Tras la intervención del PNV, con la que se abrió la segunda jornada del debate del estado de la nación, siguió el Grupo Mixto. Aunque con matices, casi todos sus integrantes criticaron al Gobierno por su gestión de la crisis y por la corrupción, nada que ver con el "país maravilloso" que representó el presidente en la primera sesión. Le salvó, en cambio, Carlos Salvador, de Unión del Pueblo Navarro, con el que el PP se presentó en las generales de 2011 en Navarra. Pero lo que marcó el arranque de la mañana fue el mareo del diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, que obligó a interrumpir el pleno algo más de cinco minutos.
Debutó en la tribuna por el Mixto Sabino Cuadra, de Amaiur. Su valoración de la gestión de la crisis fue coincidente a la de la mayoría de sus compañeros de grupo. A saber: una recuperación que sólo sienten unos pocos –"las multinacinoales del Ibex 35 siguen forrándose"– y no para la mayoría, un Gobierno que mostró primero su "cara antisocial" con los recortes y que después procedió a "blindar el régimen frente a la oposición social, política y soberanista". Es un "Estado de desecho, no de derecho", lanzó. El portavoz le recriminó que no dijera nada de la Ley del Aborto, que el presidente se tuvo que "comer con patatas" y que apenas le dedicó tiempo a hablar de la corrupción. Cuadra subrayó que esta es "estructural" como uno de los males del Estado, pero fue además el primero que sacó a colación la Casa del Rey, recordando el primer discurso de Navidad de Felipe VI. "Que la única persona en todo el Estado que no tiene que declarar su fortuna, negocios e ingresos nos sermonee con temas de corrupción, tiene tela".
Capítulo aparte, la política penitenciaria y ETA. Cuadra remarcó que "sólo queda un tipo de violencia política, la del Estado: ilegalizaciones, detenciones, cárceles", puesto que la banda armada cesó en su actividad. El diputado abertzale le acusó de ser "sádico", de "vengarse de los presos" al no permitirles acercarse al País Vasco. El Gobierno, dijo, busca "reventar el proceso de paz", porque se sentía "más cómodo" con ETA activa, cuando a juicio de Amaiur lo que hace falta es explotar la vía del "diálogo y el reconocimiento mutuo de la violencia habida". "Olvídense de la política franquista de la victoria", avisó. También hiló con el proceso soberanista en Cataluña. "Los anclajes autoritarios y centralistas siguen vigentes. Niegan una mera consulta". "Esto no es una democracia, es una francocraciafrancocracia", remachó, para pedir una "ruptura democrática", asentada en un cambio social y el sí al derecho a decidir.
La valoración sobre la supuesta "comodidad" del PP con el terrorismo de ETA soliviantó al jefe del Ejecutivo. "Es una afirmación repugnante", sentenció, despertando una ovación sostenida de su bancada. "No tiene un ápice de humanidad. ¿Qué pueden pensar las familias de las víctimas del terrorismo?", inquirió, pidiéndole que se "abstenga" de hacer ese tipo de comentarios. Rajoy ni se molestó en contestar más a Cuadra. Se limitó a expresar que la "grandeza" de la democracia es que políticos como los de Amaiur puedan ocupar sus escaños. Cuadra le respondió que aprovecha el asunto de la violencia etarra para "tapar" el resto de cuestiones. "Hacemos nuestros todos los dolores, los sufrimientos, las víctimas del conflicto vasco, todas, sin excepción", subrayó, mientras volvió a urgir al diálogo y a tachar de "ilegal" la dispersión de presos terroristas.
"Se lo digo con el corazón... ¡independícese!"
"Adiós con el corazón, que con el alma no puedo", arrancó Alfred Bosch, portavoz de ERC. Para él era su último debate del estado de la nación, porque el 24 de mayo será el candidato a la Alcaldía de Barcelona, y confió en que también lo sea para Rajoy, a quien definió como "el faraón Mariano I" por dibujar un "festival de luz y de ilusiones, un espectáculo son et lumière". Sin embargo, su gestión de la crisis ha sido "nefasta". Respecto a la corrupción, le recomendó que haga como Artur Mas, que comparezca como él en la comisión de investigación abierta en el Parlament. Envite al que replicó reprochando a ERC que sólo apoyara la comisión para indagar sobre el origen de la fortuna del expresident Jordi Pujol para "molestar a CiU".
Bosch felicitó al presidente, con retranca, por haber admitido que la consulta del 9-N había "sucedido" y que no pudo hacer nada para impedir "esa fiesta democrática". Le apremió a dar un paso más: que reconozca que el 27 de septiembre, cuando se celebren las próximas elecciones autonómicas, habrá un "referéndum de independencia", y si ganan los partidarios del sí, se aplicará una hoja de ruta para la "Constitución democrática de la República catalana". "Y ante eso, ustedes no harán nada, no podrán hacer nada". El portavoz republicano le dijo que, ya que lamenta tanto la "pesadilla catalana", suelte lastre. "Libérese, se lo digo con el corazón... ¡independícese! Seguro que podremos seguir siendo grandes amigos. Usted en el reino maravilloso del Candy Crush –ironizó, refiriéndose a la pillada a la vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, que ayer martes jugaba con su tableta mientras contestaba el presidente a Izquierda Plural– y yo de vuelta a Barcelona. Adiós, Mariano Rajoy, adiós. Nos vemos en la ONU".
En su réplica, Bosch hizo alusión a una noticia que se acababa de conocer: la anulación, por parte del Tribunal Constitucional, de dos preceptos de la Ley de Consultas y del decreto de convocatoria del 9-N. La bancada del PP respondió con un aplauso. "Aplauden que declaren ilegales los actos de 2,3 millones de personas que acudieron a votar. Eso les gusta. Gente que se regodea en prohibir que la gente vote lo que quiera. Es muy triste", observó el portavoz de ERC. ha declinado comentar las sentencias judiciales, pero sí ha recordado que se debe respetar la ley y las decisiones de los tribunales, aunque algunas veces no gusten. Rajoy contestó que cuando un tribunal anula por unanimidad el referéndum soberanista es que "algo pasa", y recordó la obligación de los gobernantes de cumplir la ley, porque de lo contrario se manda "un mal mensaje a los ciudadanos". El presidente emplazó a plantear "si quiere y se atreve" una reforma constitucional.
"Nulo e incumplidor" con Galicia
Tampoco fue nada complaciente el examen que le hizo la portavoz del BNG, Olaia Fernández Davila. Pintó a Rajoy como un presidente al frente de un Gobierno "en contra de la polación", de un Ejecutivo "demoledor" y "devastador para con los derechos y el bienestar de las personas", "únicamente obsesionado con rescatar a la banca y reducir el déficit", mientras la mayoría social se ha "empobrecido". Resultado; un panorama "desolador", con peor sanidad, un "decadente y desigual sistema educativo", con una dependencia eliminada, con unos servicios sociales dañados, más parados, más emigración, más desahucios, más represión. Fernández Davila se felicitó de la "permanente movilización" de la sociedad civil frente a las políticas "injustas" del PP.
El balance tampoco es positivo para el BNG en lo concerniente a Galicia. Ha sido, para empezar, "nulo e incumplidor", ha practicado "pura propaganda" en todos los Presupuestos del Estado, ha "sacrificado sectores productivos" en los que la comunidad fue puntera, ha impedido crear un sistema financiero público o semipúblico gallego, ha hecho una "nefasta gestión" del accidente de tren del Alvia –como le recordó el año pasado– y ha "negado y obstaculizado el derecho a decidir". Fernández Davila le dedicó una contundente despedida: "Esperamos que no repita Gobierno, ni usted ni su partido, por el bien de la ciudadanía".
Coalición Canaria lamenta los incumplimientos con las islas
Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria, se quejó de los incumplimientos del Estado con el archipiélago, de no haber tenido en cuenta los "sobrecostes de la insularidad", como sí ha hecho, en cambio, la Unión Europea. La diputada señaló que se trata en muchos casos de "voluntad política". Subrayó que "Canarias tiene muchas posibilidades de aportar el Estado", que ha cumplido con el objetivo de déficit, que ha firmado la mejor temporada turística. "Trabajemos para que salga en igualdad de condiciones", pidió. El presidente no estuvo de acuerdo. En circunstancias "difíciles", defendió, su Gabinete ha realizado un "esfuerzo de atención" a las islas, culminado con el cierre del acuerdo "razonable" sobre la reforma del Régimen Económico y Fiscal (REF) de Canarias.
A Oramas le sucedió en la tribuna Joan Baldoví, el diputado de Compromís-Equo. Entonces se produjo el sobresalto de la jornada, con su inesperado mareo. Comenzó a ironizar sobre el caloret de Rita Barberá, con el discurso de ayer de Rajoy –una "ruidosa mascletà de cifras", propia de los "mundos de Yupi"– y se dispuso a detallar su "abecedario de olvidos". Le dio tiempo a hablar de la A (amnistía fiscal), la B (Bárcenas, Bankia, las tarjetas black), la C (corrupción), la D (desigualdad) y en la E (emigración) se sintió mal. "Discúlpeme", dijo a Villalobos, apartándose de la tribuna, mientras sufría el desvanecimiento. La vicepresidenta, asustada, requirió la presencia de los médicos, mientras la socialista Carmela Silva, secretaria segunda de la Cámara, ayudó a Baldoví a sentarse.
La sesión se suspendió algo más de cinco minutos y se reanudó con Enrique Álvarez Sostres, de Foro Asturias, porque el diputado de Compromís-Equo seguía "recuperándose".
El diputado del partido de Francisco Álvarez-Cascos dio una de cal y de otra manera: aunque felicitó al Ejecutivo por algunos “logros” económicos, le dijo que su visión era “demasiado optimista”. Le demandó “un nuevo modelo de Gobierno y, especialmente, un nuevo modelo de dirigirse a los electores con la verdad por delante y sin más promesas” que luego pueda incumplir. Sostres también hizo referencia a la inestabilidad política, a los datos del CIS, a los casos de corrupción y a la supuesta financiación ilegal del PP.
Y también aludió a Podemos, al mentar, sin mencionarlos, a la aparición de “líderes visionarios educados en las consecuencias de un capitalismo radical y con un objetivo fácilmente vendible desde el Gobierno. “Los nuevos predicadores y comunicadores de marca marxista-leninista de corte latinoamericano prometen alcanzar la utopía con la bandera del 'indignados del mundo, uníos'”.
Salvador, contra los "secesionistas y antiforalistas"
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Carlos Salvador sí defendió las políticas del Gobierno. Su grupo, dijo, ha apoyado las reformas que consideraba que servirían para dejar "un país mejor", ha presentado enmiendas y ha ayudado a "alcanzar acuerdos que afectan positivamente en Navarra". El diputado centró en la Comunidad foral su intervención, de hecho: advirtió contra un Ejecutivo de Bildu tras las próximas elecciones autonómicas de mayo, porque supondría la integración "en el gulag euskaldún".
Salvador alertó de que el candidato abertzale es Adolfo Araiz, que en el pasado, como miembro de Herri Batasuna, "votó a favor de socializar el terror". "¿Se ha arrepentido? Qué va, está tan orgulloso. Seguro que piensa: 'Ya toca un Gobierno afín a ETA en Navarra. Ya toca recoger las nueces'". El parlamentario de UPN defendió el marco constitucional ante "los ataques de los secesionistas y de los antiforalistas" y prometió que su partido no se va a quedar "en el burladero de la historia". Rajoy correspondió con ese aviso. Navarra, sostuvo, "se juega mucho" en los próximos meses, y no le convienen"operaciones que nada tienen que ver con la sensatez y la lógica". "Donde mejor está Navarra es donde está, con su estatus de territorio foral y una de las grandes regiones españolas", añadió. El jefe del Ejecutivo agradeció a UPN su apoyo "en los momentos difíciles y a las decisiones más difíciles" en esta legislatura.
Uxue Barkos, portavoz de Geroa Bai, acusó a Rajoy de haber trenzado en el Congreso un discurso para “levantar el ánimo de sus tropas”, sin hacer un “balance real” de la legislatura. La diputada culpó al presidente de haber aplicado “el austericidio” en esta legislatura. También le afeó que haya negado “el pan y la sal” a Navarra, al recurrir sus normas ante el Tribunal Constitucional y al castigarla “presupuestariamente”. Barkos acabó su intervención con unas palabras en euskera, como signo de reivindicación del uso de las lenguas cooficiales en el Congreso.
Tras la intervención del PNV, con la que se abrió la segunda jornada del debate del estado de la nación, siguió el Grupo Mixto. Aunque con matices, casi todos sus integrantes criticaron al Gobierno por su gestión de la crisis y por la corrupción, nada que ver con el "país maravilloso" que representó el presidente en la primera sesión. Le salvó, en cambio, Carlos Salvador, de Unión del Pueblo Navarro, con el que el PP se presentó en las generales de 2011 en Navarra. Pero lo que marcó el arranque de la mañana fue el mareo del diputado de Compromís-Equo, Joan Baldoví, que obligó a interrumpir el pleno algo más de cinco minutos.