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Este martes hay previstas reuniones del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), con los portavoces de los grupos para consensuar temas que poner el jueves en la mesa de Pedro Sánchez, con el que tiene un esperado encuentro oficial. Por parte del PSOE, acudirá José Fiscal, actual portavoz parlamentario. La cosa podría parecer irrelevante, pero, en el actual escenario de relevo de poder en el PSOE andaluz, no lo es. ¿Por qué es importante?. "Es decisión de Juan", señala una fuente del equipo de Espadas, a pesar de que aún no ha sido ni siquiera proclamado candidato (será el jueves). Desde el entorno del elegido candidato del PSOE andaluz a la presidencia de la Junta se destaca que la decisión ya empieza a describir el talante y la estrategia de Espadas, consistente en asumir en primera persona el liderazgo en el relevo de poder y utilizarlo para "coser" al partido. "La gente nos ha votado para que unamos al partido. No podemos hacer lo mismo que se hacía antes", señala un estrecho colaborador del alcalde de Sevilla, que ante el baile de hipótesis sobre posibles medidas de Ferraz para acelerar la salida de Susana Díaz, recalca: "Los tiempos los marca y los maneja Juan".
Ferraz también apunta al protagonismo total de Espadas en la era post-Susana Díaz. La posición de la dirección federal podría resumirse así: presión para que Díaz dimita como secretaria general, sí; intervención desde Madrid de la gran federación del sur, no. Y, en cualquier caso, que se haga lo que diga Espadas, elegido candidato el domingo, que deberá ser el que se siente con Susana Díaz, ejerza ante ella como "único líder" y marque los tiempos del relevo. Y así está siendo ya. El mensaje del núcleo duro de Espadas es insistente: "No vamos a entrar arrasando en ningún sitio". Espadas tiene la voluntad de hacer el relevo sin imposiciones, sin vendettas, según traslada su equipo.
Ángeles Férriz y María Márquez
La dirección federal del PSOE quiere evitar a toda costa dar la razón al discurso de Díaz, según el cual la victoria de Espadas supondría la tutela de la federación andaluza. Pero, al mismo tiempo, quiere a Díaz con el menor protagonismo posible cuanto antes. Ferraz, a través de diversos mensajes, alentó este lunes la salida de la secretaria general, que ha rechazado dimitir tras su derrota del domingo en las primarias, generando una bicefalia que amenaza con prolongarse hasta el congreso regional, a finales de este año o principios del próximo. La previsión es dar a Díaz un tiempo para asumir la derrota antes de subir la presión, coinciden distintas fuentes socialistas inclinadas por la salida de Díaz a corto plazo. La dirección federal evitó por ello plantear la posibilidad de una gestora, técnicamente complicada y política "indeseable", desde la perspectiva de Madrid.
La decisión política es dejar en manos de Espadas, elegido candidato y que se presentará a secretario general en el congreso, los tiempos del relevo y la pérdida de protagonismo de Díaz, de la que el alcalde de Sevilla afirma que confía en su "colaboración". Los mensajes desde el entorno de Díaz también son conciliadores: la secretaria general hará "lo que Juan le pida". Espadas ya anticipa cambios en el grupo parlamentario. Fuentes próximas al alcalde de Sevilla anuncian protagonismo de dos parlamentarias que han estado a su lado durante toda la campaña, Ángeles Férriz y María Márquez. Pero los cambios se harán, insisten, sin menospreciar a nadie.
Sin gestora a la vista
Las normas del partido no prevén una fórmula clara para poner de patitas en la calle a una secretaria general autonómica simplemente por la voluntad política de Ferraz. El reglamento del partido dice que "únicamente dará lugar a la constitución de una comisión gestora cuando dimita la persona titular de la secretaría general". No obstante, también se prevé que las gestoras serán decididas por la dirección federal, "previa emisión de un informe favorable elaborado por la comisión de ética regional". Por su parte, los estatutos recogen la posible revocación de los secretarios generales, con un complicado proceso que exige la aprobación del comité federal y una consulta a la militancia.
Ninguno de estos escenarios estába ahora en la mente de los principales dirigentes del partido. Más allá de las complicaciones técnicas, hasta tres miembros de la dirección consultados por infoLibre coinciden en que políticamente una gestora no es deseable, porque ahondaría en la división del partido y alimentaría el relato de la injerencia externa. Y todo ello en un momento delicado, en un año de congresos y bajo la permanente hipótesis de un adelanto electoral, decisión que corresponde al presidente Moreno. "¿Cesar una secretaria general por perder unas primarias, cuando ha dicho que se pone a disposición del candidato ?", se pregunta un dirigente, subrayando lo excesiva que sería la medida.
Un tiempo para "madurar" los resultados
La posibilidad de una gestora ni siquiera se abordó, según los asistentes, durante la reunión de la dirección federal celebrada este lunes en Madrid, en la que no pudo participar Pedro Sánchez por encontrarse en la cumbre de la OTAN en Bruselas. Tras dicha reunión, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, afirmó que no existe en el PSOE andaluz ningún "problema de orden interno". El "único líder" es Espadas y es "irrelevante" que Díaz sea secretaria general. Eso sí, Ábalos reiteró que "todos" tiene la "obligación" de ayudar a Espadas. Sánchez, desde Bruselas, también achicó el espacio de Díaz, pero sin reclamarle que se marchara: el secretario general del PSOE pidió "renovación" y "unidad". La gran pregunta es qué medidas adoptaría Ferraz en caso de que Espadas considerase que no puede desplegar su liderazgo como desea por culpa de Díaz. Ahí sí podría haber conflicto. De momento, se apuesta por la vía del entendimiento, tal y como quiere Espadas.
Los dirigentes consultados señalan que de momento lo lógico es dejar a Díaz "madurar los resultados" y ver por sí misma la "evidencia", es decir, que no tiene sentido que siga como secretaria general. "Es que ni siquiera ha ganado en Sevilla", recalca uno, para quien es obvio que la "transición" de la que habla Díaz, que "convertiría la secretaría general en un órgano de gestión y no político", es más lógica pilotada por una gestora. Otro augura que en los próximos días el coro de voces "animando" a Díaz a marcharse irá in crescendo. Y añade que, si Díaz actuara en contra del criterio de Espadas o así fuera percibido, probablemente sería abandonada incluso por algunos de los que ahora le son todavía fieles, pero pueden ser incorporados por el nuevo candidato a su proyecto.
"Yo hubiese dimitido"
Ver másJuan Espadas se hace con la dirección del grupo parlamentario pero Díaz sigue al frente del PSOE andaluz
Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, miembro de la dirección federal, adversario interno de Díaz en incontables batallas orgánicas, fue el que más fino hiló la posición de Ferraz ante el nuevo escenario. Entrevistado en Mesa de Análisis, en Canal Sur, asumió que la "intención" de Díaz es seguir hasta que el congreso elija a Espadas y el liderazgo. Durante ese tiempo, aseguró, no cree que haya "ningún tipo de conflicto" porque Díaz es "una mujer de partido". Celis descartó una gestora impuesta por Ferraz, al mismo tiempo que afirmó que se hará lo que diga Espadas. "Espadas será el que tendrá que ir determinando los pasos y los ritmos. Cuando se dice 'Ferraz va a convocar una gestora, o Madrid va...'. No. Eso se ha acabado ya. No se va a hacer nada sin la propuesta, el visto bueno y sin que Juan Espadas dé ese paso. Que nadie mire a Madrid".
Al mismo tiempo, Celis le lanzó dos mensajes a Díaz. Uno, apelando a su dignidad política: "Yo hubiese dimitido". Y otro, aludiendo a su futuro: "Espero que tenga mucho futuro en el socialismo andaluz", dijo sobre quien es una socialista con "un capital político" como no hay "demasiados" en el partido, según sus palabras. Pero, ¿podría Díaz ocupar un cargo en el Gobierno u otra institución? "No digo que vaya a suceder, pero perfectamente podría suceder, claro que sí", respondió Celis. Un dirigente federal señala que lo que Ferraz pretende ahora es hacer sentir a Díaz reconocida y respetada y que no hay un plan para seducirla políticamente con ofertas de cargos de ningún tipo.
Desde el entorno de Díaz no entienden las especulaciones en torno a una posible gestora, algo que –aseguran– será innecesario porque Díaz cumplirá su palabra y no será "un estorbo". Un próximo a la secretaria general asegura que Díaz hará "lo que Juan le diga", y que cualquier medida "abrupta" dañina para un partido que ahora necesita una conciliación. Esa es la línea por la que apuesta Espadas, que ya actúa sin complejos como líder. Este lunes anunció un "cambio de estrategia política importante y otro estilo". Espadas tiene ya en mente cambios en el grupo parlamentario. Entre los consultados se dan por hecho un ascenso de colaboradores próximos al regidor, destacadamente dos parlamentarias, Ángeles Férriz y María Márquez, coordinadora y portavoz de su campaña, respectivamente.
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