Finlandia, Portugal o Escocia, los modelos educativos que triunfan en el informe Pisa que Celaá quiere importar a España

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Mejores en comprensión lectora por, como mínimo, seis puntos de diferencia. Así son los alumnos de Portugal, Finlandia, Escocia, Gales o Quebec, algunos de los espejos en los que España se ha fijado para elaborar su nuevo currículum escolar que, salvo sorpresas, empezará a funcionar en el curso 2022-2023. Al menos así lo indica el último Informe Pisa, elaborado en 2018 y cuya competencia principal a evaluar fue precisamente esa: la lectura. En ese examen, los españoles obtuvieron una nota media de 477 puntos en comprensión lectora, una prueba en la que los portugueses obtuvieron 492, los finlandeses 520, los escoceses 504, los galeses 483 y los canadienses de Quebec 521. 

¿Cuál es la diferencia entre ellos y nosotros? Pues lo que enseñan en la escuela. Y, sobre todo, la manera en la que lo hacen. Todos estos países ya pusieron en marcha el currículum educativo que España intenta copiarles ahora. Lo presentó este viernes la propia ministra de Educación, Isabel Celaá, que estuvo acompañada en un acto en Madrid por César Coll, profesor de Psicología de la Educación en la Universitat de Barcelona, y Guadalupe Jover, profesora de Educación Secundaria de Lengua y Literatura.

Pero, ¿en qué consiste? Básicamente, y en líneas generales, en acabar con el modelo hasta ahora enciclopédico y memorístico y apostar por la enseñanza de competencias para que los alumnos sean capaces de resolver los problemas a los que se tendrán que enfrentar cuando acaben la educación obligatoria. En palabras de fuentes de Educación, en que cada conocimiento adquirido consiga que el estudiante actúe en el mundo "de forma distinta". El objetivo, explicó Celaá este viernes, es que "los alumnos dispongan de habilidades para resolver problemas medioambientales o para adaptarse a los requisitos de los nuevos puestos de trabajo que ya nacen a partir del proceso de digitalización".

Educación se ha fijado, sobre todo, en Portugal. No sólo por la cercanía geográfica, sino también por las semejanzas con nuestro país en cuanto a nivel económico y social. Los países del sur de Europa, siempre se ha dicho, están separados por una especie de línea invisible con los del norte. 

Pero la comparación entre uno y otro país, como suele decirse, es odiosa. Más que nada porque Portugal supera a España en todas las competencias que analiza el Informe Pisa, que siempre son las mismas: comprensión lectora, matemáticas y ciencias. En estas dos últimas, Portugal obtuvo 492 puntos, mientras que los alumnos españoles tuvieron que conformarse con 481 y 483, respectivamente. En 2018, no obstante, la competencia principal analizada fue la comprensión lectora. Cada año es una de ellas, y por eso el informe otorga más información siempre de alguno de estos ámbitos. 

Sin embargo, la victoria portuguesa no fue sólo ese año. También en el anterior. En 2015, los alumnos españoles obtuvieron 496 puntos en comprensión lectora (19 más que en 2018), 486 en matemáticas (cinco más que en el último informe) y 493 en ciencias (10 puntos más). Los portugueses, en cambio, sacaron una nota de 498 en comprensión lectora, 492 en matemáticas y 501 en ciencias. 

Por su parte, y en estas otras competencias, tanto Finlandia, como Quebec, como Escocia y como Gales también superaron a España en 2018. Los alumnos del primer país obtuvieron 507 en matemáticas y 522 en ciencias; los del segundo, 532 en matemáticas y 522 en ciencias; los del tercero, 489 en matemáticas y 490 en ciencias; y los del cuarto, 487 en matemáticas y 488 en ciencias, niveles más cercanos a los de los estudiantes españoles. 

Los ganadores en aquel año fueron Singapur (556 puntos en ciencias, 535 en lectura y 564 en matemáticas), Japón (538, 516 y 532 puntos, respectivamente) y Estonia (534, 519 y 520). Los peor parados, República Dominicana (332, 358 y 328), Argelia (376, 350 y 360) y Kosovo (378, 347 y 362). 

En 2018, las mejores notas las obtuvieron los alumnos de Pekín, Shanghái, Jiangsu y Zhejiang, en China (555 puntos en comprensión lectora, 591 en matemáticas y 590 en ciencias), Singapur (con 549, 569 y 551 puntos, respectivamente) y Macao, también en China (525, 558 y 544). En el extremo opuesto de la tabla, por su parte, se situaron Filipinas (con 340 puntos en comprensión lectora, 353 en matemáticas y 357 en ciencias), República Dominicana (con 342, 325 y 336 puntos, respectivamente) y Kosovo (353, 366 y 365 puntos). 

Se acabó memorizar, ahora habrá que entender y aplicar

El cambio en la enseñanza será radical en España. Comenzará, según informó Educación este viernes, en el curso 2022-2023, puesto que al nuevo modelo de currículum todavía le queda camino por recorrer. Ya se ha presentado a las comunidades autónomas —competentes en materia educativa— y con ellas ya se trabaja desde el Ejecutivo en la redacción de los reales decretos de enseñanzas mínimas para promover la enseñanza en los currículos. Serán ellas las que deberán, después, completarlos. Pero no del todo. Los centros educativos también tendrán voz en esta tarea. Serán ellos los que decidan por primera vez el 5% del contenido del currículum, que será completado con el 60% que aporte Educación —un porcentaje que disminuirá al 50% en aquellas autonomías con lengua cooficial— y con el 40% que aporte el Gobierno regional —o 50% en caso de tener lengua cooficial. 

Pero aunque todavía le quede un tiempo de cocina, las líneas maestras del plan ya están claras. Básicamente, se acabó el memorizar contenidos para volcarlos en un examen. La escuela, ahora, evaluará el saber aplicar esos contenidos para resolver adecuadamente los problemas. El vuelvo en lo que se enseña y en cómo será completo y España se alineará, informó Educación, con las directrices de la Unión Europea y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. "El cambio curricular es una misión imperativa. Nos jugamos mucho. España tiene que ocupar posiciones de vanguardia en el proceso de cambio educativo y convertirnos en referentes, como hemos logrado en otros ámbitos. Y tenemos que hacerlo en términos de excelencia y equidad, sin dejar a nadie atrás", dijo Celaá durante la presentación del nuevo plan. 

Las competencias, que articularán el "perfil de salida" que deberán tener los alumnos al finalizar la educación obligatoria, son ocho, según informó Educación. Los estudiantes tendrán que tener conocimientos en comunicación lingüística –que conlleva expresar opiniones y sentimientos–; en distintas lenguas; en matemáticas y en ciencias de la tecnología; en el ámbito digital; habilidades "para reflexionar sobre uno mismo, gestionar el tiempo y la información eficazmente"; "habilidades para actuar como ciudadanos responsables"; habilidades de emprendimiento y creatividad; y habilidades "en conciencia y expresión culturales". 

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¿Significa esto que desaparezcan para siempre las asignaturas tal y como las conocemos? No. Según han explicado fuentes de Educación, seguirá habiendo materias, pero no serán compartimentos cerrados. Es decir, se podrán compartir conocimientos entre dos asignaturas –por ejemplo, Lengua y Música–, para facilitar la adquisición de esas competencias. 

La noticia, en cualquier caso, no ha gustado a la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que criticó este mismo viernes la reforma porque "España no puede permitirse 17 modelos educativos diferentes" y porque "las diferencias entre las comunidades afectarán a la igualdad de oportunidades del alumnado en un mercado laboral cada vez más global". Además, según criticó el sindicato, las propuestas "no se han comunicado antes a los representantes de los docentes ni se ha abierto ningún canal de comunicación con la comunidad educativa". Insistieron también en que toda reforma educativa tiene que pasar también por una mejora de las condiciones de los profesores. "Independientemente de cualquier reforma curricular que se lleve a cabo, la mejora en la calidad de la enseñanza debe incluir una bajada de las ratios y del horario lectivo del profesorado para lograr una atención más personalizada, aspectos que no están recogidos en las propuestas del Ministerio", ha concluido.

Maribel Loranca, responsable de Enseñanza de FeSP-UGT, por su parte, informó a infoLibre que el sindicato, que analizará la propuesta y esperará una reunión con el Ministerio, sigue también advirtiendo de que, aunque defiende una reforma curricular y comparten los objetivos que persigue el Ministerio, el reseteo de la enseñanza no será posible si no se aumentan las plantillas, si no se invierte en la formación del profesorado en horario laboral y si no se bajan las ratios.

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