- Este artículo está disponible sólo para los socios y socias de infoLibre, que hacen posible nuestro proyecto. Si eres uno de ellos, gracias. Sabes que puedes regalar una suscripción haciendo click aquí. Si no lo eres y quieres comprometerte, este es el enlace. La información que recibes depende de ti.
La arrolladora victoria de Isabel Díaz Ayuso (PP) en Madrid, así como por el batacazo del PSOE y el fracaso de la candidatura de Ángel Gabilondo, despliegan ya consecuencias políticas de primer orden en Andalucía. Pero no sobre el Gobierno de PP y Cs, que estaba en el punto de mira por un posible adelanto electoral que pudiera decidir el presidente Juan Manuel Moreno, sino sobre los socialistas. En el partido del puño y la rosa se acelera la lucha por el poder. La dirección federal del PSOE prevé convocar este jueves las primarias para elegir a su candidato en Andalucía en el mes de junio, según avanzó la Ser y confirmaron a infoLibre fuentes de Ferraz.
La decisión da respuesta a una petición del principal referente del sector crítico con Susana Díaz, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas. El movimiento contra Susana Díaz anticipa un previsible enfrentamiento en las urnas entre la secretaria general y Espadas, si bien no son descartables más candidatos. Una dirigente próxima a Díaz rechaza que pueda haber marcha atrás de la secretaria general, que ha rechazado todas las ofertas de Ferraz para apartarse y dar paso a un nuevo candidato. Es decir, el partido se abre en canal.
El adelanto obliga a acelerar los tiempos de Espadas, que todavía no ha hecho pública y oficial su candidatura, con lo que habrá también convulsión en el Ayuntamiento de Sevilla, la ciudad más poblada gobernada por el PSOE en España. El efecto mariposa de la moción murciana parece no tener fin.
La previsión es que las primarias andaluzas se celebren a mediados de junio, según un miembro de la dirección federal, órgano que no ha mantenido una posición neutral y apoya a Espadas. Las elecciones suponen una alteración del calendario inicial previsto inicialmente. En teoría, primero habría que celebrar el congreso federal, en octubre; en los 90 días siguientes, debía tener lugar el congreso regional para elegir secretario general; y finalmente, ya cerca de las elecciones, que están previstas para finales de 2022, las primarias para elegir candidato. Al final, las primarias para elegir el candidato serán el primer hito. Si no gana Díaz, habrá un periodo de bicefalia. Está por ver si el ganador o ganadora de las primarias tiene también rival para optar a la secretaría general.
Con el adelanto, Ferraz cede a la insistencia del sector crítico, que ha presionado sin descanso. Direcciones tan poderosas como Jaén habían tomado posición a favor del mismo. Era la gran reivindicación del sector crítico. El argumento era que Moreno podía convocar elecciones en cualquier momento y coger al PSOE desprevenido y sin el candidato elegido. El tema se había convertido ya en una primera pugna de poder, un debate trasladado a todas las direcciones provinciales que había prendido en las bases. La secretaria general, de hecho, ya había movido ficha antes de Ferraz y este mismo jueves había convocado una reunión de su Ejecutiva, con 49 miembros y mayoría susanista, para abordar el tema y fijar una posición. Figuras afines a Díaz señalaban que la expresidenta quería escuchar y luego decidir. No era descartable que se adelantara a Ferraz. Finalmente, la dirección federal tercia en el asunto, hace uso de las potestades que le da el reglamento de primarias y convoca. Puede hacerlo cuando "las circunstancias políticas así lo aconsejen", lo cual da un margen que tiende a infinito. La sucesión de acontecimientos, con las direcciones andaluza y estatal buscándose las vueltas, son elocuentes de un clima de enfrentamiento total.
Aunque la convocatoria de primarias dará el pistoletazo de salida a la carrera electoral oficialmente, tanto Díaz como Espadas están ya de facto de precampaña. Todos los movimientos en el PSOE se leen en clave de disputa interna desde hace semanas. Incluso el resultado madrileño es interpretado de forma diferente según los barrios. Para el susanismo, el fracaso de Gabilondo demuestra lo erróneo de invadir la autonomía a las federaciones; para sus opositores internos, es prueba de la necesidad de renovar liderazgos. Un miembro de la Ejecutiva regional rechazaba este miércoles el posible aleccionamiento de Ferraz. "No están para sacar mucho pecho después de lo de ayer. El PSOE-A no es el PSM. No somos una franquicia ni lo queremos ser", señala. Un parlamentario afín a Díaz recalcaba que Espadas llega inevitablemente con la vitola de "candidato de Ferraz", algo que puede pesar en su contra. En el sector crítico restan importancia a esa acusación y destacan la "falta de credibilidad" de Díaz si pretende hacer un Pedro Sánchez, es decir, presentarse como una víctima del aparato.
Adelanto en el PSOE, no en Andalucía
A la política le encantan las ironías. Y aquí ha habido una, desde luego. El argumento central para reclamar primarias era que Moreno podía convocar elecciones en cualquier momento. Pues bien, la decisión del PSOE de adelantarlas se produce justo el día en que con mayor consistencia el presidente había descartado esta posibilidad. La posiciones de Cs y Vox este miércoles, rivalizando por mostrarse como el socio más leal a Moreno, demostraron que el presidente andaluz es un ganador indirecto de las elecciones del domingo en Madrid y que sus márgenes políticos para convocar son mínimos, por no decir nulos. La unidad de la derecha en torno a la estabilidad del Gobierno andaluz alejaba la tan comentada hipótesis de un posible adelanto electoral y, como efecto colateral, le daba algo de tiempo a una izquierda andaluza que vive sumida en la convulsión.
Es cierto que el cumplimiento íntegro de la legislatura, que en principio termina en diciembre de 2022, tiene un obstáculo, la debilidad de Cs, pero por el momento Moreno lo salva sin sobresaltos gracias a la lealtad a prueba de batacazos electorales y encuestas negativas de su vicepresidente, Juan Marín (Cs). En realidad, ahora mismo el mayor incentivo para la convocatoria electoral, a la postre una decisión exclusiva de Moreno, era la propia crisis en la izquierda andaluza, especialmente en el PSOE, partido gobernante durante 37 años que perdió el poder en 2018. Pero no era suficiente. Tanto el Gobierno andaluz como el PP han insistido en que es más lo que empuja el Ejecutivo a seguir que lo que podría llevarlo a cortar, sobre todo cuando Cs y Vox no dan ningún motivo para interrumpir la partida. Eso sí, hay una línea roja: un posible "bloqueo" a la acción del Gobierno.
Si hubiera adelanto, que exigiría un "bloqueo" previo al Gobierno que no se vislumbra, sería como muy pronto en septiembre, ya que en julio y agosto no puede haber elecciones, según establece la ley electoral de Andalucía de 1986 tras su reforma de 1994. El presidente puede, con el Estatuto en la mano, acortar la legislatura y adelantar elecciones, pero para que fuera antes del 1 de julio tendría que ser con un decreto firmado como muy tarde este viernes, ya que el plazo mínimo antes de la cita con las urnas exigido por la Ley Orgánica de Régimen Electoral General es de 54 días. Un decreto de disolución esta semana exigiría una pirueta inverosímil, teniendo en cuenta la posición actual de Moreno. El presidente compareció este miércoles exultante y hasta bromista ante los medios. Su actitud era la antítesis de quien pudiera estar preocupado por la estabilidad de su gabinete. No habrá adelanto "mientras yo disponga de una mayoría en el Parlamento", afirmó. Es un mensaje dirigido a Cs, su socio del Gobierno, y a Vox, complemento parlamentario. Desde el PP aseguran que los contactos con ambos partidos son ahora indicativos de una situación de estabilidad. Fuentes del Gobierno andaluz admiten que la situación de Cs es delicada, pero insisten en que los grandes proyectos del Ejecutivo aún no están culminados –metro de Málaga, autovía del Almanzora, Hospital Militar de Sevilla a pleno rendimiento– y en que el presidente tiene en mente presentarse con la salida de la pandemia encarrilada y la recuperación económica en marcha.
En cuanto a Cs, Moreno tiene atado el respaldo sin fisuras de su vicepresidente, Juan Marín. El temor en las filas del PP es que el grupo de Cs, de 21 miembros, se rompa. Pero no hay síntomas de ruptura inminente. Este miércoles no se levantó ninguna voz en el partido naranja saliéndose del guión oficial, que es el de mostrar ilusión por el futuro del proyecto "centrista y moderado" que lidera Inés Arrimadas a pesar del fracaso madrileño. La convención de julio para relanzar el partido da algo de tiempo a la formación naranja para mirar al futuro sin la necesidad de adoptar medidas ya. También desincentiva los movimientos extraños el hecho de que el PP se haya comprometido por escrito con Cs a no fichar díscolos del partido naranja, acuerdo adoptado tras saltarse el pacto antitransfuguismo en Murcia.
Más voluble ha sido la posición de Vox, que tan pronto anuncia que deja de apoyar al Gobierno si no aprueba el "pin parental" como garantiza que es el socio verdaderamente de fiar, a diferencia de Cs. ¿Qué posición ha mostrado este miércoles? Lealtad al Gobierno, desconfianza en Cs. Su portavoz parlamentario, Alejandro Hernández, afirmó este miércoles sobre el adelanto: "Ni lo deseamos ni lo exigimos, sino que advertimos a la Junta que debe estar ojo avizor respecto a cualquier maniobra extraña" de Cs.
"Respeto y afecto"
De modo que el presidente andaluz tiene ahora mismo tanto a Cs como a Vox compitiendo por presentarse como el socio fiel. Si la cosa sigue así, Moreno se compromete a agotar la legislatura. "No son tiempos para hacer una parálisis de seis meses en pleno proceso de recuperación. Si nosotros paramos ahora, haremos un gravísimo daño. Mientras yo disponga de estabilidad, mientras nadie me fuerce, voy a seguir adelante", afirmó. Más tarde, el portavoz parlamentario de su partido, José Antonio Nieto, afinó el mensaje. ¿A qué se refiere con "estabilidad"? Nieto no puso un listón excesivamente exigente. Afirmó que el Gobierno podría incluso seguir adelante en 2022 con los presupuestos de 2021 prorrogados. Sólo fijó la frontera de lo inaceptable en que "cada medida en el Parlamento venga sentenciada". Es decir, en que haya "un bloqueo a la acción de gobierno", dijo. "A día de hoy no ocurre", añadió.
En relación con Cs, hizo referencia al "respeto" y al "afecto personal" que han entre PP y el partido naranja. Desde el PP insisten en que la relación de Moreno con Marín no puede compararse a la que tenían Isabel Díaz Ayuso e Ignacio Aguado. Además, añaden que en Andalucía la frontera para entrar en el Parlamento no es el 5%, como en Madrid, sino el 3%, por lo que con los resultados del partido naranja tendría representación.
Ver másLuis Ángel Hierro aspirará a las primarias del PSOE andaluz con una candidatura alternativa a las de Díaz y Espadas
Podemos-IU, sin candidato
¿Y cómo pilla toda esta convulsión al espacio a la izquierda del PSOE? Tampoco está cerrado quién será el candidato de Podemos-IU en Andalucía. No hay ni siquiera un calendario cerrado para elegir al aspirante. Un dirigente prevé que haya calendario en septiembre, y muestra preocupación ante un hipotético adelanto que cogería al espacio izquierdista con los deberes sin hacer. Lo seguro es que el nombre del candidato irá en una papeleta diferente de la de la escisión anticapitalista y soberanista que lidera Teresa Rodríguez, que recientemente ha acusado a sus excompañeros de "vender su alma al fascismo" para declararla tránsfuga. Así está el ambiente.
El diputado autonómico José Ignacio García, uno de los referentes de la corriente anticapitalista, afirmó este miércoles que los buenos resultados de Más Madrid demuestran el éxito de partidos de izquierdas desvinculados del Gobierno de Pedro Sánchez y centrados en los problemas del territorio concreto. Es decir, arrima el ascua del auge de Más Madrid a la sardina del movimiento liderado por Rodríguez, que pretende construir una marca soberanista propia. Está por ver qué rumbo adopta Más País Andalucía, la incipiente estructura del partido de Íñigo Errejón en la comunidad, liderada por la profesora de Derecho Esperanza Gómez. Hasta la fecha, Gómez ha mostrado más complicidad con Rodríguez y los suyos que con Podemos-IU, aunque no se ha decantado oficialmente. En el conflicto por la declaración de tránsfuga de la antigua líder de Podemos, ha estado de parte de ella.
- Este artículo está disponible sólo para los socios y socias de infoLibre, que hacen posible nuestro proyecto. Si eres uno de ellos, gracias. Sabes que puedes regalar una suscripción haciendo click aquí. Si no lo eres y quieres comprometerte, este es el enlace. La información que recibes depende de ti.