El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, desmontó este martes la coartada con la que su sucesor en la Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, intentó justificar la tardanza de su gobierno a la hora de activar el plan de contingencias por contaminación marina.
Lo hizo en una entrevista en Onda Cero en las que confirmó la versión de la Delegación del Gobierno: la Xunta sabía de la llegada de los microplásticos a las playas desde el 13 de diciembre, cuando fue alertada a través de una llamada a su servicio de emergencias 112. “Sabemos por una persona que llamó al 112, una persona, que está empezando a haber alguna bola de microplástico en los entornos de las playas”, reconoció.
Es a partir de ese momento que, según Feijóo, “automáticamente la Xunta de Galicia despliega toda su capacidad”, aunque en realidad no lo hizo hasta el 5 de enero.
Rueda, en cambio, explicó la situación este lunes diciendo en un desayuno en Madrid que “la primera comunicación oficial” que tuvieron por parte del Gobierno de lo que estaba pasando se produjo “el 3 de enero”, razón por la cual su Gobierno no activó hasta el 5 de enero la fase de emergencia mínima del Plan Territorial de Contingencias por Contaminación Marina Accidental de Galicia. Casi un mes después de que los microplásticos iniciasen su viaje hacia las costas gallegas y tres semanas después de que las primeras bolitas fuesen avistadas en las playas y comunicadas a su servicio de emergencias. No dijo nada sonre cuándo supo su Gobierno que enfrentaba un vertido de microplásticos.
Fuentes del PP precisan que Rueda se refirió al 3 de enero como la fecha en que recibió una comunicación oficial del Gobierno de España y no como el día en el que la Xunta se enteró del vertido. Pero el conselleiro do Mar, Alfonso Villares, aseguró el lunes que la Xunta no actuó hasta que el Gobierno de España le comunicó “oficialmente” el vertido. “El Gobierno gallego está actuando desde el momento en que el Gobierno central comunicó oficialmente de la presencia de estos materiales en el litoral fruto de la pérdida de parte de su carga por parte de un buque mercante en aguas portuguesas”, reza una comunicación oficial de la Xunta, lo que según Villares no ocurrió hasta enero.
Despliegue
A pesar de ello, Feijóo defiende que desde esa llamada al 112, que se produjo el 13 de diciembre, la Xunta ha desplegado operarios para limpiar las playas, a pesar de que “es competencia de los ayuntamientos” y está “organizando” a los voluntarios que quieran ayudar, aunque estos sostienen que se están autogestionando.
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El líder del PP calificó de “tóxica” la actuación del Gobierno de España, que el día 7 ofreció a la Xunta toda la ayuda disponible para hacer frente al vertido, a pesar de lo cual el Gobierno gallego declinó aceptar la propuesta.
Lo que es “tóxico”, dijo, no son los microplásticos, sino “la utilización política que se está haciendo de un vertido en las costas portuguesas que el mar ha traído a las costas gallegas y de momento a las costas asturianas. Lo que sí es tóxico es responsabilizar a la Xunta, que es el que padece este vertido, por parte de un gobierno que parece ser tiene información desde el 20 de diciembre y no se pone en contacto con la Junta hasta el 3 de enero”.
En realidad, el Gobierno facilitó información sobre el vertido a la Xunta a partir del 20 de diciembre, cuando tuvo constancia de que el origen podía ser un contenedor perdido por el carguero Toconao.
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, desmontó este martes la coartada con la que su sucesor en la Presidencia de la Xunta, Alfonso Rueda, intentó justificar la tardanza de su gobierno a la hora de activar el plan de contingencias por contaminación marina.