Isabel Díaz Ayuso no vive gratis en una lujosa suite de un establecimiento hotelero del centro de Madrid. Eso es, al menos, lo que sostuvieron en la tarde de este lunes desde la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Fuentes del Gobierno regional aseguran a infoLibre que los gastos de alojamiento de la presidenta no van a ser costeados por la Comunidad de Madrid, es decir por el bolsillo de todos los madrileños. Que el coste de "estar fuera de su casa —desde que contrajo el covid-19 y se trasladó al aparahotel— los cubre la presidenta". Las mismas fuentes no precisaron si ya ha efectuado alguno de los pagos y el importe del alojamiento. Pero, casi de forma paralela, el grupo propietario del edificio en el que se aloja la dirigente conservadora, Room Mate, aseguró en un comunicado que ésta "pagará personalmente la factura correspondiente". "Al tratarse de un uso del apartamento en larga estancia, el precio estipulado por noche es de 80 euros noche", precisan desde la empresa.
La Comunidad y Room Mate respondían así a las informaciones publicadas por la revista Vanity Fair, que sostenía que la presidenta conservadora llevaría viviendo gratis desde el pasado 16 de marzo en una suite de un aparthotel de lujo situado frente al templo de Debod, el Skyline BeMate, propiedad de Room Mate, la empresa de Kike Sarasola. Según la publicación, el coste de estos dos meses de estancia ascendería a 12.000 euros.
La polémica había llegado hasta la rueda de prensa que el presidente del PP, Pablo Casado, ofreció a las 13.00 horas para plantear la hoja de ruta de su partido para los próximos meses. Fue preguntado en dos ocasiones. El líder del Partido Popular aseguró desconocer este episodio. Pero, en todo caso, recordando que el código ético de su partido "limita muy claro las atenciones que pueden recibir" sus miembros, el presidente de los conseravadores subrayó que si la formación "tuviera que hacer cualquier indagación " al respecto "así lo haría".
Voces del PP, ya molestas por las continuas crisis protagonizadas por Ayuso desde que estalló la crisis del covid-19, exhibían su preocupación por lo que leían sobre su compañera de filas: "Poco estético parece", lamentaba un destacado dirigente de los conservadores madrileños.
En efecto, el capítulo II del código ético del PP en vigor —data de octubre de 2018— mantiene que "todos los empleados y cargos directivos y orgánicos del partido" no aceptarán "ningún trato de favor o situación que implique privilegio o ventaja en su condición de miembros del Partido Popular". "Tampoco aceptarán ni solicitarán regalos, atenciones o liberalidades de cualquier tipo que, por su importe o causa, no correspondan a los usos y 6 costumbres sociales y de cortesía o que puedan comprometer (o parecer que lo hacen) a quien los da y/o a quien los recibe".
También lo impide el código ético de los altos cargos de la Administración de la Comunidad de Madrid y de sus entes adscritos.
Hasta la fase 2
La presidenta madrileña instaló en la denominada Royal Suite su despacho oficial cuando vio confirmado que estaba contagiada por el covid-19. Allí se llevó todos los elementos técnicos e informáticos necesarios para poder estar conectada durante su aislamiento, incluyendo un retrato suyo saludando al rey Felipe VI o las banderas de Madrid y la UE que aparecen en sus videoconferencias. Vanity Fair sostiene que Ayuso se mudó al hotel para no contagiar a su novio, el peluquero Jairo Alonso. Pero tras recibir el alta y dar negativo el pasado 10 de abril se ha quedado en el apartamento, del que no piensa salir hasta la fase dos, o sea, hasta el mes de junio.
El Skyline BeMate pertenece a la compañía hotelera Room Mate del empresario Kike Sarasola quien, desde el principio de la pandemia, puso a disposición hoteles para personal sanitario y personas mayores. "Situado en la octava planta del edificio, al suite de Ayuso tiene dos terrazas con unas vistas excepcionales al Palacio Real, la Casa de Campo y al Parque del Oeste. La suite de unos 88 metros cuadrados dispone de un dormitorio con baño propio y vestidor y de un amplio salón comedor con la cocina integrada. 'Está decorada con piezas únicas de la máxima calidad, siguiendo las últimas tendencias, con un estilo moderno y acogedor que te hará sentir como en tu propia casa', reza la web", destaca la revista.
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Desde la Comunidad de Madrid habían confirmado a Vanity Fair que "el alojamiento de la presidenta no ha generado ningún coste para las arcas públicas de la Comunidad de Madrid". ¿Quién paga entonces el actual domicilio de Díaz Ayuso? Esta era una de preguntas que registró la semana pasada la diputada autonómica Tania Sánchez, de Más Madrid, en la Asamblea regional. "¿Por qué la presidenta se ha mantenido en el aparthotel en el que fue confinada una vez superada la enfermedad? ¿Cuál ha sido el coste para las arcas públicas?". La presidenta, según el Gobierno regional, sigue en el apartamento Royal Suite por "operatividad". Si se trasladara a la Puerta del Sol habría que "movilizar a mucho personal".
"Room Mate Group había acordado antes del inicio del estado de alarma, dar servicio a la presidenta de la Comunidad de Madrid en uno de sus apartamentos ya que esta necesitaba un lugar óptimo para la gestión de la crisis durante la situación excepcional", puede leerse en el comunicado.
Tras la publicación de esta información por parte de la citada publicación, este martes, la presidenta regional concedió su primera entrevista fuera del apartamento. Fue en el plató de Espejo Público (Antena 3).
Isabel Díaz Ayuso no vive gratis en una lujosa suite de un establecimiento hotelero del centro de Madrid. Eso es, al menos, lo que sostuvieron en la tarde de este lunes desde la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Fuentes del Gobierno regional aseguran a infoLibre que los gastos de alojamiento de la presidenta no van a ser costeados por la Comunidad de Madrid, es decir por el bolsillo de todos los madrileños. Que el coste de "estar fuera de su casa —desde que contrajo el covid-19 y se trasladó al aparahotel— los cubre la presidenta". Las mismas fuentes no precisaron si ya ha efectuado alguno de los pagos y el importe del alojamiento. Pero, casi de forma paralela, el grupo propietario del edificio en el que se aloja la dirigente conservadora, Room Mate, aseguró en un comunicado que ésta "pagará personalmente la factura correspondiente". "Al tratarse de un uso del apartamento en larga estancia, el precio estipulado por noche es de 80 euros noche", precisan desde la empresa.