La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, dio este miércoles el discurso que durante la madrugada del martes, cuando los resultados ya pronosticaban una sonada derrota, no salió a dar: "El resultado no es el que queríamos, pero debemos aceptarlo". La demócrata reconoció la victoria del expresidente Donald Trump visiblemente conmocionada y prometiendo que volverá la luz tras la oscuridad, según informa EFE.
"Sé que mucha gente cree que vamos a entrar en una era oscura", dijo Harris en un discurso en la Universidad de Howard de Washington, el primero desde que fue declarada perdedora de las elecciones y que estaba previsto para el martes por la noche; en él apuntó que "solo cuando está suficientemente oscuro, se pueden ver las estrellas". Y, aunque el resultado no es el que querían, alegó que "la luz del EEUU prometido volverá mientras sigamos trabajando y luchando".
En un discurso de poco más de diez minutos, ante un público desolado, Harris afirmó que acepta su derrota, pero que no renuncia a la lucha para que la luz vuelva a Estados Unidos. "Estoy aquí para decir: aunque acepto la derrota, no renuncio a la lucha que impulsó esta campaña", aseguró.
La vicepresidenta contó, entre tímidos abucheos del público, que ya ha hablado por teléfono y felicitado al republicano y que trabajará para que haya "una transición pacífica de poder". "Un principio fundamental de la democracia estadounidense" es que cuando se pierden unas elecciones se aceptan los resultados, afirmó Harris, haciendo una referencia velada hacia Trump, que no quiso aceptar los resultados en 2020 cuando perdió contra Joe Biden.
En su discurso, Harris, que asumió la misión de llegar a la Casa Blanca tras la retirada electoral de Biden en julio, prometió que no dejará de luchar. "Nunca renunciaré a la lucha por un futuro en el que los estadounidenses puedan perseguir sus sueños, ambiciones y aspiraciones", afirmó.
Un país, continuó, en el que las mujeres "tengan la libertad de tomar decisiones sobre su propio cuerpo y que el gobierno no les diga qué hacer" y en el que las escuelas y la calle estén a salvo de la violencia armada.
No estaba previsto que la fiesta terminara así y el campus de la Universidad de Howard de Washington DC, alma mater de la vicepresidenta, se engalanó el martes para una fiesta, con globos, música y banderas, esperando coronar a la primera mujer presidenta de Estados Unidos. A medianoche, conforme avanzaba el escrutinio de las elecciones y el resultado auguraba que no iba a ser un día de fiesta, la música se fue apagando en el cuartel general de la campaña.
Este miércoles seguían los globos, las banderas y hasta la música, pero fueron pocos los que bailaron y muchos los que lloraron al escuchar a Harris aceptar la derrota. Caras tristes, abrazos de sororidad y palabras de condolencia sumieron al público en una especie de funeral, en el entierro de la esperanza de ver algo insólito, a una mujer de origen afroamericano y asiático llegar a la Casa Blanca, derrotando al primer expresidente convicto en la historia de Estados Unidos.
El "proceso de duelo" demócrata
"Hoy entramos en un proceso de duelo. Hemos estado tan concentrados en la lucha y el optimismo de lograr que suceda que no ha habido espacio para pensar en que no sucediera", cuenta a EFE Rory tras el discurso. Ella, confiesa, fue una de las que lloró al escuchar a la vicepresidenta, como atestiguan las manchas en su camiseta.
Entre el público estaban algunas figuras de su partido, como la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, pero sobre todo miembros de su campaña, seguidores y voluntarios como Rory, para quien hoy comienza un momento de "reflexión sobre la visión del país", relata. "Siento que muchas de las personas que apoyaban a Kamala también apoyaron a Barack Obama. Yo estaba en la universidad en DC cuando Obama fue elegido y esa noche estaba frente a la Casa Blanca gritando '¡lo logramos!' con cientos de personas. Fue simplemente eléctrico", recuerda emocionada.
La visión que tenía de Estados Unidos "nació en ese período" y tras esta segunda victoria de Trump llega "un ajuste", una reflexión "sobre lo que esa visión significa", sostiene.
Para Hammere, asistente también al discurso, las palabras de Harris han sido reconfortantes. "Aún tengo esperanzas, creo que todavía estoy decepcionada por el resultado, pero sé que, incluso si este resultado no fue lo que esperábamos, este no es el final de la historia", relata a EFE. "Todavía hay un deber y una responsabilidad. Todos tenemos que hacer lo que podamos a nuestra manera para continuar mostrando nuestra lealtad al país y a sus valores", añade en el césped del campus, que a última hora de este miércoles comenzó a quitar los globos y a apagar la música para olvidar una fiesta que acabó sin poder brindar.
Obama: "Hay vientos en contra para los gobernantes demócratas del mundo"
Por su parte, el expresidente Barack Obama (2009-2017) lamentó este miércoles que en los últimos años se han dado condiciones que han creado "vientos en contra para los gobernantes demócratas de todo el mundo", y apuntó que los resultados de las elecciones del martes demostraron que "Estados Unidos no es inmune a ellos".
"Estos problemas tienen solución, pero solo si nos escuchamos unos a otros y respetamos los principios constitucionales y las normas democráticas que han hecho grande a este país", aseguró en un comunicado publicado en sus redes sociales.
Obama señaló a la pandemia, la subida de precios y la sensación "que tiene mucha gente de que, por mucho que trabajen, lo mejor que pueden hacer es mantenerse a flote" como algunos de los problemas globales causantes de estos vientos en contra.
El exmandatario, que ha tenido un papel importante en la campaña de Harris, aseguró estar muy orgulloso tanto de la candidata como de su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, y agradeció a todo el personal que había trabajado para conseguir que Harris llegara a la Casa Blanca.
"No es el resultado que esperábamos dadas nuestras profundas discrepancias con la candidatura republicana en toda una serie de cuestiones, pero vivir en una democracia consiste en reconocer que nuestro punto de vista no siempre ganará", afirmó tras felicitar al expresidente Donald Trump por su victoria. Según Obama, el progreso exige "buena fe y gracia" hasta con aquellos con los que se discrepa. "Así es como hemos llegado hasta aquí y así es como seguiremos construyendo un país más justo y equitativo, más igualitario y más libre", concluyó.
Durante el final de esta campaña, tanto él como su esposa, Michelle, han tenido papeles protagonistas en algunos de los mítines celebrados en los estados clave.
Los Clinton: "EEUU es más grande que cualquier elección"
El expresidente Bill Clinton y la excandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton felicitaron este miércoles a Donald Trump tras su victoria electoral, apuntando que "EEUU es más grande que los resultados de cualquier elección". En un comunicado, también felicitaron a Kamala Harris y a Tim Walz por la "campaña positiva y esperanzadora" que han desarrollado y desearon al expresidente buena suerte y que "gobierne para todos".
"Tenemos que recordar que Estados Unidos es más grande que los resultados de cualquier elección, y lo que hagamos como ciudadanos hará que avancemos o nos caigamos hacia atrás", apuntaron el exmandatario y la que fuera secretaria de Estado de Obama. Además, consideraron que "hay que resolver las diferencias y buscar oportunidades juntos" pues "el futuro del país" depende de ello.
Biden se dirigirá este jueves a la nación
El actual mandatario, Joe Biden, quien se dirigirá el jueves a la nación, también telefoneó al republicano para mostrar su compromiso con "una transición pacífica y enfatizó en la importancia de trabajar de forma conjunta para unir el país", para lo que le emplazó a una reunión en la Casa Blanca.
Por el momento y después de salir eufórico al escenario de West Palm Beach (Miami) en la noche del martes, Trump lleva toda la jornada en silencio, más allá de un mensaje enviado a sus seguidores en el que volvió a enfatizar lo que ya dijo ayer al declarar su prematura victoria: "Lucharé por ustedes, por nuestra familia, por nuestro futuro. Cada día voy a luchar con cada aliento de mi cuerpo".
Victoria arrolladora republicana
Y aunque el anuncio lo hizo antes de saber con certeza los resultados, la victoria del republicano ha sido arrolladora: a la espera de saber los datos en los estados de Arizona y Nevada, Trump ha conseguido 295 compromisarios y Harris 226 de los 270 necesarios en el Colegio Electoral para que les declaren presidente.
La carrera se prometía ajustada, pero el expresidente, que será el primer jefe de Estado condenado en asumir la Presidencia de EE.UU., consiguió arrebatar a los demócratas los tres estados del llamado muro azul (Wisconsin, Míchigan y Pensilvania) y si la tendencia continúa todo apunta a que va a logar con buenos márgenes los siete estados clave que estaban llamados a decidir los comicios.
Además, todo apunta a que por primera vez para Trump también va a ganar el voto popular, que le da el 51% al republicano y 47,6% a la demócrata, con 4,7 millones de votos menos (según el recuento de la agencia Associated Press), y eso ha sorprendido a algunos expertos.
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"Estoy un poco sorprendido de que a Trump le haya ido tan bien dada la negatividad de su campaña. Normalmente, el candidato que pueda proyectar una visión positiva de futuro tiene más probabilidades de ganar, pero la visión de Trump era oscura, más negativa y más divisoria que en 2016. El hecho de que se haya llevado el voto popular bajo esa premisa dice algo sobre los estadunidenses", subrayó el experto constitucionalista de la Universidad de Cedarville Mark Smith.
Los republicanos también lograron en las elecciones quedarse con el control del Senado tras cuatro años en la oposición al arrebatar a los demócratas al menos tres asientos y, aunque aún no hay resultados definitivos, también parece que el Partido Republicano puede revalidar su mayoría de la Cámara de Representantes.
El recuento más conservador, el de AP, da 205 escaños a los republicanos y 189 a los demócratas; otros medios, como la cadena CNN, tiene a los republicanos arriba 208 a 190. En todo caso, los republicanos estarían a apenas una decena de escaños de asegurarse los 218 asientos que dan la mayoría en la Cámara de Representantes.
La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, dio este miércoles el discurso que durante la madrugada del martes, cuando los resultados ya pronosticaban una sonada derrota, no salió a dar: "El resultado no es el que queríamos, pero debemos aceptarlo". La demócrata reconoció la victoria del expresidente Donald Trump visiblemente conmocionada y prometiendo que volverá la luz tras la oscuridad, según informa EFE.