Un largo aplauso y vivas al rey, a España y a la Constitución, demandadas desde los asientos de los parlamentarios, fueron este lunes el cierre al acto de apertura solemne de las Cortes presidido por el rey Felipe VI en el Congreso de los Diputados. Una cita a la que acudieron el grueso de los diputados y senadores de esta XIV Legislatura y de la que se ausentaron los parlamentarios de JxCat, ERC, EH Bildu, la CUP y el BNG al considerar que ellos no tienen rey, que el monarca actual no les representa.
Como había hecho minutos antes la presidenta del Congreso, el rey [su discurso, aquí] puso el foco en la pluralidad de fuerzas que esta XIV Legislatura se sentarán en las Cámaras. Y en esa "nueva realidad", a su entender, "requiere el pleno desenvolvimiento de nuestro régimen parlamentario".
"La esencia del parlamentarismo es el acuerdo; como también lo es el ejercicio del control político por la oposición. Pactar y controlar, acordar en unos asuntos y disentir en otros, son consustanciales a nuestro régimen parlamentario en el que la diversidad de ideas y opiniones va unida al común respeto a nuestros valores constitucionales", añadió.
La mayor carga de profundidad, la reservó el monarca para el final. Tras insistir en el significado de las palabras "concordia", "reconciliación" y "entendimiento" en el contexto de la Transición, defendió que "España no puede ser de unos contra otros; España debe ser de todos y para todos. Así lo ha querido la sociedad española desde hace más de 40 años. Así lo sigue queriendo y, sobre todo, así lo merece". Mensajes para una legislatura que, a tenor del tono del debate de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, será bronca, no sólo en el eje izquierda-derecha, sino también dentro del bloque de fuerzas que permitieron el desbloqueo de la legislatura.
Para Felipe VI, las palabras "concordia", "reconciliación" y "entendimiento" abrieron una "nueva etapa en la historia de España y en la vida de todos los españoles". Y estos términos deben ser recordados, preservados y prevalecer "en toda su plenitud". "No sólo por un ejercicio de responsabilidad, sino también por un deber moral que tenemos con nuestros ciudadanos, con nuestra sociedad y con las siguientes generaciones", consideró.
Todos los miembros de este Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos aplaudieron las palabras de Felipe VI, no así el resto de diputados de la formación morada.
Minutos antes de que el monarca tomara la palabra, la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet [su discurso, aquí], destacó que el Gobierno de esta XIV Legislatura es de coalición.
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"Cada legislatura tiene sus rasgos y perfiles distintivos. Ésta que hoy inauguramos solemnemente nace tras un año en el que hemos experimentado las dificultades de la gobernabilidad. En dos ocasiones ya, las Cortes Generales han debido disolverse ante la imposibilidad de formar gobierno. Hace cuatro años afirmasteis [en alusión a Felipe VI] en este mismo lugar que esa crisis se solucionó 'con diálogo, con responsabilidad y también con generosidad'. Esta vez, esos mismos valores de diálogo, responsabilidad y generosidad han dado forma a un gobierno de coalición, el primero de nuestra historia democrática", declaró.
"La Constitución nació mirando al futuro", mantuvo la dirigente socialista en un discurso en el que abogó por dejar a un lado el debate partidista para dar "respuesta" a los desafíos de España y del mundo.
"La democracia no es ni puede ser exclusión. En el Parlamento no existe el enemigo. Porque a cada diputado corresponde la representación de todos los ciudadanos y, por tanto, también de quienes votaron a cualquiera de las otras formaciones", añadió apelando al "respeto" al discrepante.
Un largo aplauso y vivas al rey, a España y a la Constitución, demandadas desde los asientos de los parlamentarios, fueron este lunes el cierre al acto de apertura solemne de las Cortes presidido por el rey Felipe VI en el Congreso de los Diputados. Una cita a la que acudieron el grueso de los diputados y senadores de esta XIV Legislatura y de la que se ausentaron los parlamentarios de JxCat, ERC, EH Bildu, la CUP y el BNG al considerar que ellos no tienen rey, que el monarca actual no les representa.