El Gobierno no descarta votar alguna parte del incremento del gasto en defensa en el Congreso

El puzle es complicadísimo. Muy difícil y con muchos riesgos políticos. Pero Pedro Sánchez tiene la decisión tomada de acelerar el gasto en seguridad. Ya ha quedado viejo ese objetivo del 2% en 2029, al que se comprometió España con la OTAN en la cumbre de Gales de 2014. El mundo ha cambiado, Europa ha cambiado. No valen las reglas de ayer con una Rusia con ansias expansionistas y un Donald Trump girando a favor del Kremlin.

Sánchez tiene que hacer equilibrios en el exterior, pero también en política interior. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aborda este jueves la ronda de contactos con los grupos parlamentarios sin haber concretado cuándo y cómo se materializará ese incremento en el gasto en defensa, en un momento además en el que no se ven cerca unos presupuestos generales del Estado.

En la parte socialista explican que ese aumento se prevé principalmente a través de acuerdos en el Consejo de Ministros sobre el fondo de contingencia, como se ha hecho en los últimos años sin presupuestos para aprobar incrementos en el Ministerio de Defensa que pilota Margarita Robles, con autorizaciones por parte del departamento de Hacienda. Pero fuentes gubernamentales señalan al hilo que no se descarta que se tenga que votar en el Congreso algún aumento relacionado con el gasto en defensa. “Según las materias”, señalan.

La esperada comparecencia del 26

El presidente del Gobierno remarcó este miércoles su compromiso en el gasto en seguridad, aunque desde Finlandia señaló que lo quiere concretar próximamente ante la opinión pública española. El escenario que se abre para ese tipo de anuncios es la comparecencia solicitada por el propio jefe del Ejecutivo ante el Congreso el próximo 26 de marzo con motivo de la participación en la cumbre de los líderes europeos en Bruselas la semana que viene.

Hay muchos escenarios abiertos en estos momentos sobre el gasto en seguridad, según reconocen varias fuentes el Gobierno. Y se focalizan mucho en el Ejecutivo en la negociación discreta que se está dando a nivel europeo para abordar ese plan de rearme lanzado por la Comisión para hacer frente al desafío que supone el acercamiento entre Trump y Putin.

En el Gobierno sí llevan tiempo preparando las diferentes vías para abordar ese incremento del gasto en defensa, que no solo puede pasar por el fondo de contingencia, sino también por partidas en otros ministerios (se mira especialmente al de Ciencia). Y se lucha a nivel continental por un concepto amplio de seguridad, que pueda llevar a computar diferentes ámbitos que vayan más allá de la compra de armamento.

Sánchez está en plena operación diplomática durante estas horas. Este miércoles viajó a Finlandia y Luxemburgo para tratar la situación de defensa, además de verse con la presidenta del BEI, Nadia Calviño, quien tendrá un papel clave en la financiación europea sobre seguridad. En Helsinki, el presidente español remarcó ante la prensa: "Estamos preparados para cumplir con ese objetivo del 2 % del PIB. Lo vamos a hacer".

El equilibrio entre los socios

El líder socialista busca también contener una crisis con sus socios de investidura por el flanco de la seguridad. El martes se reunió con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a quien garantizó que se blindará el gasto social. Fuentes de Sumar insisten en que el tema se debe abordar de manera seria en el Congreso, aunque quieren evitar que haya una votación (su preferencia es seguir por la vía de los acuerdos en base al fondo de contingencia). 

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En el espacio de Sumar hay fuerzas que han rechazado tajantemente la subida del gasto militar, como Izquierda Unida. No obstante, reconocen los partidos de este grupo parlamentario que hay que esperar a ver cómo la parte socialista concreta ese incremento para mostrar su posicionamiento definitivo. En el PSOE son conscientes de que las votaciones en el Congreso tienen las de perder y no se fían tampoco de lo que pueda hacer el PP: “Tienen un sentido destructivo aunque estén de acuerdo en el incremento del gasto”. Pero abren la puerta en algunos casos a votaciones en la Cámara Baja.

Podemos es el partido que más duro está siendo en el Congreso ante las posibles subidas de las partidas de seguridad. Ha registrado ya una proposición no de ley para su debate y votación en la Cámara Baja en la que pide al Gobierno que se comprometa a no aumentar el gasto militar y que acuerde la salida de España de la OTAN.

El incremento del gasto en seguridad emerge con fuerza en un contexto donde todavía no se ha aprobado ni siquiera en el Consejo de Ministros el proyecto de ley de presupuestos. A pesar de las dificultades, fuentes del Gobierno insisten en que su intención es llevarlos a la Cámara. Además, prevén una negociación conjunta con la senda de déficit (aunque este paso no es obligatorio para que se presenten las cuentas del año que viene). Todos los escenarios están abiertos en estos momentos.