El fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, abusó sexualmente de menores de edad durante décadas con el pleno conocimiento del Vaticano. Lo ha confesado el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz. Según publica este miércoles el diario El País, el cardenal reconoció en una entrevista que la Santa Sede lleva décadas silenciando casos de pederastia en el seno de la Iglesia: “Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error”, dijo.
Maciel, recoge el diario, era amigo personal de varios pontífices y el mayor depredador sexual de la historia reciente de la Iglesia —el papa Juan Pablo II, incluso, lo presentó durante años como apóstol de la juventud—. El periódico, además, afirma que el Vaticano tenía constancia de las actividades delictivas de Maciel desde 1943. Sin embargo, Benedicto XVI lo invitó en 2006 a irse a México donde murió dos años más tarde sin haber sido castigado ni haber pedido perdón.
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El religioso ya fue investigado por la Iglesia entre 1956 y 1959 por presuntos abusos sexuales a menores pero, a pesar de que aquellas premisas condujeron a la expulsión de Maciel de Roma como superior general, éste continuó ejerciendo amparado por el Vaticano. No obstante la Santa Sede siguió guardando silencio cómplice a pesar de las múltiples denuncias de sus víctimas —varias interpuestas por mujeres con las que Maciel tuvo hijos—. Maciel, incluso, fue postulado para ser santo pero un grupo de seminaristas y víctimas del religioso consiguió frenar la canonización.
El fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel, abusó sexualmente de menores de edad durante décadas con el pleno conocimiento del Vaticano. Lo ha confesado el prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz. Según publica este miércoles el diario El País, el cardenal reconoció en una entrevista que la Santa Sede lleva décadas silenciando casos de pederastia en el seno de la Iglesia: “Tengo la impresión de que las denuncias de abusos crecerán, porque solo estamos en el inicio. Llevamos 70 años encubriendo, y esto ha sido un tremendo error”, dijo.