El Gobierno celebra el primer aniversario de la XII Legislatura viendo un poco más lejos el escenario de un adelanto electoral y un poco más cerca el deseo de Mariano Rajoy, expresado con insistencia, de agotar legislatura. Este martes, el Pleno del Congreso de los Diputados dio luz verde con los votos del PP, Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria, Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro y la abstención de Nueva Canarias a los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública para el periodo 2018-2020 y el límite de gasto no financiero, conocido como techo de gasto, para el año próximo.
Concebida como el paso previo a los Presupuestos Generales del Estado de 2018, la aprobación del techo de gasto supone un nuevo balón de oxígeno para los conservadores después de que hace un par de semanas salieran adelante las cuentas públicas para 2017. "Es un excelente síntoma de legislatura", resume un miembro de la dirección del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.
Hace ahora casi un año no eran pocos los miembros del PP y del Gobierno que veían con escaso optimismo la duración de la legislatura. Con 137 diputados, muy alejados de los 176 de la mayoría absoluta, y viendo lo complicado que estaba teniendo Rajoy ser investido presidente, el fantasma de una nueva convocatoria electoral era una constante en círculos conservadores. Si Rajoy lograba los apoyos de la Cámara baja, algo que logró a finales de octubre, estaba facultado para convocar generales a partir del 3 de mayo de 2017, cuando se cumplía un año de la última disolución de las Cortes.
Los conservadores recordaban con frecuencia esta herramienta exclusiva del presidente del Gobierno con un doble fin. En ocasiones, era una bala en la recámara para deshacerse de lo difícil de gobernar en minoría y para evitar el desmantelamiento de las políticas que practicaron entre 2001 y 2015. En otras, era una amenaza al resto de partidos con el convencimiento de que el PP no iba a ser la formación que peor parada iba a salir de ese hipotético adelanto electoral. Ahora, "el fantasma del adelanto se aleja" a ojos de las fuentes consultadas por infoLibre.
"Clima favorable"
¿Implica esto que Rajoy tiene asegurado agotar mandado, llegar a 2020? No exactamente. Pero el panorama apunta a una legislatura larga. "Si hay Presupuesto para 2018, no habrá novedad, al menos, hasta 2019", mantiene un parlamentario del PP.
La luz verde al techo de gasto no es un pasaporte directo para que el Gobierno se asegure la aprobación de los Presupuestos. De hecho, el PSOE votó a favor del techo de gasto para este año y después se desmarcó de los Presupuestos. Pero sí a apunta "un clima favorable", interpretan las fuentes consultadas, si se tiene en cuenta que los apoyos conseguidos ahora por el PP, salvo la abstención de Nueva Canarias, son los mismos de quienes les apoyaron a la hora de sacar las cuentas públicas en vigor.
En este sentido, infoLibre ya adelantó en la fase de negociación de los Presupuestos de este año, el Gobierno buscaba también garantizarse el apoyo de los Presupuestos de 2018. Con Ciudadanos, el PP tiene un pacto de investidura que sufre los mayores baches en lo que tiene que ver con la regeneración y los menores en lo económico. Y con Coalición Canaria y con el PNV, algunos de los puntos a los que llegaron a acuerdos para las actuales cuentas públicas tienen que tener una continuidad en el próximo ejercicio. Decisivo será de nuevo cuando se voten los Presupuestos en otoño el diputado Pedro Quevedo (Nueva Canarias), que fue en coalición con el PSOE en las generales.
En todo caso, si al PP se le torciese este trámite parlamentario, siempre cabe la opción de prorrogar las cuentas un año. Y esto volvería a dar a Rajoy margen hasta 2019. "Con el techo de gasto aprobado tienes ya tus compromisos con Europa cumplidos y eso da la estabilidad de cara al exterior que tanto preocupa al presidente", valora un dirigente del partido.
Esta idea de legislatura larga va calando también en el resto de partidos de la oposición. La moción de censura que perdió Pablo Iglesias dejó claro lo difícil de articular una mayoría frente a Rajoy. Y el líder socialista, Pedro Sánchez, no parece, a día de hoy, decidido a dar un paso similar al que dio la formación morada. Es más, hay dirigentes de su partido que creen que le viene bien que la legislatura se prolongue para asentar su proyecto. Para hacerse fuerte en las encuestas por delante de Podemos.
Las cifras
El pasado viernes, el Consejo de Ministros acordó aumentar una décima el objetivo de las comunidades autónomas, situándolo en el -0,4% del PIB en 2018 y el -0,1% en 2019. A su vez, estimó procedente disminuir una décima el déficit de la Seguridad Social en cada uno de esos años, de forma que pasará al -1,1% del PIB en 2018 y -0,9% 2019.
Por su parte, el Acuerdo alcanzado también recogía el límite de gasto no financiero del Presupuesto del Estado para 2018, que no sufrió ninguna variación respecto al que se aprobó el de 3 de julio: 119.834 millones de euros. La cifra supone un incremento de 1.497 millones respecto al límite de gasto de 2017.
El encargado de presentar estos números fue el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, que no ocultó que el baile de cifras de los últimos días se había debido a las negociaciones políticas para lograr los apoyos parlamentarios necesarios. Del mismo modo que la anunciada rebaja del IRPF, que era una de las condiciones del partido de Albert Rivera.
Fuentes de Moncloa aseguran que fue la intervención directa de Rajoy y sus conversaciones con los grupos parlamentarios que anunciaron un voto positivo la que logró el acuerdo definitivo. "Es lo que tiene gobernar en minoría: que si quieres sacar cosas adelante hay que negociar y eso es lo que estamos haciendo con todos. Otra cosa es que el PSOE de Pedro Sánchez esté a otra cosa", valora una dirigente del PP.
¿Y la corrupción?
Los conservadores fían la duración de la legislatura a lo económico y a la aprobación de los Presupuestos. Creen que los escándalos de corrupción que afectan al partido y que llevarán a Rajoy a comparecer como testigo el 26 de julio ante el tribunal que juzga el caso Gürtel ya les han pasado factura. No niegan que la foto del presidente llegando a un tribunal y declarando no es la mejor. Pero creen que la "tormenta" pasará a la vuelta del verano, cuando el presidente del Gobierno acuda al Congreso a la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP, si el Grupo Parlamentario Popular no logra frenar este órgano parlamentario en el Constitucional.
En las filas del PP existe la sensación de que la oposición ha ido tan lejos y rápido a la hora de exigir responsabilidades por los escándalos de corrupción que cuando no se ha llegado todavía al ecuador de la legislatura se les han agotado las herramientas. Del mismo modo, consideran que Rafael Catalá (Justicia) y Cristóbal Montoro (Hacienda) no serán los únicos ministros reprobados.
Divisiones en el Gobierno
La semana pasada, una información del diario El Mundo basada en unas memorias inéditas del exministro José Manuel Soria pusieron de nuevo el foco en los dos sectores bien diferenciados que se sentaron en el Consejo de Ministros en la primera legislatura de Rajoy.
Según el citado diario, Montoro alarmó a Mariano Rajoy con una vieja cuenta suiza de la madre de Soria, algo que fue clave para que dejara caer al exministro de Industria.
Las fuentes consultadas no descartaban la posibilidad de que el llamado"G-8", el grupo de ministros rivales de Santamaría y del propio Montoro de la primera legislatura de Rajoy, esté reactivando sus reuniones.
Sería, no obstante, un G-8 reducido en el que los miembros más activos serían el propio Soria, el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo, el exministro de Educación José Ignacio Wert o el extitular del Interior Jorge Fernández Díaz. "Entre algunos de ellos hay cabreo porque no han logrado aquello a lo que aspiraban tras pasar a la segunda línea de la política", coinciden las fuentes. El propio Soria se quedó sin plaza en el Banco Mundial.
Y paralelamente, la semana pasada, unas declaraciones sobre Cataluña de la secretaria general del PP y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, sobre Cataluña provocaron malestar en determinados sectores al entender que se trataba de una "bofetada" a la estrategia del Gobierno.
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"Por tierra, mar y aire, las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil se encuentran donde haya que proteger los valores de la democracia y la Constitución, pero también la integridad y la soberanía de nuestro país", dijo la ministra. Unas palabras que para algunos de sus compañeros de partido se desmarcaban de la línea de prudencia mantenida por el presidente del Gobierno y su número dos.
Poco después, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, enfrentada internamente a Cospedal, señalaba que "al Estado le bastan 24 horas" para frenar el referéndum. Era el mismo día que los independentistas anunciaban la ley de referéndum.
"A Rajoy no le gustan los líos. Lo dice siempre. Él conoce a sus ministros y los mantiene porque confía en ellos por mucho que se enrede desde sus entornos o desde otros sectores. Sus principales preocupaciones son Cataluña y la economía. Este tipo de rumores no le desestabilizan para nada. Lo ha demostrado", señala un dirigente que le conoce muy bien.
El Gobierno celebra el primer aniversario de la XII Legislatura viendo un poco más lejos el escenario de un adelanto electoral y un poco más cerca el deseo de Mariano Rajoy, expresado con insistencia, de agotar legislatura. Este martes, el Pleno del Congreso de los Diputados dio luz verde con los votos del PP, Ciudadanos, PNV, Coalición Canaria, Foro Asturias y Unión del Pueblo Navarro y la abstención de Nueva Canarias a los objetivos de estabilidad presupuestaria y deuda pública para el periodo 2018-2020 y el límite de gasto no financiero, conocido como techo de gasto, para el año próximo.