos instituciones madrileñas es negociable. "Nuestros candidatos han sido los más votados y nosotros los vamos a presentar a las investiduras. No hay debate sobre esto", dicen tajantes en el PP madrileño.
Villegas no quiso este jueves pronunciarse de forma directa sobre este escenario. Se limitó a decir que Ciudadanos mantiene "la esperanza" de que sus candidatos puedan ser alcaldes de ayuntamientos o presidentes de comunidades autónomas".
Las elecciones autonómicas y municipales no despejaron en absoluto el nuevo mapa político español. Instituciones clave como, por ejemplo, la Comunidad o el Ayuntamiento de Madrid, el consistorio de Barcelona o los gobiernos de Castilla y León, Murcia o Aragón están a merced de los pactos entre partidos que puedan producirse.