Parece lógico que cuando unos curas expresan en público –aun en tono jocoso– su deseo de ver morir pronto al papa, como ocurrió la semana pasada, la polémica esté servida. Y se antoja normal que tome cartas la jerarquía católica, como ha hecho la Archidiócesis de Toledo, a la que pertenecen dos sacerdotes que compartieron comentarios sobre negros rezos para el pontífice –Francisco Delgado y Gabriel Calvo– y un tercero –Rodrigo Menéndez, nieto de Blas Piñar– que sonreía en silencio.
Pero, ¿es ese el comportamiento más grave de estos curas en su foro "contrarrevolucionario", ahora en el foco? Eso sería mucho decir sobre una "tertulia sacerdotal" donde se defiende a machamartillo a Franco, donde se deja caer que la izquierda participó en el 11M y donde se sostiene entre risitas que puede que lo que España necesite sea una dictadura. Y todo ello sin que la jerarquía católica forzase una rectificación ni se desmarcase, como sí ha hecho ahora con los macabros comentarios sobre Francisco. El caso de La Sacristía de La Vendée –así se llama la tertulia– ilustra la impunidad con la que en el seno de la Iglesia se exalta a Franco.
La Archidiócesis de Toledo, a la que se remite la Conferencia Episcopal para cualquier comentario, asegura a infoLibre que tenía conocimiento de la tertulia antes de la polvareda por las palabras sobre el papa y que incluso había realizado "una amonestación por escrito" a un sacerdote, si bien no aclaró a cuál ni por qué ni cuándo. Tampoco con qué resultado. Lo seguro es que la amonestación no llegó a la intensidad de la reacción provocada por las palabras sobre el papa. Este periódico solicitó hablar con los tres curas tanto a través de la Archidiócesis como de un canal de La Sacristía de La Vendée, sin éxito.
Polémica, disculpa y posibles "medidas correctoras"
Las palabras que han puesto el foco sobre La Sacristía de La Vendée, canal de Youtube con más de 67.000 seguidores, tuvieron lugar la semana pasada y fueron desveladas por Vida Nueva Digital. Abrió fuego el padre Calvo, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo. "Yo también rezo mucho por el papa para que pueda ir al cielo cuanto antes", dijo. El padre Delgado, cura de la misma diócesis, que ejerce como conductor de la tertulia, se rió –quizás nervioso– y añadió: "Es una de las cosas que se puede pedir para cualquiera". A continuación otro invitado, el padre Charles Murr, de EEUU, añadió leña a la caldera: "Me uno a las oraciones del padre Gabriel". "Somos muchos con esa intención", apostilló Calvo. Sonreían otros asistentes, como el padre Menéndez, también de la Archidiócesis de Toledo. Delgado se animó, ya sin bridas: "A ver si rezamos más fuerte".
Esa es la base de toda la controversia. Después ha habido marejada. La Sacristía de La Vendée emitió una disculpa, o disculpa a medias, que puede leerse pinchando sobre este hilo.
Pero no ha sido todo. En la noche del miércoles la Archidiócesis, liderada por el arzobispo Francisco Cerro, publicó un comunicado de "profundo rechazo" en el que anunciaba posibles "medidas de corrección". Dejaba claro que era la Archidiócesis la que había reclamado la disculpa. El comunicado iba dirigido –sin nombrarlos– sólo contra dos de los sacerdotes, Delgado y Calvo, ambos en la Archidiócesis de Toledo pero que no tienen encomendado en ella ningún ministerio pastoral. Queda así fuera del reproche Menéndez, vicario parroquial en Mocejón, que se limitó a sonreír sin participar –aunque sin desmarcarse– del frenesí antipapal.
Este jueves La Sacristía de La Vendée insistió durante su programa semanal, titulado ¿Deberíamos abandonar la batalla?, en que los comentarios sobre el papa no expresan un deseo de su muerte. Todo era "una broma", dijo Francisco Delgado en una tertulia a la que también asistieron Calvo y Menéndez.
Ni "un céntimo" para indemnizaciones por pederastia
Pero La Sacristía de la Vendée es mucho más que un foro religioso en el que hay hueco para pasarse tres pueblos con el jefe supremo de la Iglesia. El encuentro semanal es un auténtico festival de extremismo derechista, con la izquierda, la modernidad y la homosexualidad en el punto de mira. Y con una obsesión: el rechazo a la "memoria histórica". Una de las tertulias, titulada Francisco Franco, cristiano ejemplar y que tuvo lugar en febrero de 2022, da idea del cariz. Oigamos qué se dijo allí.
El primero en tomar la palabra es el cura Francisco Delgado, ataviado con sotana y alzacuellos, que no arranca por el asunto central de la tertulia, la bondad cristiana de Franco, sino por la supuesta persecución a la Iglesia por los abusos a menores. "Los casos reales son muy pocos" y "son de sacerdotes a varones mayores de 15 años, es decir, casos de relaciones homosexuales, no de pedofilia", dice. Es "tremendo" que haya "acusaciones muchas veces evidentemente falsas". El supuesto problema de la pedofilia "es en realidad un problema de homosexualidad".
Las posiciones sobre la homosexualidad de Delgado, que cree que los católicos no deberían dar donativos si "un sólo céntimo de la Iglesia va a pagar indemnizaciones sobre casos [de pederastia] que sucedieron hace 40 años y cuyos supuestos autores están muertos o no se pueden defender", son bien conocidas. Y lo son porque él mismo las hace públicas en X. A su juicio, la homosexualidad es "una inclinación hacia el mal". Delgado ni siquiera esconde sus fobias: "Odio la homosexualidad, como odio cualquier pecado".
Por la canonización de Franco
Abordado el asunto de la homosexualidad, Delgado, columnista en Infocatólica, entra en materia: Franco. Que Delgado tiene inclinaciones franquistas es también fácil de comprobar en sus publicaciones.
El padre Delgado se muestra consciente, durante el programa sobre Franco, de que "lo que vamos a hacer en este programa" puede "incluso considerarse ilegal". "Pero ya ven lo que nos importa a nosotros, que es poco", aclara. Enfatiza "la deuda de gratitud que la Iglesia tiene hacia este gran hombre", cuyo "empeño fundamental fue la reconstrucción de la convivencia". "No se podrá hablar suficiente de la gran gesta que supuso la División Azul", añade.
Con un toque sarcástico, le hace llegar al entonces "señor arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro", considerado afín al papa Francisco, la "petición" de que canonice a Franco. "Seguro que mañana están trabajando en ello", ironiza.
Un cura popular en la derecha católica radical
El registro jocoso es habitual en la tertulia. Por ejemplo, Delgado les advierte a sus contertulios con un "os vais a reír" antes de decirles que hay quien piensa que Franco no puede ser un "cristiano ejemplar" porque un cristiano "tiene que ser demócrata". Efectivamente, los tres contertulios se ríen. Uno de ellos es Gabriel Calvo, el cura que la pasada semana dijo que reza para que el papa "pueda ir al cielo cuanto antes".
Orgullosamente reaccionario y preconciliar, es popular en círculos de la derecha católica radical. Articulista en Infovaticana, promocionado en la televisión El Toro, ha publicado al menos dos libros en Homo Legens, editorial en la órbita de Vox. También ha sido ponente en el "Congreso Nacional" del movimiento antiabortista 40 Días por la Vida. Otro ponente fue el obispo José Ignacio Munilla, estandarte de la línea más conservadora de la jerarquía.
"Organizándose o sirviéndose" del 11M
El padre Calvo despliega un discurso de sabor nacionalcatólico, según el cual España es intrínsecamente cristiana y oponerse al catolicismo es negar al mismo tiempo a Dios y a la patria. Su visión de la historia se nutre del pseudohistoriador revisionista Pío Moa. En el programa Francisco Franco, cristiano ejemplar, el cura Calvo no se limita a justificar el golpe de Estado de 1936, es que niega su existencia de raíz. Lo que hubo –insiste– fue un "alzamiento nacional" con fuerte apoyo popular contra el "cruel e injusto" Gobierno del Frente Popular.
Afirma que la derecha ha mordido el anzuelo de la historiografía de izquierdas e "incluso José María Aznar" ha afirmado que el 18J hubo un "golpe de Estado". "Pues así se lo pagó la izquierda dos años después, organizando o sirviéndose de ese atentado [el 11M], para echar del poder al Partido Popular", afirma. Eso dijo el padre Calvo, con su sotana y su alzacuellos: la izquierda "organizando o sirviéndose" del 11M. Un comentario que entronca con la teoría de la conspiración sobre los atentados.
infoLibre preguntó a La Sacristía de la Vendée por el sentido de estas palabras de Calvo. Sin respuesta. Para encontrar más claves sobre las ideas de este religioso sobre el 11M hay que ir a un programa especial sobre los atentados emitido en mayo de 2023. Ahí Calvo, que se resiste a aceptar que "unos moritos que vendían marihuana en El Retiro sean capaces de preparar el atentado más grande de la historia de Europa", se dedica a difundir todo tipo de ideas sin contrastar sobre el 11M y sus consecuencias.
Así se presenta el programa: "La versión oficial, con el paso del tiempo, es crecientemente inverosímil. En vísperas de unas elecciones generales [el 11M] constituyó un auténtico golpe de Estado que supuso el fin de la democracia liberal para dar paso al totalitarismo socialista. El PSOE de Zapatero y los terroristas de la ETA fueron los grandes beneficiados. Posteriormente, el PP de Rajoy también se hizo cómplice". Para Calvo el 11M explica que llegaran al poder Zapatero con su "totalitarismo masónico", Rajoy con su "estupidez" y Pedro Sánchez, al que llama "psicópata". El PSOE y ETA son "bandas criminales socialistas", añade.
Quizás España necesite otra dictadura
Volvemos a febrero de 2022. Afirma Calvo que Franco se levantó "contra la violencia y el desorden" de la República y que "en el bando nacional no hubo matanzas", por más que la izquierda hable de lo que sucedió, "si es que sucedió algo, en la plaza de toros de Badajoz, en agosto del 36". Todavía este viernes Calvo reiteraba su defensa del dictador ante otros cuatro asistentes a la tertulia, entre ellos Delgado y Menéndez: "Nosotros, como católicos, como españoles, estamos a favor de defender la memoria de Francisco Franco".
También toma la palabra en Francisco Franco, cristiano ejemplar el padre Rodrigo Menéndez, nieto de Blas Piñar –fundador de Fuerza Nueva– y articulista de Infocatólica. Es otro de los habituales de la tertulia. Ataviado también con sotana y alzacuellos, destaca la "talla inmensa" de Franco "a nivel humano" y su carácter de "promotor de la paz". "Salvó a España de la segunda guerra mundial", como "sólo él podía hacerlo", dice. ¿Fue un dictador? A su juicio, el franquismo "nunca tuvo vocación de dictadura". Fue, sostiene, una "democracia orgánica" que contribuyó a la "reconstrucción espiritual" de España. En cuanto a la represión, Menéndez la sitúa en un hilo histórico: "Hubo muchas ejecuciones judiciales, como Isabel La Católica ejecutó a muchísima gente o San Fernando o San Luis".
Una dictadura es lo que quizás hace falta en España ahora, dice desde Colorado Springs, en Estados Unidos, el sacerdote Roylan Recio, que da idea de lo lejos que han llegado los curas de este club. "A lo mejor la gente va a criticar, pero yo pienso que España puede que lo que necesite es eso, ¿no? Alguien que marque el camino", dice sobre la opción de una dictadura en la cita de febrero de 2022. Ante los comentarios de Recio sugiriendo desde Estados Unidos una dictadura para España, la sonrisa del padre Delgado es tímida; la del padre Calvo, amplia.
Una "amonestación" sin precisar
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El canal, que tiene más de 300 vídeos publicados desde octubre de 2020, acumula programas con títulos como estos: Contra la Agenda 2030 en la Iglesia y en el mundo, La cultura de la cancelación en la Iglesia, La masonería contra la Iglesia católica, Rendición de la Iglesia jerárquica ante los totalitarismos o Javier Milei, ¿peligro o esperanza? El panorama global que se pinta se resumiría así: Occidente está perdiendo el buen sentido, el rumbo moral que da la fe en Cristo, y lo más grave es que la Iglesia católica que lidera Francisco no ejerce de faro y guía.
Este periódico trató de recabar para este artículo la posición de la Conferencia Episcopal, que se remitió a Toledo. Dicha archidiócesis, sin entrar a valorar el contenido del programa de febrero de 2022, afirma que tenía "conocimiento de la existencia" de la tertulia antes de la polémica por las declaraciones del papa, y que la misma está amparada por la "libertad de opinión e información". No obstante, añade, se trata de un contenido "ajeno a la Archidiócesis" y que "no representa en modo alguno" su mensaje.
Y añade: "El Arzobispado había tomado medidas con anterioridad [a la controversia por el papa], habiéndose realizado incluso una amonestación por escrito a uno de los sacerdotes afectados. En la actualidad se están estudiando los procedimientos oportunos". La Archidiócesis no aclaró a quién había remitido la comunicación ni por qué motivo. Lo seguro es que el vídeo en que se exalta a Franco y se vincula a la izquierda con el 11M nunca fue retirado. Y que no hubo ninguna disculpa ni exigencia pública de disculpa, como sí hay ahora.
Parece lógico que cuando unos curas expresan en público –aun en tono jocoso– su deseo de ver morir pronto al papa, como ocurrió la semana pasada, la polémica esté servida. Y se antoja normal que tome cartas la jerarquía católica, como ha hecho la Archidiócesis de Toledo, a la que pertenecen dos sacerdotes que compartieron comentarios sobre negros rezos para el pontífice –Francisco Delgado y Gabriel Calvo– y un tercero –Rodrigo Menéndez, nieto de Blas Piñar– que sonreía en silencio.