FINANCIACIÓN AUTONÓMICA

La financiación singular supera el Comité Federal pese a las fuertes críticas de Lambán y Page

Pedro Sánchez tras su intervención en el Comité Federal del PSOE, este sábado.

La historia reciente del PSOE se ha labrado en buena medida en las reuniones del Comité Federal, el máximo órgano entre congresos. Citas a puerta cerrada en la sala Ramón Rubial, en los bajos del número 70 de la calle Ferraz. Y este sábado Pedro Sánchez presidió una de las citas “más interesantes” que se ha vivido en este foro desde hace años, como reconoce un dirigente con mucho poder del socialismo.

En el epicentro del debate: la financiación singular de Cataluña y la reforma del sistema. Un tema incómodo en muchos rincones del partido, una preocupación en términos de igualdad pero también de competitividad electoral. En La Moncloa y en Ferraz saben el alcance que tiene, pero defienden a capa y espada el pacto alcanzado entre el PSC y ERC para la investidura de Salvador Illa.

Los tambores llevaban sonando desde semanas atrás. Pero finalmente Pedro Sánchez salvó ese comité y superó el debate, que ahora pasará a ser un elemento central de cara al próximo congreso del partido en Sevilla que se celebrará del 29 de noviembre al 1 de diciembre. Ahí espera el presidente del Gobierno que se logre un gran acuerdo que aúne la singularidad y la solidaridad y que se alineen definitivamente las posturas tomando como referencia la Declaración de Granada aprobada durante la etapa de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general.

No hubo marejada

La marejada que se preveía dentro de la reunión apenas tuvo oleaje. Según confiesan varias fuentes presentes en la reunión, fue todo “muy tranquilo”, “muy educado” y con un “debate respetuoso”. Hubo por parte de muchas federaciones un apoyo cerrado a esa puerta que se abre para reformar la LOFCA, como es el caso de Euskadi, Galicia, Canarias, Comunidad Valenciana, Murcia, La Rioja y Cantabria. Los más críticos fueron Emiliano García-Page (Castilla-La Mancha) y Javier Lambán (Aragón), dos dirigentes que siguen enfrentados a Pedro Sánchez desde la guerra de las primarias, donde apoyaron a Susana Díaz.

Según varias fuentes consultadas, no obstante, sus intervenciones dentro del Comité Federal fueron mucho más suaves que sus incendiarias declaraciones a las puertas de la calle Ferraz. El presidente de Castilla-La Mancha calentó ante la prensa la reunión minutos antes llegando a decir que era un pacto más “egoísta que socialista”. Él sigue con “enorme preocupación” lo que está pasando, haciendo saber que cree que el acuerdo en Cataluña rompe los valores constitucionales.

Lambán también cargó duramente contra el acuerdo sobre la financiación después de la reunión ante la prensa. En su opinión, si se aprueba esa reforma sería “la mecha a esa especie de bomba que haría saltar por los aires el país”. "Si a Madrid le diera por hacer eso, el resto de las comunidades autónomas tendríamos que coger pateras e irnos directamente a Mauritania”, declaró. A lo que añadió: "Sería caminar en la línea de confederalizar al país y esto está en las antípodas de la federalización. Y como aragonés, como ciudadano y como socialista me opongo radicalmente”.

Según varias fuentes presentes, esas palabras fueron mucho más suaves dentro del Comité. Un alto dirigente del PSOE al salir hacía el gesto de silencio en la boca cuando se preguntaba por el nivel de intensidad de Page y Lambán dentro. Desde el entorno del presidente de Castilla-La Mancha se insiste en que no iban a sacar la espada dentro y que él no se dedica a insultar. Estos comentarios fueron respondidos especialmente a puerta cerrada por parte por parte del secretario provincial de Huesca, Fernando Sabés, que dijo que no compartía ni el fondo ni las formas. "Se debe discutir en los órganos del partido, y no hacer declaraciones fuera", dijo, lo que provocó aplausos entre los asistentes, según fuentes presenciales. Y añadió: "Mientras hablemos de las discrepancias en Twitter y la Cope estamos haciendo un flaco favor al partido".

Rumbo al congreso federal

Todos estaban muy pendientes de las palabras de Juan Espadas, al ser el líder del PSOE-A, la federación con más militantes del partido. El sevillano hizo un discurso a favor de que el sur juegue como factor equilibrador del debate y de la necesidad de conjugar la diversidad con la solidaridad. Su discurso estaba en la línea de lograr un gran acuerdo de cara al congreso. “Ha remado a favor”, señalan fuentes de la dirección del partido. Extremadura mantuvo su posición de distancia con el pacto, como Luis Tudanca (Castilla y León), pero siempre dentro del tono sereno y apostando por llegar a un gran acuerdo. La expectación fue menguando conforme pasaban las horas (hubo 24 intervenciones, menos de las habituales). "Una balsa", decía un ministro al concluir. Madrid, a través de Juan Lobato, apostó también por llegar a un acuerdo a pesar de las reticencias que había mostrado estas semanas, y su líder regional se postuló para pilotar la ponencia sobre el tema.

La financiación y el avance de la España federal se convierten así en el principal asunto de cara a ese cónclave. El Comité Federal convocó oficialmente la cita y designó al equipo organizador, con Santos Cerdán, María Jesús Montero y Esther Peña a la cabeza. Dentro las vocalías están Juan Francisco Serrano y Emma López, dos de las figuras jóvenes más ascendentes dentro de la familia socialista y con mucho futuro orgánico.

Sánchez puso sobre la mesa la posibilidad de que todas las autonomías puedan recaudar y gestionar más gravámenes, al estilo de lo que sucede en Canadá y en Alemania. Esta propuesta la hará a los presidentes autonómicos, principalmente del Partido Popular, durante las reuniones que mantendrá en las próximas semanas en el Palacio de La Moncloa. Su plan incluye también duplicar el fondo de compensación interterritorial y la garantía de que las autonomías tendrán más dinero que cuando gobernaba Mariano Rajoy. 

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“El verdadero debate sobre financiación no está entre territorios, sino entre modelos”, lanzó el jefe del Ejecutivo, que ha recuperado estos días su discurso con más tintes sociales, justo coincidiendo también con la llegada del nuevo jefe de gabinete, Diego Rubio, que no tiene carné pero sí quiso estar en la cita del sábado en la madrileña calle de Ferraz. Esto es un gesto en un momento en el que algunos socialistas ven con reticencias que la persona de máxima confianza del presidente no sea un dirigente del PSOE.

"Optimismo"

El secretario general quiso ante la cúpula de su partido potenciar un discurso de “optimismo”. “A España le sienta bien que gobernemos”, indicó en un momento en el que se ciernen muchas dudas sobre la viabilidad de la legislatura. Pero el presidente insistió en que su intención es presentar presupuestos generales del Estado. En el Gobierno recalcan que su pretensión es seguir adelante incluso si el Congreso tumba las cuentas públicas para el año que viene. La gran duda está en la posición de Junts, que ahora mismo guarda un “hermetismo” total, como indican en La Moncloa.

Sánchez pidió a los reunidos “creatividad” de cara al congreso de Sevilla: quiere que el partido vaya “dos pasos por delante” del Gobierno. Por eso, una de las misiones que salen del Comité Federal es que se empiecen a trabajar propuestas y resoluciones que algún día se tendrán que convertir en leyes. El presidente puso de esta manera rumbo a un cónclave en el que se van a mover muchos cimientos y que quiere marcar la hoja de ruta del partido hacia 2027, el año de las generales, las municipales y las autonómicas. “Hay Gobierno para largo”, escenificó el dirigente socialista. Todo en una cita que se perdió en su anterior convocatoria, cuando se tomó sus cinco días de reflexión. “¿Merece la pena? Sí”, se contestó él mismo ante los suyos.

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