Primero, un "revuelto de propaganda del PP". Segundo, "privatización crujiente con salsa de favores políticos". Y de postre, "una docena de mentiras financiadas con dinero público". Con este menú comenzó este miércoles la primera huelga indefinida en la Corporación de Radio y Televisión de Galicia (CRTVG).
Después de cuatro días, las huelgas de los lunes, miércoles y viernes por la mañana que lograron paralizar la retransmisión en directo de TVG pasan a ser indefinidas, exigiendo el fin de la subcontratación de contenidos como forma de "desmantelamiento" de los medios públicos y la "manipulación" de la información. La valoración interna de la huelga es muy positiva a pesar de la "situación insostenible" que transmiten los profesionales de la CRTVG. Diferentes profesionales de medios públicos gallegos consultados por Praza.gal señalan que la plantilla ya está "organizada" para poder llevar a cabo esta huelga, que auguran será "muy dura". "La sensación entre nosotros es que estamos en un punto de inflexión ", subrayan.
"No exigimos un aumento de nuestros salarios, de nuestras condiciones de trabajo ni del convenio colectivo. Esto va mucho más allá. Están utilizando los medios públicos como herramienta de propaganda del partido de gobierno, están externalizando programas que antes eran de elaboración propia y que se hacían con los medios de la CRTVG, y con índices de audiencia como los que dicen tener ahora", critican desde el comité de huelga.
Los sindicatos rechazan los argumentos de la CRTVG para defender la externalización, relacionados con el deber del organismo público de promocionar el audiovisual gallego en la contratación del programa O Termómetro y, además, señalan que la productora contratada "es una filial de una empresa con capital y sede en Madrid vinculada a personas que ocuparon cargos de responsabilidad en el Partido Popular". Para la representación de los trabajadores, resulta "inaceptable que se destinen 16.000 euros diarios a una empresa para producir lo mismo que antes producía el personal de la Corporación"; haciéndolo, a su vez, con "medios técnicos y documentales públicos".
Es por esto que uno de los objetivos de estos primeros cinco días de huelga fue la suspensión de la transmisión del programa O Termómetro. La huelga pasó a ser indefinida a partir de este miércoles también por la falta de diálogo por parte de la empresa, según explican desde el comité de huelga a Praza.gal, que tuvo información sobre una oferta del comité a la dirección de la CRTVG para que el programa que sustituye a A Revista por las mañanas completase la temporada y luego recuperase el espacio para la producción pública. Esta propuesta, según las mismas fuentes, fue rechazada por la Corporación.
Los trabajadores de la CRTVG vinculan la externalización de programas, que se inició en la Radio Galega en programas como Convivir (ahora, Seres), a un mayor "control" de los contenidos. "La empresa no sólo manipula donde lo ha hecho siempre, en las noticias y en dar los datos que le interesan, sino que también lo hace con los datos de seguimiento de la huelga: pudimos contar a la gente que fue a trabajar desde la madrugada y la mitad de las personas que estaban trabajando pararon en este quinto día”, trasladan desde el comité de huelga. La dirección de la CRTVG informó este miércoles que fue el 26,7% del personal el que secundó la huelga.
Este miércoles, los trabajadores en huelga de la CRTVG se encomendaron al Apóstol Santiago de la Praza do Obradoiro con la intención de que "interceda" para que sus reivindicaciones sean escuchadas. Ya lanzaron un SOS desde la puerta principal de la sede de San Marcos este lunes, durante la concentración del cuarto día de protestas, para intentar llegar a la ciudadanía con su mensaje, que apuesta por "una CRTVG al servicio del pueblo".
En concreto, desde el comité de huelga destacan que han enviado "un SOS muy grande a toda la prensa para que inmediatamente se informe a esta de lo que está pasando con la externalización, con la manipulación y con esa nueva ley de medios que se está aprobando y que tiene ya en marcha una ILP de respuesta para la recogida de firmas: es necesario llevar al Parlamento una ley en la que el PP podrá nombrar al director general de los medios públicos sin el consenso que antes era en teoría necesario ( porque nunca se aplicó)".
Denuncian "el asedio que el sistema de mediático gallego afín al régimen está levantando para ocultar esta nueva movilización de personal de los medios públicos, empezando por la propia CRTVG". Durante estos cinco días de huelga, ni TVG ni Radio Galega informaron sobre la existencia de la protesta ni los motivos de la misma. Sólo un mensaje de solidaridad con los huelguistas se escuchó en un comentario de un colaborador en el programa matutino de Radio Galega, que se transmitió en vivo.
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Los partidos de la oposición gallega mostraron su apoyo a la huelga acercándose a la sede de la CRTVG en San Marcos. Lo hizo la diputada Olalla Rodil en representación del BNG y el secretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, en representación de los socialistas gallegos. También desde los sindicatos, estos días participaron en las concentraciones Amelia Pérez de CCOO y Paulo Carril de CIG.
La privatización de la producción, el progresivo desmantelamiento de la redacción, los avances en la manipulación informativa y la falta de pluralidad vienen movilizando desde hace más de seis años a gran parte del personal de los medios públicos del país en el movimiento Defende A Galega, que esta semana llegará a 335 viernes negros'
"Vemos incluso a responsables de noticias de los medios públicos opinar abiertamente y publicar editoriales. Y tenemos ante nosotros un anteproyecto de ley para los medios públicos que es absolutamente regresivo, que refuerza el control político y no incluye contrapesos ni participación real de los trabajadores y que además atenta contra la principal razón de existencia de la CRTVG, la exclusiva uso de la lengua gallega", subrayan los profesionales, que ven esta huelga indefinida como "un paso más para transmitir a la sociedad gallega el peligro extremo al que nos enfrentamos". “Los trabajadores no podemos lograr el cambio solos, la sociedad gallega tiene que tomar conciencia y exigir medios públicos independientes, plurales y de calidad. Es una cuestión de salud democrática”, afirman.
Primero, un "revuelto de propaganda del PP". Segundo, "privatización crujiente con salsa de favores políticos". Y de postre, "una docena de mentiras financiadas con dinero público". Con este menú comenzó este miércoles la primera huelga indefinida en la Corporación de Radio y Televisión de Galicia (CRTVG).