El Gobierno quiere que los Presupuestos Generales del Estado para 2021 sean una realidad a finales de diciembre, lo que permitiría celebrar el primer aniversario de la investidura de Pedro Sánchez y del Ejecutivo de coalición con unas cuentas públicas ya sin el sello del Partido Popular. Ha llegado, pues, la hora de la verdad. Tras superar hace una semana las enmiendas de totalidad con un amplísimo apoyo –198 diputados– en la Moncloa y en los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos están en la fase de revisar las enmiendas parciales registradas esta semana en el Congreso. En ningún momento les pasa por la cabeza que los Presupuestos no vayan a salir. Porque lo ocurrido la semana pasada en el debate de totalidad, defienden, les abona el camino para el éxito. Lo que menos claro tienen a medida que pasan los días es que Inés Arrimadas vaya a estar en la foto final.
En el Gobierno subrayan que su intención es negociar hasta el "último minuto" con Ciudadanos. Ciudadanos Y aseguran que la propia Arrimadas sabe que esta es la intención de Sánchez puesto que ambos vienen ya de sellar un número importante de acuerdos desde que en marzo nos invadió la pandemia. Materia y margen para el acuerdo, hay, insisten. Pero, de forma paralela, perciben cada vez más señales de que la líder del partido naranja quiere empezar a marcar distancias. En este sentido, lamentan que se haya abonado a los "vetos cruzados", en alusión a las advertencias de que a ellos no les encontrarán en unos Presupuestos en los que también estén Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y EH Bildu. También meten en la coctelera la pelea desatada entre las fuerzas de la derecha por liderar este espacio político.liderar este espacio político
En la Moncloa, sobre todo en el sector socialista del Gobierno, no gusta nada que la batalla de la recta final de las cuentas públicas se esté centrando más en el "quién", en los grupos que abogan por según qué cosas, que en el "qué", en las propuestas concretas que permitirán que España afronte las consecuencias económicas y sociales de la crisis del covid-19 en mejores circunstancias.
El debate entre el "quién" y el "qué"
Y en el caso de Cs, ¿qué hay del "qué", del contenido? A la espera de hacer un análisis más exhaustivo de las enmiendas registradas por el Grupo Parlamentario de Ciudadanos (10 escaños), en el Ejecutivo ven margen para negociar con Arrimadas y los suyos medidas sobre autónomos, pequeñas y medianas empresas (pymes) y Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE). La formación naranja ha presentado más de 300 enmiendas.
En concreto, Cs la de la prórroga de los ERTE al menos hasta julio. "Ante las perspectivas de evolución desfavorable que presenta la segunda ola de la pandemia de covid-19 en España para los próximos meses, planteamos que ya en estos Presupuestos se recoja una prórroga de la duración de los ERTE iniciados durante el primer estado de alarma y de la prestación extraordinaria por cese de actividad para autónomos hasta el 30 de junio de 2021. No queremos volver a esperar a que llegue el 31 de enero, último día previsto para la finalización de estas medidas, para decidir si se prorrogan", señalan.
Una de las iniciativas relacionada con los autónomos es la de la aprobación de un Plan de protección del turismo y la hostelería, "ambicioso" y "con medidas específicas" para los negocios de este sector "dotado con un presupuesto a la altura para sostener a las empresas y autónomos que siempre han funcionado y que tan mal lo están pasando en estos momentos". Esto iría ligado a un fondo especial de ayudas directas al turismo y la hostelería que contará con 20.000 millones de euros de dotación para el periodo comprendido entre 2021 y 2023.
"Nuestras enmiendas están orientadas a mejorar la vida de las familias, autónomos y pymes de nuestro país, a fortalecer la sanidad en un contexto de pandemia y a asegurar una gestión responsable de los fondos europeos", destacan en Cs.
Tiempo "inédito y complejo"
Ciudadanos y el Gobierno coinciden en esa coletilla de estar dispuestos a negociar "hasta el último minuto". El principal problema en estas negociaciones va a estar en aquellas condiciones que Arrimadas pone más allá de lo que está en el libro de los Presupuestos, de aquello que trasciende a los números. Ya antes de apartarse de las enmiendas de totalidad permitiendo que los Presupuestos siguiesen su trámite parlamentario, los liberales fijaron las denominadas "líneas naranjas" a las que Sánchez tendría que hacer caso si quiere sus diez escaños en las cuentas públicas para 2021. Son dos. Una: "El Gobierno de España debe comprometerse a rectificar su voluntad de excluir por ley el español como lengua vehicular con esa enmienda a la Ley Celaá Ley Celaá y frenar que pueda blindarse legalmente la exclusión del español como lengua vehicular", algo sobre lo que no hay marcha atrás. Y dos: "El Gobierno de España debe comprometerse a oponerse a todo intento de convocatoria de referéndums de secesión en cualquier territorio de España".
Este miércoles, el hecho de que EH Bildu haya admitido que está cerca de dar su voto a los Presupuestos fue el tema más explotado por las fuerzas de la derecha en la sesión de control al Gobierno del Congreso de los Diputados. Y la líder naranja volvió a poner a Sánchez ante el espejo de elegir a los que podrían ser sus potenciales socios de legislatura. Le pidió que aclarase "un acuerdo transversal, sensato y moderado" con su partido o si su apuesta es unas cuentas "más radicales" en lo económico y "a cambio de más concesiones separatistas" pactadas con Esquerra y Bildu.
"No vamos a aceptar ningún veto cruzado y vamos a tender la mano a todas las fuerzas parlamentarias", fue la respuesta del presidente. Sánchez sostuvo que en un tiempo "inédito y tan complejo" para España "no es cuestión de ir unos contra otros". En el Gobierno insisten en que no es momento de "concesiones políticas", como de forma insistente denuncian las tres derechas. En que ahora se habla de números, de partidas concretas para las cuentas públicas y que los partidos está ante la oportunidad de "hacer política", como ha venido haciendo desde el primer estado de alarma. "Negociando con el Gobierno, acordando", resumen.
¿Un punto de inflexión?
En todo caso, dirigentes socialistas consultados por este diario no niegan la dificultad del momento que atraviesa Arrimadas, muy presionada por ex de su partido, como el propio Albert Rivera, por cargos actuales de su Cs que recelan de cualquier acercamiento al Gobierno de coalición convencidos de que deja a Pablo Casado en bandeja su pretensión de aglutinar bajo el paraguas de las siglas del PP a los votantes de Vox y Cs.
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"Si Inés [Arrimadas] resiste, esto será un punto de inflexión para su partido y para reforzar su liderazgo. En caso contrario, el resto de la legislatura se le pondrá bastante cuesta arriba", sentencia una de las fuentes consultadas. El punto de inflexión, mantiene, no tiene por qué ser decir que sí a todo lo que haga este Gobierno. Pero sí descubrir que estamos, como destacó el presidente en la Cámara Baja, ante una situación "inédita".
En la última oleada del sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), Ciudadanos se anota un 9,5% frente al 8,8% de octubre o el 6,79 de su batacazo electoral de hace un año. Una de las conclusiones a las que se puede llegar con esta trayectoria es la de que los electores ven con buenos ojos la actuación de Arrimadas en los peores meses de la pandemia.
Mientras Sánchez insiste en la mano tendida y el Gobierno ya advirtió de que iba a cuidar a aquellas formaciones que se habían alineado en contra de las enmiendas de totalidad, como es el caso de Cs, en amplios sectores del partido naranja lamentan que desde la parte de Unidas Podemos del Ejecutivo se "empuje, prácticamente a diario" a Arrimadas de cualquier posibilidad de acordar. Sánchez, dicen, no ha aclarado si está del lado de Cs o ERC y EH Bildu. Pero el vicepresidente Pablo Iglesias ya lo ha dejado claro, señalan.
El Gobierno quiere que los Presupuestos Generales del Estado para 2021 sean una realidad a finales de diciembre, lo que permitiría celebrar el primer aniversario de la investidura de Pedro Sánchez y del Ejecutivo de coalición con unas cuentas públicas ya sin el sello del Partido Popular. Ha llegado, pues, la hora de la verdad. Tras superar hace una semana las enmiendas de totalidad con un amplísimo apoyo –198 diputados– en la Moncloa y en los grupos parlamentarios de PSOE y Unidas Podemos están en la fase de revisar las enmiendas parciales registradas esta semana en el Congreso. En ningún momento les pasa por la cabeza que los Presupuestos no vayan a salir. Porque lo ocurrido la semana pasada en el debate de totalidad, defienden, les abona el camino para el éxito. Lo que menos claro tienen a medida que pasan los días es que Inés Arrimadas vaya a estar en la foto final.