Las tres hermanas de Manuel José García Caparrós, el joven de 19 años que murió víctima de un disparo de la policía en Málaga durante una manifestación por la autonomía andaluza en 1977, reclaman la reapertura del caso a los 40 años de su muerte. Purificación (59 años), Francisca (55) y Dolores García Caparrós (52) han escrito una carta, que prevén hacer pública en breve, que recoge la "exigencia" de la apertura de la investigación. La familia de García Caparrós, nombrado hijo predilecto de Andalucía en 2013, ha trasladado su iniciativa al grupo parlamentario de Unidos Podemos, a través de la diputada por Málaga Eva García Sempere, para que presente iniciativas en el Congreso de los Diputados. La muerte de García Caparrós, que su familia considera un "asesinato policial", quedó impune.
García Caparrós, trabajador de Cervezas Victoria y militante de Comisiones Obreras, participó en la manifestación por la autonomía andaluza que tuvo lugar el 4 de diciembre en las principales ciudades de la comunidad. El joven murió de un disparo procedente de una pistola de la Policía Armada, que había empezado a cargar con violencia contra los manifestantes. La manifestación en Málaga ya había empezado caldeada. El presidente de la Diputación, el falangista Francisco Cabeza López, se había opuesto a que en el edificio institucional ondeara la bandera andaluza junto a la española. Un manifestante subió a colocarla y se produjo una brutal reacción policial. García Caparrós fue la víctima.
El chaval cayó en la confluencia entre la calle Vendeja y la Alameda de Colón, a la altura de un quiosco, según la secretaria judicial Rosa Burgos, que ha estudiado al detalle los hechos. Murió durante su traslado en coche al hospital Carlos Haya. El crimen nunca se aclaró. El caso se archivó en 1985 sin responsables. Ni siquiera se consideró técnica o políticamente responsable al gobernador civil, Enrique Riverola, que tras el crimen prometió una investigación que quedó en nada. La familia siempre ha denunciado trabas y obstáculos para conocer la verdad.
Un empeño familiar sin resultado
"Este caso está cerrado desde el minuto uno. No ha habido nunca interés por descubrir la verdad. Mis padres estuvieron intentándolo en Madrid, pero nada. Todo eran carpetazos. Todas las puertas [de las autoridades] a las que hemos llamado las hemos encontrado cerradas. Queremos saber la verdad. Quién dio la orden de desenfundar las armas y quién disparó. Queremos un culpable", afirma Purificación, residente en Sevilla, que señala que si puede reabrirse un caso sin esclarecer de un asesinado por ETA por las mismas fechas, a finales de los 70, el de su hermano también. "Mi hermano tiene los mismos derechos que cualquiera, ni más ni menos", afirma.
Su hermana Dolores, de 52, añade: "Nunca hemos tenido suficiente apoyo para sacar esto adelante, pero ahora puede ser el momento. Manolito [su hermano asesinado] tendría ahora 58 años, y desde el primer día que falta hemos tenido claro que teníamos que luchar para conocer la verdad", afirma. Lo hace, añade, como tributo a sus padres, Carmen y Manuel, que murieron dos y cinco años después del asesinato de su hijo, respectivamente. Ella, con 45 años; él, con 55. "Tuvo que haber un mando que ordenó que empezasen los disparos y un policía que apretó el gatillo. Eso ha quedado en el silencio, pero se tiene que saber quién es. Es momento de sacarlo a la luz", añade Dolores, que lleva junto a su hermana Francisca un bar en Fuengirola (Málaga).
Mártir del andalucismo y símbolo de la izquierda
La muerte de García Caparrós lo convirtió en mártir del autonomismo y símbolo de la izquierda andalucista. Hubo dos días de choques entre policía y manifestantes en Málaga tras su fallecimiento. El presidente de la Diputación dejó su cargo. El 4 de diciembre, tras las masivas manifestaciones de aquel año en toda la comunidad, se convirtió desde entonces en una especie de día nacional informal de Andalucía, si bien la jornada festiva oficial es el 28 de febrero, por el referéndum de 1980.
IU y Podemos están apostando fuerte por el 4-D como complemento contestatario al 28-F, más institucional. Las hermanas de García Caparrós han visto en este nuevo contexto de atención política y efeméride una oportunidad para recordar a todos que la muerte de aquel joven espigado en la flor de la vida está sin aclarar.
Una carta de "indignación"
"Manifestamos nuestra indignación por que no haya voluntad en las instituciones de esclarecer este asesinato y otros que se dieron en Andalucía en el periodo de la transición, de 1975 a 1981", suscriben en su carta Puri, Paqui y Loli. "Hace falta", añaden, "una ley específica que ayude a saber la verdad para que haya justicia y reparación". La carta añade: "Exigimos que se abra de nuevo el caso de nuestro hermano y de aquellas muertes por violencia policial que se han dado en nuestra tierra y en otras tierras también. Es voluntad de la familia hacer todo lo posible para que así sea, y desde ahora vamos a trabajar para que podamos conocer la verdad del asesinato de Manuel José García Caparrós [...]. Tenemos la fuerza y tenemos el apoyo de Andalucía. Nos gustaría que si lees esta carta nos ayudes a conseguirlo".
"Aquel día [4 de diciembre] fue una muestra ejemplar de nuestra gente, todo el pueblo salió, familias enteras con sus niños y niñas, y no hubo ninguna acción violenta por parte de los manifestantes. En cambio algunos sectores de la ultraderecha ese día calentaron las manifestaciones con insultos y agresiones. También hubo un desproporcionado nerviosismo de la policía, que en el caso de Málaga terminó en cargas y tiros. Nuestro hermano se cruzó en una de aquellas balas y murió camino del hospital [...]. Nuestro hermano fue así asesinado por la violencia policial. A partir de entonces, nuestra familia vivió un calvario", dice la carta. Y añade: "Nos cambió la vida. A los pocos años faltarían nuestro padre y nuestra madre. Lo intentaron todo y realmente estaban cansados de llamar a tantas puertas [...]. Se hizo una investigación por parte del Congreso que no dejó claro casi nada. En todo ese proceso de investigación judicial desaparecen pruebas, aunque antes de perder la bala, ya se sabía que procedía de un arma policial".
Las tres hermanas explican en la carta abierta que han vivido "durante 40 años con mucho dolor por la pérdida brutal" de Manuel José, aunque también han sentido "el calor del pueblo andaluz", con reconocimientos como el título de hijo predilecto de Andalucía, de Málaga y de su provincia. "Tras una larga maduración", aseguran, quieren "dar un paso adelante" y pedir la reapertura del caso.
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Todas las actas de la comisión parlamentaria
La diputada Eva García Sempere, miembro de IU y diputada de Unidos Podemos, afirma que la iniciativa de su grupo empezará por solicitar al Congreso la entrega "completa" de las actas de la comisión parlamentaria sobre los hechos que tuvo lugar en 1978. "Queremos conocer en detalle qué pasó en la comisión y cuáles fueron las pruebas que se aportaron", afirma. Tres de las sesiones de la comisión no tienen diario. En segundo lugar, explica, solicitarán la "reapertura" del caso, aunque aún no está decidida la forma en que se hará. Otro objetivo, según García Sempere, es abrir el debate sobre las víctimas de la represión policial durante la transición, de 1975 a 1981, que actualmente que han quedado "en un limbo".
Joaquín Recio, impulsor de la iniciativa Caparrós Vive a través de la cooperativa Atrapasueños y uno de los apoyos de la familia en la tarea de difundir sus reivindicaciones, asegura que el propósito no es sólo llevar la cuestión al Congreso de los Diputados, sino también a los parlamentos autonómicos de Andalucía, Cataluña y Navarra, entre otros. "Quieren que se escuche su historia", resume.
Las tres hermanas de Manuel José García Caparrós, el joven de 19 años que murió víctima de un disparo de la policía en Málaga durante una manifestación por la autonomía andaluza en 1977, reclaman la reapertura del caso a los 40 años de su muerte. Purificación (59 años), Francisca (55) y Dolores García Caparrós (52) han escrito una carta, que prevén hacer pública en breve, que recoge la "exigencia" de la apertura de la investigación. La familia de García Caparrós, nombrado hijo predilecto de Andalucía en 2013, ha trasladado su iniciativa al grupo parlamentario de Unidos Podemos, a través de la diputada por Málaga Eva García Sempere, para que presente iniciativas en el Congreso de los Diputados. La muerte de García Caparrós, que su familia considera un "asesinato policial", quedó impune.