Javier Milei no rectifica. Redobla el pulso todavía más y sube el tono en su vuelta a Buenos Aires. La crisis diplomática se agranda más entre La Moncloa y la Casa Rosada. El Gobierno español piensa seguir respondiendo en virtud de cómo sea la actitud del mandatario allende el Atlántico y está a la espera de cómo planifique su próxima visita a España prevista para el 21 del mes que viene. Este martes, el mandatario publicó en su cuenta de X un mensaje en el que confirma su viaje para recibir un premio de los "liberales españoles" y espera que el "totalitarismo" y "complejo de inferioridad" del Gobierno español no lo impida.
El Ejecutivo español continúa tomando medidas desde que Milei hiciera el discurso incendiario de este fin de semana en Madrid en un acto organizado por Vox en el que llegó a llamar “corrupta” a la mujer de Pedro Sánchez, Begoña Gómez. Este martes se adoptó la decisión de retirar de manera permanente a la embajadora española en Argentina, un paso más tras la decisión de llamarla a consultas y la reunión del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con el representante de la misión diplomática argentina, Roberto Bosch, con la exigencia de una rectificación pública.
Pero esas disculpas no sólo no se producen, sino que las críticas van a más en las últimas horas. Milei llegó a decir en una entrevista en el canal de televisión Todo Noticias (TN): “Sánchez es tan cobarde que necesitó mandarme a pegar por mujeres. Es algo de una cobardía feroz”. “No le voy a pedir disculpas bajo ningún punto de vista… Si yo fui el agredido”, remarcó el mandatario, que acusó a Sánchez de estar siendo asesorado por el expresidente Alberto Fernández y de estar en una operación junto al kirchnerismo para “sabotear” a su Gobierno.
La decisión de Sánchez y de Albares ha sido la de la retirada de la embajadora española de manera permanente. Esto supone que la delegación española en Buenos Aires estará en manos del responsable de negocios. Además, la reposición de este puesto tendrá que conllevar una nueva designación por parte del Consejo español de Ministros y el consecuente plácet de Argentina. Milei también cargó contra esta decisión al conocerla: “Es un disparate propio de un socialista arrogante”.
Los posibles escenarios
El Gobierno español está decidido a contestar ante las provocaciones y desplantes de Milei. Albares advirtió desde La Moncloa que España todavía puede tomar una “amplia gama de medidas”: "Nosotros no tenemos ningún deseo ni ningún interés en ninguna escalada. Nosotros no hemos provocado esta situación, pero es obligación del Gobierno, es la función del Gobierno, defender la dignidad y la soberanía de las instituciones españolas, mucho más cuando la agresión se produce desde la capital de España”. “No anunciamos medidas, las tomamos”, trasladan fuentes del Ejecutivo,
Desde el Ejecutivo no se precisan cuáles podrían ser los siguientes pasos y se limitan a decir que se anunciarán cuando se tomen en función de los acontecimientos. Según las costumbres diplomáticas, las siguientes pantallas podrían pasar por la expulsión de diplomáticos argentinos en España de segundo nivel (como se hizo con Rusia) o del propio embajador. Esto se suele contestar por parte del otro país de manera recíproca, pero Buenos Aires no lo podría hacer porque ya ha sido retirada la embajadora española. El caso más extremo sería el de la ruptura de las relaciones diplomáticas, algo que no ha sucedido en España desde que el Consejo de Ministros adoptó en febrero de 1980 esta decisión en relación con Guatemala (con motivo de que las fuerzas armadas de esa nación entraran en la embajada española).
El viaje del 21 y la hospitalidad española
Pero hay una fecha marcada en rojo próximamente: Milei tiene previsto regresar a España el 21 de junio. El propio Gobierno argentino ha confirmado que el presidente estará en Madrid ese día para recoger un premio del Instituto Juan de Mariana en una cena que se celebrará en el Casino. Ese viaje, según han deslizado desde la Casa Rosada, no incluye la petición de reuniones ni con el rey Felipe VI ni con el propio Sánchez. Esto haría que el traslado no tuviera ese carácter institucional, por lo que el Gobierno podría evidenciar su malestar también con los recursos que ponga a disposición del argentino. El pasado fin de semana se facilitó la base militar de Torrejón y efectivos para la seguridad del presidente a pesar de que venía a un acto de carácter partidista. Esa vertiente del viaje ha provocado malestar en la propia Argentina, por lo que Milei improvisó una reunión con empresarios para darle aspecto institucional y justificar la utilización de recursos públicos,
Desde el Gobierno estarán muy atentos al carácter de ese viaje y consideran que es muy anómalo que el presidente de Argentina venga a España sin ni siquiera pedir entrevistas con los principales mandatario. Sobre la posibilidad de declarar como persona non grata al presidente argentino, en el Ejecutivo señalan que hay que esperar a ver los pasos que va dando. En el Ministerio del Interior no concretan lo que supuso de coste para las arcas públicas españolas el operativo por motivos de seguridad.
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El discurso incendiario de Milei contra Sánchez no es una novedad en el contexto internacional, ya que el presidente argentino ha puesto en la diana también a figuras como el papa Francisco y los líderes de Brasil, Colombia y Chile: Lula Da Silva, Gustavo Petro y Gabriel Boric, respectivamente. Esas duras palabras, como pasó en los otros casos, está intentando ser rebajadas por su titular de Exteriores, Diana Mondino, que calificó de “anécdota” lo que está sucediendo y vaticinó que no afectará a las relaciones bilaterales, especialmente las económicas.
Una crisis en pleno arranque electoral
El conflicto diplomático se agrava a escasas jornadas de que arranque la medianoche del viernes la campaña de las elecciones europeas. Precisamente el PSOE va a poner sobre la mesa como tema principal la “amenaza real” que supone la unión de la derecha y de la ultraderecha y se prepara para enfrentarse ante una “guerra cultural agresiva”. Los socialistas quieren visualizar también durante estas horas los socios de la derecha conservadora que pasan por figuras como Milei, Marine Le Pen y Giorgia Meloni.
Desde el PP se ha criticado la decisión del Gobierno de retirar a la embajadora: “Los intereses diplomáticos de España están sometidos a los intereses electorales del PSOE”. En Génova 13 señalan que hay una “sobreactuación” y lamentan que se haya tomado esta decisión cuando no se ha hecho, por ejemplo, con el embajador en Rusia. Los socialistas, en cambio, recuerdan que sí hay antecedentes como la retirada por parte de Pedro Sánchez en 2020 del embajador en Venezuela. Asimismo, traen a la memoria en Ferraz la retirada por parte de Mariano Rajoy del embajador en Damasco en 2012 y el de Venezuela en 2016 después de que Nicolás Maduro dijera del entonces presidente español que era “racista, basura corrupta y basura colonialista”. “El PP, que sigue sin exigir a Milei que se disculpe por los insultos al Gobierno de España, una vez más decide aliarse con la ultraderecha en lugar de defender a España a diferencia de lo que hizo Zapatero frente a Hugo Chávez defendiendo a Aznar”, indican fuentes socialistas.
Javier Milei no rectifica. Redobla el pulso todavía más y sube el tono en su vuelta a Buenos Aires. La crisis diplomática se agranda más entre La Moncloa y la Casa Rosada. El Gobierno español piensa seguir respondiendo en virtud de cómo sea la actitud del mandatario allende el Atlántico y está a la espera de cómo planifique su próxima visita a España prevista para el 21 del mes que viene. Este martes, el mandatario publicó en su cuenta de X un mensaje en el que confirma su viaje para recibir un premio de los "liberales españoles" y espera que el "totalitarismo" y "complejo de inferioridad" del Gobierno español no lo impida.