La fundación Fundescam, ahora investigada en la Operación Púnica dentro la pieza secreta sobre financiación del PP, siguió recibiendo subvenciones del Gobierno de Madrid después de que una investigación periodística destapara en mayo de 2009 que había sido utilizada como canal opaco para captar donaciones y sufragar gastos electorales de las campañas de Esperanza Aguirre. Entre ese momento y febrero de 2012, la fundación ingresó en sus cuentas nada menos que 478.936 euros de las arcas públicas madrileñas. En total, y según datos oficiales, la Comunidad de Madrid trasvasó a Fundescam 1.378.000 euros en ocho años dentro del programa de ayudas para fundaciones vinculadas a partidos políticos.
El 21 de octubre de 2009, con el escándalo en pleno auge y cuando Aguirre ya había reconocido que la fundación no presentó las cuentas de 2005, 2006 y 2007 hasta una semana después de que el diario Público desvelase sus manejos, el Gobierno de Madrid dio vía libre a una nueva ayuda de 200.620 euros para Fundescam. A su frente se encontraba la propia Esperanza Aguirre, que presidió la fundación desde febrero de 2005 hasta comienzos de 2010.
Fue en 2010 cuando la Policía incorporó al sumario de Gürtel un informe que certificaba la importancia capital de Fundescam en la operativa de financiación ilegal de las campañas de 2003 y 2004, pero el Ejecutivo regional volvió a inyectarle fondos: esta vez, 150.465 euros. En 2011, el Ejecutivo regional aprobó la última ayuda de la serie y la única de la que hay rastro en el boletín oficial: 127.850 euros.
Además de Fundescam, las subvenciones otorgadas por la Comunidad de Madrid fueron percibidas por una fundación vinculada al PSOE –Fundación para el Estudio de los Problemas de las Ciudades, 929.391 euros en total– y por otra de Izquierda Unida: Fundación de Estudios Municipales y Territoriales, Fundeste, que ingresó por esa vía 225.228 euros. En 2011, se incorporó una cuarta fundación al listado, Progreso y Democracia, impulsada por UPyD y que ese año logró 14.225 euros de la Comunidad de Madrid. Las fuentes consultadas en la Comunidad de Madrid aseguran carecer de datos sobre por qué la convocatoria de 2011 fue la última de la que se beneficiaron las fundaciones ligadas a partidos.
Los documentos internos del PP difundidos en mayo de 2009 ya demostraban el verdadero papel jugado por Fundescam. En las dos elecciones autonómicas de 2003 –las del tamayazo y las que luego auparon a Esperanza Aguirre a la Presidencia de Madrid– así como en las generales de 2004 –cuando Iberia se sumó a la lista de donantes–, Fundescam recaudó no menos de 700.000 euros de empresarios que después se alzaron con más de 200 contratos públicos. Y abonó más de 300.000 euros por facturas falsas que le había endosado la trama Gürtel y que en realidad se correspondían con servicios electorales para el PP. En 2010, la Fiscalía Anticorrupción adujo que los eventuales delitos perpetrados a través de Fundescam habían prescrito y zanjó las investigaciones.
Ahora, las pesquisas que el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco desarrolla sobre la financiación del PP madrileño en las elecciones autonómicas de 2007 y 2011 y las generales de 2008 han colocado de nuevo el foco sobre Fundescam. Y han situado en primer plano a algunos de los que ya en 2003 se convirtieron en grandes donantes de Fundescam. Entre ellos, Arturo Fernández, expresidente de la patronal madrileña CEIM.
En 2003, el histórico propietario del Grupo Cantoblanco, cuyos contratos de gestión de la cafetería de la Asamblea de Madrid investiga la Guardia Civil, donó 57.000 euros a Fundescam. En 2007, y así lo declaró hace unas semanas ante el juez Eloy Velasco, donó otros 60.000 euros. En esa comparecencia, Fernández fue interrogado sobre otros tres empresarios, dos de los cuales ya constaban como donantes de Fundescam en 2003. Este diario omite sus nombres por cuanto no ha podido recabar su versión sobre sus hipotéticas donaciones a Fundescam para la carrera electoral de 2007.
El manuscrito y el pendrive
El registro del domicilio de Beltrán Gutiérrez, gerente del PP en la etapa de Esperanza Aguirre y también de Fundescam, se saldó con la incautación de distintos manuscritos que detallan la presunta caja B en las elecciones de 2007. Algunas fuentes conocedoras del sumario sostienen que las siglas FU que aparecen en ese manuscrito junto a una cifra –"1,5", supuestamente 1,5 millones de euros– hablan de la fundación Fundescam.
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La Guardia Civil también encontró en casa del exgerente un pendrive donde aparecería detallada la contabilidad B del PP madrileño. Según la Cadena SER, los archivos almacenados en ese dispositivo indican que el PP obtuvo cinco millones de euros en ingresos opacos para las autonómicas de 2007 y 2011. Fundescam habría aportado al partido alrededor de 200.000 euros por año para gastos ordinarios y una cantidad superior en época preelectoral. Tanto en 2008 como en 2009, Fundescam obtuvo de la Comunidad de Madrid sendas subvenciones por 200.000 euros.
Los papeles del gerente incluyen también referencias a distintas empresas, entre ellas Over Marketing. Junto con sus empresas satélite, Over obtuvo casi 10 millones en adjudicaciones del Gobierno de Esperanza Aguirre. Su propietario admitió en 2012 ante la Fiscalía Anticorrupción dos cosas: que había recibido contratos amañados no solo en Baleares –declaró en el caso Palma Arena– sino también en otras comunidades como Madrid; y que el beneficio que obtenían quienes le adjudicaban esos contratos era el de que su grupo no le cobrase al PP "la totalidad de los costes" por trabajos electorales.
El grupo Over hizo en 2007 la campaña de 12 candidatos municipales del PP. Pero la contabilidad oficial del PP solo anotó 10.440 euros.
La fundación Fundescam, ahora investigada en la Operación Púnica dentro la pieza secreta sobre financiación del PP, siguió recibiendo subvenciones del Gobierno de Madrid después de que una investigación periodística destapara en mayo de 2009 que había sido utilizada como canal opaco para captar donaciones y sufragar gastos electorales de las campañas de Esperanza Aguirre. Entre ese momento y febrero de 2012, la fundación ingresó en sus cuentas nada menos que 478.936 euros de las arcas públicas madrileñas. En total, y según datos oficiales, la Comunidad de Madrid trasvasó a Fundescam 1.378.000 euros en ocho años dentro del programa de ayudas para fundaciones vinculadas a partidos políticos.