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28A | Elecciones generales

La fuga de Garrido a Cs alimenta la sensación de "desbandada" en el PP

Ángel Garrido junto a Ignacio Aguado tras el anuncio del fichaje.

El expresidente de la Comunidad de Madrid Ángel Garrido arruinó ayer un momento dulce al líder del PP. Cuando Pablo Casado se disponía a inaugurar un día de actos en Andalucía tras un segundo debate televisado en el que se encontró más cómodo y más en su papel de líder de la oposición que en el de TVE, a la dirección nacional del partido le llegó por la prensa la noticia de que fichaba por Ciudadanos. No se trataba de un gesto menor por mucho que desde sectores del partido se tratara de minimizar. Garrido, que había sido designado número cuatro del PP a las elecciones europeas, aceptaba pasarse al partido naranja, donde se le había prometido el puesto número 13 por la Asamblea de Madrid. Esto ocurría el mismo día que el Boletín Oficial del Estado publicaba las listas al Parlamento Europeo para los comicios del 26 de mayo.

En el PP sostienen que el golpe de la marcha de Garrido es bastante más digerible que el que hubiese supuesto el portazo de cualquier miembro de la dirección nacional. O de los pocos marianistas que quedan en las listas a las elecciones generales. Pero su fuga, a cuatro días del 28A, alimenta la sensación de "desbandada", según coinciden dirigentes consultados por infoLibre. "Desbandada" porque en los últimos días no ha sido sólo Garrido quien ha decidido renunciar a su carnet del PP. También lo han hecho otros políticos que, como él, tuvieron su peso en la estructura del PP madrileño en la etapa de Esperanza Aguirre. Es el caso de Íñigo Hernríquez de Luna y Fernando Martínez Vidal, que han sido concejales en el consistorio madrileño y que ahora apuestan por Vox. Pero también del expresidente de Balears José Ramón Bauzá, que irá en la lista de Cs al Parlamento Europeo.

Y "desbandada" también por el temor a que estas bajas de dirigentes vayan acompañadas también por un resultado electoral peor que el que pronostican las encuestas. Por ese miedo a que no sean sólo los dirigentes que se ven desplazados en las listas los que dejan al PP, sino también un electorado al que siempre se ha supuesto muy fiel.

Nadie en el PP de Casado intuía el movimiento de Garrido. El lunes acudió a la sede nacional del partido a firmar la declaración jurada en la que aceptaba ir en la lista europea (él dice que lo hizo hace una semana). Quienes coincidieron con él aseguran que su trato fue cordial y que parecía contento con dar el salto al Parlamento Europeo

"Rencor" e "injusticia"

Su cabreo con Casado por haber apostado por Isabel Díaz Ayuso como candidata en vez de por él no era ningún secreto en el partido. Él mismo había admitido en público que se había llevado un buen chasco. Pero el hecho de que hubiese sido recompensado con un puesto en la lista al Parlamento Europeo, candidatura para la que ha habido verdaderos codazos en el PP, hacía pensar que las heridas habían empezado a cerrarse.

En este contexto, los dirigentes del PP de Madrid consultados por este periódico recurren a una palabra para explicar este portazo: "rencor". Según estas mismas fuentes, Garrido llevaba desde que fue descartado como candidato quejándose amargamante de que con él se había hecho "una injusticia". "No entendía como Díaz Ayuso, más joven que él, que había estado a sus órdenes y que tenía menos experiencia había logrado imponerse", relata un diputado conservador en la Asamblea de Madrid. "Sólo desde el rencor se entiende que prefiera ser número 13 a la Asamblea de Madrid que cuatro al Parlamento Europeo", añade.

En Génova 13, cuartel general de los conservadores y que también alberga la sede del PP de Madrid, una de las palabras que más se escuchaba a la hora de resumir el episodio protagonizado por Garrido es"deslealtad". Por no haber tenido el valor de informar a Casado y por haber aceptado el puesto en la lista europea que ahora debe rechazar. Le afean, además, que se vaya una vez que ha logrado incluir a personas de su confianza en la lista del Ayuntamiento de Madrid y en un par de municipios de la Comunidad.

Garrido aseguró que se va al partido que "mejor representa los valores del centro liberal" y que lo hacía "por principios". En su entorno subrayan que no estaba cómodo con la forma en la que algunos de sus compañeros se estaban acercando a Vox.

Tapar "un mal debate" de Albert Rivera

En el PP, que están convencidos de que Ciudadanos anunció este miércoles el fichaje de Garrido para tapar "un mal debate de Albert Rivera" en Atresmedia, no ocultan que Ayuso puede salir "algo perjudicada" de esta maniobra. Pero confían en que los votantes sepan castigar este episodio de transfuguismo. "No sé si hay alguien de Ciudadanos en la lista de Ciudadanos", dijo con ironía el número dos del PP, Teodoro García Egea. "Hay mucha gente que dedica mucho tiempo a trabajar por el PP y que se merece más que Garrido ir en esa lista electoral [la de las europeas]", remató.

La candidata madrileña ha protagonizado no pocos episodios polémicos. Los últimos, el relacionado con contar con los no nacidos como miembros de la unidad familiar y esas declaraciones, de este mismo miércoles, en las que echaba de menos los atascos en las noches de los fines de semana desde la entrada en vigor del protocolo Madrid Central, que restringe la entrada de vehículos en los barrios del centro de la capital.

PP, segunda fuerza en las encuestas; Cs, cuarta

Según la última encuesta de Telemadrid, el PSOE de Ángel Gabilondo sería el ganador de las autonómicas con el 24,7% de los votos, mientras que el PP de Ayuso, con un 22%, era la segunda fuerza, pero con posibilidades de un pacto a la andaluza con Cs y Vox.

En el mismo sondeo, Vox adelantó a Ciudadanos (14,9%) y con el 17,2%de intención de voto, se ubicaba como tercera fuerza política en la Comunidad de Madrid tras PP y PSOE. 

'Aguirristas' que aguantaron con Rajoy... pero que se van del PP de Casado

Las últimas fugas de Casado –Garrido, Henríquez de Luna y Martínez Vidal– tienen en común el partido del PP de Madrid, la formación regional en la que el líder de los conservadores se estrenó en política, de la mano de Esperanza Aguirre. Si a Casado se le puede considerar aguirrista, lo mismo se puede decir de muchos años de la carrera de Garrido –aunque después acabaría sustituyendo a Cristina Cifuentes–, Henríquez de Luna y Martínez Vidal.

Henríquez de Luna fue durante años el líder del PP del distrito madrileño de Salamanca, uno de los principales caladeros de votos del partido conservador. Pese a que por su cargo no debería haber tenido un protagonismo especial en las filas conservadoras, se hizo famoso en 2008, en los meses previos al XVI Congreso Nacional del PP, cuando Rajoy, en sus horas más bajas de liderazgo, esquivaba zancadillas de quienes no querían que fuese elegido presidente del partido. De Henríquez de Luna partió una enmienda a la ponencia de Estatutos para que los líderes del partido fuesen elegidos por el sistema de primarias, un golpe a la forma en la que iba a ser reelegido Rajoy. Pese a que Aguirre negó ser la autora intelectual de este movimiento a favor de las primarias en el seno del PP que ella presidía, sí admitió verlo con "simpatía"

Henríquez de Luna parecía llamado a sustituir a Aguirre como portavoz del PP en el consistorio madrileño cuando ésta dejó la polémica en plena ebullición de la operación Púnica y de otros escándalos de corrupción que se habían gestado mientras ella estaba al frente de los conservadores madrileños. Había sido el número dos de la lista. Al final se impuso José Luis Martínez-Almeida, también de la confianza de Aguirre, y ahora candidato al consistorio. Tiene una excelente relación con Pablo Casado y es uno de los rostros de la "renovación tranquila" impulsada por el líder del PP de la que tanto hablan en Génova. Hoy Henríquez de Luna ya está en Vox, el partido del exmilitante del PP Santiago Abascal, por no haber encontrado acomodo en la listas, según interpretan en el partido.

Valores de quita y pon

"Hay algunos para los que los valores dependen del puesto de la lista en el que les pongan", reaccionó García Egea el martes en rueda de prensa preguntado por los casos de Henríquez de Luna y Martínez Vidal.

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Garrido, Henríquez de Luna y Martínez Vidal estuvieron del lado de Esperanza Aguirre en uno de los momentos más delicados del PP de Madrid. Era octubre de 2009 y el por entonces vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, había concedido una entrevista a El País en la que, con la crisis por la presidencia de Caja Madrid como telón de fondo, señalaba que "los cercanos a Aguirre" habían puesto a Rodrigo Rato "en un escaparate de cloacas y ambiciones".

Las declaraciones le costaron a Cobo un expediente de suspensión temporal de militancia, pero el PP de Aguirre intentó que Cobo dimitiera. Fue el ahora fichado por Ciudadanos el que puso sobre la mesa esta petición que fue sometida a votación en el Grupo Municipal. La perdieron por 13 votos frente a 19. Entre quienes votaron a favor estaban Garrido, Henríquez de Luna y Martínez Vidal.

Un histórico dirigente del PP no oculta su sorpresa por el hecho de que estos dirigentes, que no dieron un portazo al PP de Rajoy, lo den ahora cuando el presidente del PP es Pablo Casado, "el preferido de Esperanza Aguirre" y el que ha logrado que "Aznar vuelva a sentirse del PP". En línea con las declaraciones del secretario general del PP, la misma fuente se pregunta dónde están las lealtades de estos excompañeros de partido que deciden irse a otras formaciones cuando no han logrado los cargos a los que aspiraban.

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