El Gobierno de Mariano Rajoy está presionando en los últimos días al bloque independentista con el mensaje de que cada vez está más cerca el momento para que se activen nuevas elecciones autonómicas si en los dos meses siguientes al día 31 de enero el Parlament no logra investir a ningún candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña.
El reglamento del Parlament establece que en los diez días hábiles siguientes a este miércoles, jornada en la que se constituyó la Cámara autonómica catalana, el presidente de la institución debe proponer al Pleno un candidato o candidata a la Presidencia de la Generalitat. Esto implica que el Pleno debería celebrarse el 31 de enero.
A partir de esta fecha en la que se supone que se celebraría la primera de las votaciones al candidato hay dos meses de plazo para que los diputados logren investir a un presidente. Un precepto que para el Gobierno no se frena ni en el caso de que el Tribunal Constitucional (TC) anulase una investidura a distancia de Carles Puigdemont. La impugnación del Gobierno dejaría en suspenso la investidura.
No obstante, otras fuentes conservadoras dudan de que si el TC frena una decisión del pleno de investidura, el reloj hacia unos nuevos comicios pueda seguir corriendo.
En la primera de las votaciones, la que cuenta para que empiece a contar el plazo de dos meses, el candidato requiere de mayoría absoluta del Parlament (68 diputados). En la segunda, dos días después, basta con mayoría simple.
"El tiempo corre en su contra", advierten desde la Moncloa. En el equipo de Rajoy se declaran convencidos de que incluso los fieles a Puigdemont saben que no va a ser president. Y que sólo mantienen su candidatura por "afán propagandístico".
¿Cuándo se convocarían esas elecciones? La Ley de la Presidencia de la Generalitat y del Gobierno recogen que transcurridos esos dos meses, "la legislatura queda disuelta automáticamente y el presidente o presidenta de la Generalitat en funciones convoca elecciones de forma inmediata, que deben tener lugar entre cuarenta y sesenta días después de la convocatoria". Esto nos llevaría a mediados del mes de mayo.
Un candidato "limpio"
Este martes, en una conversación informal con periodistas en la sede de la Presidencia del Gobierno, Rajoy subrayó que la solución para normalizar Cataluña sería que los independentistas presentaranun candidato "limpio"para la Presidencia de la Generalitat. Añadió que sería "un mensaje malo" tanto que se empeñaran en investir a Puigdemont como en presentar a otro aspirante con causas pendientes en los tribunales, en referencia al líder de ERC, Oriol Junqueras.
El primer trámite que debe conducir a la investidura de un presidente de la Generalitat de Cataluña se completó este miércoles en el Parlament con la constitución de la Mesa, el órgano de gobierno de la Cámara. El Gobierno de Mariano Rajoy había avisado de que si Carles Puigdemont o cualquiera de los otros diputados huidos en Bruselas solicitaban la delegación de voto y esta era autorizada por la Mesa, se recurriría la decisión ante el Tribunal Constitucional. Este escenario no se dio.
Pero tampoco recurrió el Gobierno la delegación del voto de los exconsellers encarcelados, en la línea del auto del auto del juez del Supremo Pablo Llarena. Se trata de una opción que un día antes estaba abierta, según habían informado fuentes del Gobierno.
Y mientras... el 155 en vigor
Otro de los asuntos con el que insisten en el Gobierno es con la vigencia de la aplicación del artículo 155 de la Constitución mientras no se haya nombrado a un Gobierno con todas las garantías. No sirve, destacan, una investidura telemática. Porque después tocaría una toma de posesión que también requiere presencia.
Rajoy quiso insistir en este mensaje este mismo lunes antes la Junta Directiva Nacional del PP: "En el supuesto imposible que desde Bruselas a alguien se le eligiera como presidente de la Generalitat, ese alguien tiene que tomar posesión; y para tomar posesión, tiene que hacerlo físicamente, porque no se puede tomar posesión desde Bruselas; y si no lo hace, el artículo 155 seguirá en vigor, no porque lo diga yo, sino porque la decisión que adoptó en su día el Senado dice que el artículo 155 seguirá en vigor hasta que tome posesión el nuevo presidente después de la celebración de elecciones en Cataluña".
El punto E.9 del acuerdo del Consejo de Ministros del 27 de octubre, que activa el 155, lleva por encabezamiento el título "Duración y revisión de las medidas". Efectivamente habla de la que las medidas "se mantendrán vigentes y serán de aplicación hasta la toma de posesión del nuevo Gobierno de la Generalitat, resultante de la celebración de las correspondientes elecciones al Parlamento de Cataluña".
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Fuentes del Gobierno sostienen que, con este texto sobre la mesa, no es necesario solicitar permiso al Senado para mantener activo este artículo de la Constitución. "Habla de toma de posesión y si Puigdemont intenta ser investido en la distancia, algo que recurriremos de todos modos, estamos en la fase de la investidura no en la fase de la toma de posesión", sentencian.
El artículo 67.4 del Estatuto de Autonomía de Cataluña recoge que "el presidente o la presidenta de la Generalitat es nombrado por el rey". Y la Ley de la Presidencia de la Generalitat añade que "el nombramiento del presidente o presidenta de la Generalitat se publica en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya y tiene efectos a partir de la toma de posesión, que debe celebrarse en el plazo de cinco días a partir del nombramiento".
"Estaremos atentos a la manera en que el nuevo presidente del Parlament anuncie la candidatura de Puigdemont para actuar en consecuencia", insisten el el Gobierno.
El Gobierno de Mariano Rajoy está presionando en los últimos días al bloque independentista con el mensaje de que cada vez está más cerca el momento para que se activen nuevas elecciones autonómicas si en los dos meses siguientes al día 31 de enero el Parlament no logra investir a ningún candidato a la Presidencia de la Generalitat de Cataluña.