El interrogatorio como testigo a Florentino Pérez por el presunto amaño ordenado por Jaume Matas para que la adjudicación –740 millones de 2006 finalmente rebajados a 635– del hospital mallorquín de Son Espases beneficiase a la rival OHL y no a una filial de ACS, el grupo que dirige el presidente del Real Madrid y que había presentado mejor oferta, terminó este lunes con un inesperado golpe de efecto.
El fiscal anticorrupción Pedro Horrach, que investiga el caso tras la confesión de la exconsejera de Sanidad del PP sobre aquel amaño abortado in extremis por una noticia periodística, preguntó a Florentino Pérez lo siguiente: si Jaume Matas le había pedido en algún momento 10 millones de euros por haber adjudicado finalmente la construcción de Son Espases a una UTE liderada por Dragados, una de las filiales más importantes de ACS, y por FCC. El empresario lo negó. Y dijo que no tenía ninguna información sobre aquel concurso dada la magnitud del holding que capitanea, donde cada filial actúa de manera autónoma. Un portavoz de Pérez declinó anoche comentar cualquier aspecto de su declaración como testigo.
“Le dirán algo de Génova”
El empresario, que logró esquivar a los periodistas tanto a la llegada a la Fiscalía como a la salida, declaró como testigo a primera hora de la tarde, horas después de que lo hicieran, pero como imputados, dos nombres relevantes de OHL: su presidente, Juan Miguel Villar Mir, sobre el que ya pesaba otra imputación en el caso de los papeles de Bárcenas por supuesta financiación ilegal del PP; y el delegado de edificación del grupo, José Magán.
Villar Mir apeló a su honradez profesional y lo negó todo, incluido que hubiese efectuado cualquier pago a Matas, extremo que investiga Anticorrupción. El segundo directivo, Magán, descendió al detalle para desmentir una de las afirmaciones más comprometedoras de la confesión de Aina Castillo, antaño persona de confianza de Matas.
Según Castillo, después de que el Govern balear se viera obligado a parar in extremis la adjudicación a OHL por las noticias que ya entonces denunciaron el amaño, coincidió en un acto con José Magán. Discutieron y el directivo de OHL –sostiene Castillo– le anunció que en breve le dirían “de Génova” algo a Matas.
Génova constituye aquí una alusión inequívoca a la sede central del PP, partido al que perteneció Matas hasta que el terremoto de las investigaciones desarrolladas por el fiscal Anticorrupción en Baleares Pedro Horrach e instruidas por el juez José Castro le colgaron al cuello el marchamo de político multicorrupto. Hoy, el fiscal Horrach interrogará –de nuevo como imputado– a Jaume Matas en la comisaría de Segovia, a la que será trasladado desde la prisión de la ciudad, donde cumple condena.
El episodio del restaurante
Horrach le lanzó la pregunta a Florentino Pérez basándose al parecer –pero no está claro si es su único o principal fundamento– en que la exigencia de un pago de 10 millones por parte de Matas había salido publicada en la prensa. El pasado mes de agosto, el periodista de Diario de Mallorca Matías Vallés publicó, en efecto, una crónica bajo el título Este hijo de… me pide 10 millones.
En el texto, Vallés relataba el episodio sucedido meses atrás en un restaurante de Madrid donde un poderoso constructor y un hotelero mallorquín se habían reunido para almorzar.
Entonces, “entra un político que sobresale por el grado de corrupción que imprimió a su decisiones”. El empresario turístico le saluda. El “señor del ladrillo” hace como que no lo ha visto. Y ante la sorpresa del otro comensal, que le pregunta por qué ha fingido no reconocer al político en cuestión, el constructor responde así: “Porque ese hijo de puta me reclama constantemente 10 millones del hospital”.
El texto habla más delante de Florentino Pérez y de Juan Miguel Villar Mir. Y, aunque en ningún momento dice de forma expresa que fuese Florentino quien se negó a saludar al político corrupto de la historia ni que el corrupto fuese Jaume Matas, el contexto parece inequívoco. Así, al menos, lo entiende el fiscal Horrach.
En cualquier caso, permanece como un interrogante por qué Horrach le hizo semejante pregunta a Florentino Pérez. También interrogó a Villar Mir, jefe de OHL, sobre si hizo pagos a Matas por Son Espases, pero la diferencia estriba en que sobre este segundo empresario sí pesa una imputación –más la que ya tiene por supuesta financiación ilegal del PP nacional– y la sospecha de que estaba al tanto del presunto apaño de Son Espases.
El interés del fiscal por saber si Matas le exigió en algún momento 10 millones al presidente de ACS podría apuntar a que busca una pauta de comportamiento: aquella según la cual Matas habría cobrado a quienes le sobornaban pero, también –o lo habría pretendido al menos–, a cualquiera que ganase una adjudicación. ¿Sería esa, de existir, una estrategia dirigida a su solo enriquecimiento privado? De momento, tampoco hay respuesta.
La Fiscalía cree que la licitación estaba amañada en favor de OHL desde el primer instante. Y que se habría materializado con la adjudicación del hospital a la compañía de Villar Mir de no ser porque, el mismo día que la mesa de contratación planeaba desvelar su dictamen, la edición de Baleares del diario El Mundo contó que el procedimiento administrativo estaba trucado. O, lo que es lo mismo, hecho a medida de OHL, cuya oferta superaba en 100 millones el coste de la presentada por Dragados-FCC.
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Apaño incluso en la consultoría
Según fuentes de la investigación, las pesquisas efectuadas sobre Son Espases han puesto al descubierto, por ejemplo, que la consultora Global PM a la que el Govern encargó en marzo de 2006 valorar las ofertas presentadas para construir el hospital de Son Espases llegó a meta por inexistencia de rivales: según los investigadores del caso, las otras dos compañías a las que el Govern pidió ofertas para ese contrato de consultoría, valorado en 30.000 euros han admitido que enviaron meras ofertas de acompañamiento. Es decir, que hicieron el paripé a sabiendas de quién ganaría.
Fue esa consultora la que señaló la oferta de OHL como la más ventajosa pese a su mayor precio. El apartado técnico –fue el argumento– la colocaba en primer lugar. Una vez paralizada la adjudicación en diciembre de 2006, un segundo informe del Colegio de Ingenieros inclinó la balanza en favor de Dragados-FCC.
El interrogatorio como testigo a Florentino Pérez por el presunto amaño ordenado por Jaume Matas para que la adjudicación –740 millones de 2006 finalmente rebajados a 635– del hospital mallorquín de Son Espases beneficiase a la rival OHL y no a una filial de ACS, el grupo que dirige el presidente del Real Madrid y que había presentado mejor oferta, terminó este lunes con un inesperado golpe de efecto.