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La expectativa de que Puigdemont regrese antes del 21D marca el final de la campaña

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Fernando Varela

El propio Carles Puigdemont puso el martes la cuestión encima de la mesa. Primero por la mañana, cuando en un acto organizado por la agencia autonómica de noticias ACN —que él mismo fundó cuando todavía ejercía el periodismo— aseguró que “a lo mejor vale la pena” ser investido presidente en el Parlament si gana las elecciones y automáticamente ser detenido por las mismas ideas que habrían avalado los catalanes. Después lo hizo en un mitin en Vic (Barcelona) donde —por videoconferencia desde Bruselas— emplazó a los ciudadanos catalanes a darle una “autopista de votos” que le permita volver al Govern, “de donde no nos tendrían que haber echado”. Su aspiración es volver desde Bélgica acompañado de todo el Govern cesado, subrayó. Si los catalanes quieren su restitución, “hay que hacerlo posible, y esto es incompatible con el exilio y la cárcel”.

La posibilidad de que Puigdemont regrese a Cataluña ya no es una simple especulación. Dirigentes del PDeCAT consultados por infoLibre entienden que está obligado a volver si la candidatura de JuntsxCat gana las elecciones y se convierte en aspirante a la Presidencia en una hipotética votación de investidura. De hecho, si las expectativas siguen al alza y se hace evidente la victoria, también está en consideración, según las mismas fuentes, la opción dar un golpe de efecto y hacer que aterrice en Cataluña antes incluso de la votación para dar así un impulso adicional a sus candidaturas, consolidar algunos escaños más y marcar diferencias con los demás partidos. Su más que previsible detención, habiendo sido el ganador de las elecciones, volvería a poner inmediatamente el foco de la atención internacional sobre lo que está pasando en Cataluña.

No obstante, los mismos dirigentes admiten que en la decisión final de Puigdemont también influirán lógicamente los factores "personales", ya que sabe que si regresa a España tiene prácticamente garantizado su ingreso en prisión.

¿Y podría Puigdemont ser investido presidente si vuelve a España y es detenido? Un informe encargado por Esquerra para avalar que ese derecho asiste a su candidato, Oriol Junqueras, parece confirmarlo.

Según Joan Vintró, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona, del análisis de la Ley Electoral, la Ley de Partidos Políticos, la Ley General Penitenciaria, el reglamento del Parlament, la Ley de la Presidencia de la Generalitat y del Govern y sendas sentencias del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (esta última es la que permitió hace años acudir al debate de investidura a un candidato de la izquierda abertzale en prisión preventiva) sólo se puede concluir que Junqueras (y por extensión Puigdemont, si regresa a España) “tiene derecho al sufragio pasivo”.

Y, “a pesar de encontrarse en situación de privación de libertad”, concluye el informe, “puede acceder a la plena condición de diputado, participar de un eventual Pleno de investidura como candidato a la Presidencia y, si obtuviera el apoyo de la Cámara, ser investido presidente de la Generalitat de Cataluña”.

La clave de ese informe es precisamente la sentencia del Superior de Navarra: “Si la legislación permite a los ciudadanos en prisión preventiva, aunque estén acusados ​​de delitos castigados con penas severas, su presentación como candidatos a parlamentarios o a presidentes de las comunidades autónomas y son elegidos democráticamente, poner trabas al ejercicio de su derecho lesionaría a su vez los derechos políticos de sus electores”.

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Con las encuestas señalando un desplazamiento de voto nacionalista hacia Puigdemont, la expectativa de que dé un vuelco a la campaña regresando por sorpresa de Bruselas ya está condicionando la recta final del 21D. De hecho, en el PP trabajan con la hipótesis de incrementar la presencia en Cataluña del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en los días previos a la votación. Fuentes conservadoras consultadas por infoLibre aseguran que, según sus datos, Puigdemont va lanzado en los sondeos de intención de voto, así que el PP quiere dar una vuelta de tuerca y hacer valer entre los votantes unionistas la idea de que Rajoy es quien ha conseguido parar la secesión de Cataluña aplicando el artículo 155 de la Constitución.

Con Junqueras en prisión, la campaña sigue girando en torno a Puigdemont, incluso para otros partidos. El anuncio del candidato del PSC, Miquel Iceta, de que pedirá el indulto para el president cesado y todas las personas que eventualmente resulten condenadas en relación con los acontecimientos que dieron lugar a la declaración de independencia, provocó inmediatamente una airada respuesta por parte de PP y Ciudadanos. Y un silencio elocuente por parte de la cúpula del PSOE, al que las palabras de Iceta colocaron en una situación incómada el mismo día en el que Pedro Sánchez acudía a apoyar a su candidato, pero cuyos dirigentes evitaron desautorizar en plena campaña a su aspirante a la Presidencia. 

Fuentes de los dirección socialista catalana confirmaron a infoLibre que la afirmación de Iceta fue el resultado de “un error” que sólo introduce “ruido” en la campaña del PSC. Tanto Iceta como Pedro Sánchez han mantenido siempre la tesis de que la solución al conflicto catalán no vendrá de la mano de los jueces sino de la política. Pero aunque en el PSC están convencidos de que si algún día se llega a un acuerdo con el nacionalismo para que acepte volver al marco constitucional será necesario resolver la situación judicial de quienes hayan sido condenados, también creen que este no es el mejor momento de plantearlo, especialmente cuando los socialistas intentan arañar votos entre quienes hace pocas semanas se manifestaban por las calles de Barcelona pidiendo a gritos el encarcelamiento de Puigdemont.

El propio Carles Puigdemont puso el martes la cuestión encima de la mesa. Primero por la mañana, cuando en un acto organizado por la agencia autonómica de noticias ACN —que él mismo fundó cuando todavía ejercía el periodismo— aseguró que “a lo mejor vale la pena” ser investido presidente en el Parlament si gana las elecciones y automáticamente ser detenido por las mismas ideas que habrían avalado los catalanes. Después lo hizo en un mitin en Vic (Barcelona) donde —por videoconferencia desde Bruselas— emplazó a los ciudadanos catalanes a darle una “autopista de votos” que le permita volver al Govern, “de donde no nos tendrían que haber echado”. Su aspiración es volver desde Bélgica acompañado de todo el Govern cesado, subrayó. Si los catalanes quieren su restitución, “hay que hacerlo posible, y esto es incompatible con el exilio y la cárcel”.

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