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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

La fragmentación del voto puede devolver al bipartidismo a la situación de hace 25 años

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El 25-M valdrá tanto por los titulares que deje sobre PSOE y PP –si uno sale del agujero en el que se metió en 2011, si el otro recibe el respaldo ciudadano a sus políticas de ajuste– como por los movimientos que se produzcan en la cola de la lista. Ambos gozarán de atención. Las urnas medirán la fortaleza del bipartidismo y, a la vez, en cuánto se traduce la fragmentación del voto, cuántas son las fuerzas que consiguen arañar uno o más de los 54 escaños en liza. El nuevo Parlamento Europeo se compondrá de 750 miembros más su presidente. Capítulo aparte, claro, el índice de abstención, que podría ser histórica, por encima del umbral del 55,1% de hace cinco años. 

La mayoría de las encuestas, desde la del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hasta las últimas realizadas por institutos demoscópicos privados para distintos medios de comunicación –ayer domingo publicaron sendos sondeos El País y Abc–, coinciden en apuntar una tendencia: una atomización del espectro político para las europeas y una caída de los dos grandes partidos. El CIS atribuyó a PP entre 20 y 21 escaños, por los 18-19 del PSOE. El periódico de Prisa igualaba ayer a ambas fuerzas con 19 eurodiputados. El rotativo de Vocento, por su parte, otorgaba entre 21 y 22 actas a los conservadores, y entre 17 y 18 a los socialistas. PP y PSOE, juntos, rondan los 38-39 diputados. O sea, entre el 70,37% y el 72,22% del total de escaños a repartir (54).

Un porcentaje similar, en torno al 70%, sólo se encuentra acudiendo a los primeros comicios europeos que se celebraron en España. Así, en 1989 PP (17 actas) y el PSOE (28) sumaron el 75% de los asientos en juego (60). Y en 1989, concentraron el 70% del voto –los socialistas colocaron a 27 parlamentarios, y el PP, 15, de un total de 60–. En las siguientes coaliciones, los dos partidos acapararon más del 75% de los escaños en disputa: el 78,13% en 1994; el 79,79% en 1999; el 90,74% en 2004 y el 87,04% en 2009. Hay que tener en cuenta que el número de actas a repartir ha ido variando con el paso de los años: España se adjudicó 60 parlamentarios en 1987 y 1989, 64 en 1994 y 1999, 54 en 2004 y en 2009, tras la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. 

En 2009 y 2004, las dos citas con una mayor concentración del bipartidismo, obtuvieron escaño muy pocas fuerzas. Hace cinco años, conquistaron Estrasburgo seis formaciones: PP (24 diputados), PSOE (23), Coalición por Europa (3) –alianza liderada por CiU, PNV y Coalición Canaria–, IU-ICV (2), UPyD (1) y Europa de los Pueblos-Verdes (1) –entente de ERC, BNG, Aralar, Eusko Alkartasuna, Verdes y Chunta Aragonesista, entre otros–. Y hace diez años, se sentaron sólo cinco: PSOE (25), PP (24), Galeusca (2) –capitaneada por CiU, PNV, BNG– y Europa de los Pueblos (1) –ERC, EA y CHA–. Las de junio de 1989 fueron las elecciones en las que se visualizó un arco parlamentario más fragmentado: obtuvieron asiento 11 formaciones. Entre ellas, la agrupación Ruiz Mateos. 

Ahora, todas las encuestas indican que conseguirían un acta, con bastante seguridad, IU, UPyD –ambas al alza–, Coalición por Europa (CiU, PNV, CC, Compromiso por Galicia), L'Esquerra pel Dret a Decidir (ERC y Nova Esquerra Catalana) y Podemos, la formación fundada por el profesor y tertuliano Pablo Iglesias. También podrían lograr representación Los Pueblos Deciden –que integran EH Bildu y BNG–, Ciutadans y Primavera Europea, la coalición que lideran Equo, Compromís y CHA. Los sondeos dejan fuera a Movimiento RED (promovida por el juez Elpidio Silva), la ultraderechista Vox y el Partido X. 

Los dos grandes partidos son conscientes de la pujanza de los pequeños. El más despreciativo ha sido Mariano Rajoy, quien en varias ocasiones ha reiterado que dada la importancia de las decisiones que se toman en Europa y la necesidad de que trabajen allí partidos grandes con capacidad de influir, apoyar a los minoritarios no es más que “tirar el voto”. Los socialistas llaman al voto útil, remarcan las diferencias y resaltan que son los únicos capaces de frenar a “la derecha de [Angela] Merkel y Rajoy”.

A todas estas pequeñas formaciones les une un mensaje común de combate al bipartidismo, pero luego cada una ofrece matices lógicamente distintos. A continuación sigue un resumen de sus principales mensajes en esta campaña de las europeas del 25-M. 

01. IZQUIERDA PLURAL 

Willy Meyer encabeza una coalición que integran IU y otras 11 fuerzas –entre ellas, Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) y Anova–, la Izquierda Plural. Aquí apenas hay dudas: la federación de Cayo Lara sube en todas las encuestas. Hasta el entorno de los seis escaños, con lo que triplicaría sus resultados de 2009. Un sondeo propio les concedía entre 7 y 9 actas. De cualquier modo, sería su mejor resultado desde 1994, cuando conquistó nueve asientos en la Eurocámara (de un total de 64 para España, un 14,06%). 

IU ha concentrado todos sus esfuerzos en pedir a los electores que les ayuden a desalojar del corazón de la UE al bipartidismo, convencerles de que tienen en sus manos, con su voto, todo el poder para decidir un nuevo futuro. El poder de la gente, dice su lemaEl poder de la gente. Y por eso mismo Meyer, Lara y el resto de candidatos se han afanado en intentar demostrar cómo PSOE y PP han actuado mancomunadamente en la Unión, votando juntos el 73% de las iniciativas que han pasado por la Eurocámara

En estas llegaron Miguel Arias Cañete y Felipe González. Los dos, en sendas entrevistas en Vocento y en La Sexta, aseguraron que no descartaban una gran coalición si el país lo necesita. IU se felicitó. Sentía que la operación que venía denunciando –y de la que informó infoLibre– era destapada por algunos de los popes de los dos grandes partidos. De ahí que Meyer haya reiterado en campaña que esta es la "primera vez que IU ha condicionado una campaña por decir la verdad", al afirmar que "los responsables de la crisis son el PP y el PSOE europeos". Los que "pusieron de rodillas" a España ante la troika y los que pretenden salvar los muebles si el bipartidismo se resquebraja. PP y PSOE han apoyado todos los tratados de la Unión que han puesto "la bota en el cuello" a los ciudadanos, decía Meyer ayer desde Valencia, una de las plazas fuertes de IU. 

La federación también es consciente de que su mensaje ha calado de tal modo que ha obligado a los socialistas a defenderse, subrayar sus diferencias con el partido de Mariano Rajoy, recalcar que son "lo opuesto". Una estrategia que se singulariza con una web puesta en marcha por Ferraz en campaña: nosomoslomismo.es. "No seréis lo mismo pero haceislomismo.com", clamaba ayer el cabeza de lista. 

IU se presenta, pues, como la auténtica alternativa, la que abandera un proyecto "de verdad" de izquierdas, que incluye un modelo productivo no especulativo, de lucha por el empleo y contra la precariedad laboral, de defensa del Estado del bienestar, de profundización democrática y de apertura de un proceso constituyente también en la UE. 

La federación mira con envidia el espectacular crecimiento de su homólogo griego, Syriza, que dirige Alexis Tsipras, el candidato del Partido de la Izquierda Europea (PIE) a la Presidencia de la Comisión Europea.

02. UPyD

UPyD también ha jugado fuerte contra el bipartidismo. Pero en un sentido distinto a IU. Su principal bandera es la regeneración democrática, la lucha contra la corrupción. En los últimos días, ha denunciado que los dos partidos "pactaron" no hablar de esta en el debate televisado entre Elena Valenciano y Miguel Arias Cañete. Ayer Rosa Díez intentó conjurar en Sevilla la abstención advirtiendo a los electores de que quien no acuda a las urnas "indulta a los corruptos". El sábado, desde Alicante, también dijo a los votantes que no pueden quedarse en casa "cabreados y discutiendo con la tele", sino apostar por partidos "limpios y transparentes" como el suyo. 

La formación de Díez, y sus dos principales candidatos, Francisco Sosa Wagner y Maite Pagazaurtundua, insisten en cada mitin que ellos representan una fuerza completamente distinta, nueva, hasta revolucionaria. No sólo frente a PSOE y PP, que "gestionan España en régimen de gananciales" y "hasta hacen campaña diciendo las mismas cosas", sino también frente a IU, a la que recuerda que a la hora de la verdad se conforma "con una vicepresidencia y unas cuantas consejerías", como en Andalucía, y renuncia a proclamas históricas, como la reforma de la Ley Electoral. UPyD es asimismo el partido que más hincapié hace en la política antiterrorista. 

03. COALICIÓN POR EUROPA

En Cataluña se vive una campaña paralela a la nacional, si cabe aún más protagonista. Es el primer test de la consulta soberanista, la primera cita en la que miden sus fuerzas una ERC al alza y una CiU a la baja y que intenta por todos los medios no quedar segunda en el podio. 

Artur Mas es consciente de que se juega parte de su capital político el 25-M. Por eso ayer domingo el presidente de la Generalitat pidió el voto para Coalición por Europa y su cabeza de lista, Ramon Tremosa, para reforzar a los que como él "reciben de verdad las bofetadas" por sacar la cabeza por un referéndum soberanista que convocará el 9 de noviembre sin miedo "a represalias". Así entró de lleno en la campaña, reivindicando para su formación el papel central, el liderazgo clave: "Sin CiU no sería mayoritario", advirtió. Además, sus candidatos son "valores seguros, no son experimentos". Los nacionalistas también cargaron contra PP y PSOE por haber "fracturado" y "aislado" a España y por no haberse siquiera referido a la situación catalana en el cara a cara en TVE, cuando sí que se discutió sobre ella en el debate a cinco entre los aspirantes a la presidencia de la Comisión Europea, el pasado jueves 15 de mayo.

Mas se ha asegurado el apoyo del presidente de la Alianza de los Liberales de Europa y candidato a la jefatura del Ejecutivo comunitario, Guy Verhofstadt, quien apeló en Barcelona a "respetar la opinión de los catalanes". 

El PNV, mientras, pisa mucho menos fuerte en su oferta soberanista. El líder del partido, Andoni Ortuzar, fustigaba ayer a Bildu porque su mayor "ofertón" es sacar a Euskadi de la Unión Europea, una posibilidad sin embargo que no ha refrenado a las fuerzas separatistas catalanas.

04. L'ESQUERRA PEL DRET A DECIDIR

ERC se juega mucho pellejo el 25-M. Puede convertirse en la primera fuerza política catalana, una victoria que sólo encontraría un precedente en la Segunda República. Ese crecimiento de los republicanos les llevó, primero, a rechazar una alianza con CiU y, después, a no conformar ninguna coalición con ninguna otra fuerza fuera de Cataluña. De hecho, L'Esquerra pel Dret a Decidir es como el sobrenombre de ERC, pues sus aliados son Nova Esquerra Catalana –el partido fundado por el exconseller socialista Ernest Maragall en 2012– y Catalunya Sí. La lista la encabeza Josep Maria Terricabras, y le sigue el propio Maragall.

Los republicanos quieren marcar el paso a Mas, hacer que no desfallezca. Oriol Junqueras, el presidente del partido, ya decía ayer que no aspira a ganar las elecciones aunque pueda estar en condiciones de vencer, sino a impulsar el proceso soberanista y a decir al president que, si se "rinde" y no pone urnas para la consulta, ERC le "relevará". "Lo primero es que el pueblo catalán pueda decidir su futuro en un referéndum", gritó Junqueras en pabellón del Vall d'Hebron de Barcelona ante 1.800 seguidores. Entre ellos, por cierto, el expresident Pasqual Maragall, que fue ovacionado. . 

Los republicanos han advertido reiteradamente a Mas de que no aceptarán canjear el referéndum soberanista por unas elecciones plebiscitarias, el plan B defendido por el president en varias ocasiones. Una de las últimas, la pasada semana en la Ser

05. PODEMOS

Si Pablo Iglesias consigue pasaporte para Bruselas, será sin duda la gran novedad de estas europeas. Su partido, Podemos, nació como plataforma en enero de este año, después de que fracasara el intento de IU de armar una candidatura con participación amplia de los movimientos sociales. Alumbrado ya el nuevo proyecto, fue imposible la convergencia con la federación de Lara porque reclamaba un proceso de primarias abiertas para elegir al cabeza de lista. IU se negó. Desde entonces, ambas fuerzas siguieron caminos divergentes. 

Podemos no hace campaña contra IU, porque considera que es una fuerza amiga que defiende las mismas banderas, aunque lo cierto es que le restará votos. En poco tiempo, el partido ha crecido como la espuma gracias a la popularidad de su líder y de fichajes sonados como el del exfiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo. Este da el nombre a la propuesta estrella anticorrupción, la directiva Villarejo, que persigue "acabar con la puerta giratoria" y limitar mandatos y sueldos. Iglesias carga asimismo contra los dos grandes partidos –"En las cuestiones fundamentales están básicamente de acuerdo"–, contra la troika, las instituciones tecnocráticas, los bancos y los poderes financieros y la "casta política". Él, como IU, apoyará a Alexis Tsipras como candidato a la Presidencia de la Comisión. 

06. PRIMAVERA EUROPEA

Equo, Compromís y CHA lideran una coalición en la que se integran Democracia Participativa, Por Un Mundo + Justo, el ceutí Caballas, el Partido Castellano y Socialistas Independientes de Extremadura (SIEX). A pesar del tirón de Compromís en la Comunitat Valenciana, las encuestas no se ponen de acuerdo: algunas sí pronostican su entrada en la Eurocámara; otras, le dejan fuera. Sus tres primeros candidatos, Jordi Sebastià, Florent Marcellesi y Ángela Labordeta, todos elegidos en primarias. 

Primavera Europea pone el acento en el combate a los recortes y las políticas de austericidio, la regeneración democrática, la plurinacionalidad, la economía verde y la Europa sostenible. Los integrantes de la alianza, así como los jefes de los partidos, han animado a los electores a arriesgarse a votar "diferente" porque "hay otra forma de hacer las cosas y de construir Europa". Y a dar, en definitiva, la "sorpresa" de este 25-M. Sus referentes para la jefatura de la Comisión son la alemana Ska Keller y el francés José Bové, ganadores de las primarias abiertas en todo el continente. 

07. CIUTADANS 

Ciutadans quiere utilizar el 25-M como banco de pruebas para su expansión nacional, aprovechando su mayor tirón en Cataluña, comiendo apoyos procedentes del PSC y del PP, defendiendo una postura clara contra la consulta y, al mismo tiempo, erigiéndose como una formación nueva, sin mácula, y con sus raíces en la regeneración democrática. Su cabeza de lista, elegido por primarias, es el abogado y tertuliano Javier Nart. 

Cataluña y el referéndum secesionista ha copado los mensajes de campaña. Así, Nart ha reivindicado Ciutadans como "la voz en el silencio del Parlamento Europeo contra la amenaza secesionista". Y ha culpado a PSOE y PP de hacer invisibles estos comicios al enviar a Estrasburgo a sus "jubilados" o "amortizables". En definitiva, dos señas de identidad: combate al bipartidismo y al separatismo. 

08. LOS PUEBLOS DECIDEN

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La concurrencia en solitario de ERC han puesto más caro el escaño a la otra mitad de la antigua candidatura Europa de los Pueblos. Las encuestas no dejan claro si la nueva alianza, que lideran EH Bildu y BNG, será capaz de colarse en la Eurocámara. 

Su cabeza de lista, Josu Juaristi, ha apostado por utilizar el 25-M como "palanca para avanzar hacia un pueblo libre". Es la candidatura, dijo recientemente, que no "quieren ver ni oír" ni Mariano Rajoy, ni Alfredo Pérez Rubalcaba, ni la presidenta navarra, Yolanda Barcina. Ellos son "el voto que le duele al régimen, el único voto contra el régimen".

La número dos de la candidatura es la nacionalista gallega Ana Miranda, quien el viernes pasado pidió a los ciudadanos que no permitan una Europa llena de “Cañetes”, porque sólo sirven para aplicar las consignas de la troika.

El 25-M valdrá tanto por los titulares que deje sobre PSOE y PP –si uno sale del agujero en el que se metió en 2011, si el otro recibe el respaldo ciudadano a sus políticas de ajuste– como por los movimientos que se produzcan en la cola de la lista. Ambos gozarán de atención. Las urnas medirán la fortaleza del bipartidismo y, a la vez, en cuánto se traduce la fragmentación del voto, cuántas son las fuerzas que consiguen arañar uno o más de los 54 escaños en liza. El nuevo Parlamento Europeo se compondrá de 750 miembros más su presidente. Capítulo aparte, claro, el índice de abstención, que podría ser histórica, por encima del umbral del 55,1% de hace cinco años. 

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