José María Fernández Seijo (Madrid, 1965) es uno de los principales responsables de que la actual normativa hipotecaria española haya comenzado a tambalearse. El veredicto hecho público este jueves por la Corte de Luxemburgo es la respuesta a una cuestión prejudicial que Fernández Seijo elevó a este tribunal después de que llegara a su despacho del Juzgado Mercantil Número 3 de Barcelona el caso de Mohamed Aziz, un vecino de Martorell que había sido expulsado de su casa por no poder hacer frente a la hipoteca y al que la entidad acreedora, CatalunyaCaixa, le seguía reclamando 40.000 euros. El caso le generó dudas. Y decidió preguntar a Europa si ley española era acorde a la normativa comunitaria.
A pesar de que la sentencia hecha pública este jueves amenaza con mover los cimientos de un sistema asentado durante años, aunque fuertemente cuestionado, Fernández Seijo ha vivido este proceso con “serenidad”. No quiere ser un juez estrella, sino seguir haciendo su trabajo como hasta ahora.
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Los que le conocen destacan de él su “acusada vocación social” y su empeño en encontrar justicia a los más frágiles. Fernández Seijo es miembro de la asociación progresista Jueces para la Democracia.
“Es extremadamente innovador. No escatima en buscar vías de escape para resolver los litigios de una forma justa y para que la ley ampare a los más débiles”, asegura una jueza a la que le une una gran amistad.
En sus ratos libres, Fernández Seijo disfruta jugando al ajedrez. Una de sus pasiones. Tanto que, de pequeño, su madre empezó a llamarlo Anatoli [por los afamados ajedrecistas Anatoli Karpov y Anatoli Matsukevich]. Ese sigue siendo el nombre por el que se refieren a él familiares y amigos. También intenta sacar tiempo para cocinar, otras de sus pasiones. Y, sobre todo, para estar con su familia. Tiene una hija, estudiante de Medicina, que ronda de veintena y dos más pequeños fruto de un matrimonio posterior.
José María Fernández Seijo (Madrid, 1965) es uno de los principales responsables de que la actual normativa hipotecaria española haya comenzado a tambalearse. El veredicto hecho público este jueves por la Corte de Luxemburgo es la respuesta a una cuestión prejudicial que Fernández Seijo elevó a este tribunal después de que llegara a su despacho del Juzgado Mercantil Número 3 de Barcelona el caso de Mohamed Aziz, un vecino de Martorell que había sido expulsado de su casa por no poder hacer frente a la hipoteca y al que la entidad acreedora, CatalunyaCaixa, le seguía reclamando 40.000 euros. El caso le generó dudas. Y decidió preguntar a Europa si ley española era acorde a la normativa comunitaria.