Los hombres cometen cinco, e incluso seis, veces más infracciones de tráfico por consumo de alcohol y drogas que las mujeres, así como el doble de accidentes mortales. Así lo pone de manifiesto el estudio Mujeres conductoras en España. Implicación en accidentes de tráfico y comparación con los conductores varones, de la Cátedra Eduardo Barreiros Automóvil y Movilidad Sostenible, en colaboración con la Fundación Eduardo Barreiros y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
El informe, cuyos resultados completos han sido presentados este lunes 29 de mayo en el Auditorio de Fundación Mapfre, en Madrid, ha sido elaborado por el Instituto Universitario de Investigación del Automóvil (INSIA), con datos oficiales de la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Instituto Nacional de Estadística (INE) a partir de más de 200.000 accidentes producidos entre 2003 y 2014. La presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, ha presidido el acto de presentación.
En concreto, el estudio revela que sea cual sea la franja de edad de los varones, estos superan a las mujeres en este tipo de infracciones, tanto cuando se ven implicados en accidentes interurbanos con un sólo vehículo implicado o varios.
Así, los hombres cometen 3,77 veces más delitos por consumo de alcohol y drogas en edades comprendidas entre los 18 y los 30 años; un 5,1 veces más cuando tienen una edad de entre 31 y 55 años; y hasta 6,27 veces más cuando los conductores superan los 55 años.
Igualmente, los varones aparecen con mayor tasa de infracciones de este tipo cuando hay varios vehículos implicados en un accidente, aunque es ligeramente menor que cuando sólo hay un vehículo implicado. En este caso, los hombres cometen entre 4,5 y 5 veces más este tipo de infracciones que las chicas.
Otra de las conclusiones del trabajo, en Madrid, es que el número de víctimas mortales por ocupante del vehículo, cuando el conductor es varón, es el doble que cuando lo es una mujer.
En el caso de heridos graves, las colisiones entre conductores varones producen un 57% más de víctimas que si hay implicadas dos conductoras, mientras que aquellos accidentes en los que hay implicados un varón y una mujer, es de un 24% más.
Además de los delitos por consumo de alcohol y drogas, los conductores varones también cometen más infracciones en relación al exceso de velocidad, casi el doble que ellas. En general, los hombres de entre 18 a 30 años son los que más superan a las mujeres en este tipo de delitos. En cambio, no se observan diferencias significativas ente los conductores más veteranos (más de 55 años) de ambos sexos.
Las mujeres fallan más con la ITV
En general, también los hombres cometen entre tres y cuatro veces más infracciones administrativas en comparación a las mujeres. Las infracciones más frecuentes están relacionadas con la no posesión del permiso de conducir. En este caso, los varones infringen la norma más que las mujeres. La segunda infracción más frecuente es no estar al día de la ITV y en este caso las mujeres aparecen con mayor porcentaje en esta infracción.
"La mujer respeta más la norma, no asume tanto comportamiento de riesgo como lo hace el hombre y eso se traduce en accidentes y víctimas", ha dicho una de las investigadoras del estudio, Blanca Arenas, que cree que las diferencias entre ambos residen en "aspectos de formación" entre hombres y mujeres. "Sabemos que el hombre conduce más y tiene más experiencia en la conducción, y habrá que trabajar en esos aspectos, hombres y mujeres tienen trayectorias diferentes en la formación y en la ganancia de experiencia", ha añadido.
Ellas les superan a ellos en distracciones
En relación con la conducción desatenta o distraída cuando en el accidente sólo hay un vehículo implicado, el informe muestra que no hay diferencias significativas entre hombres y mujeres en la primera y última franja de edad de conductores (jóvenes de 18 a 30 años y en los mayores a partir de 76 años).
Sin embargo, el trabajo destaca que cuando hay varios vehículos implicados, son las mujeres quienes superan a los hombres en conducción distraída o desatenta y en casi todas las franjas de edad (hasta los 75 años).
La investigación también pone de manifiesto cuáles son los accidentes más típicos en ambos sexos. Así, en el caso de los hombres, los accidentes más frecuentes son los atropellos, vuelcos y colisiones frontales; mientras que en el caso de las mujeres, los accidentes más frecuentes son los alcances y las salidas de vía, según ha informado Europa Press.
Según ha explicado Arenas Ramírez, este estudio demuestra que "hay diferencias en la accidentalidad entre hombres y mujeres". A su juicio, el trabajo puede contribuir a "arrojar un poco más de conocimiento" sobre los diferentes colectivos, de modo que se puedan "estudiar de forma más especializada".
En este sentido, ha planteado el diseño de medidas que vayan "un poco más enfocadas" a determinados colectivos, ya sea entre hombres y mujeres, o bien personas mayores o ciclistas. Según ha indicado, la UE considera "importantísimo abordar la política de transporte y de Seguridad Vial con una mirada de género", ya que, a su juicio, "hay patrones y comportamientos distintos entre hombres y mujeres".
Otros de los autores del estudio han sido los profesores Francisco Aparicio, José Manuel Mira, Francisco Javier Páez, Arturo Furones y Blanca Arenas son los autores del estudio. Según ellos, este trabajo puede servir para que los conductores, tanto hombres como mujeres, "tomen mayor conciencia" de los accidentes de tráfico, y para que "las administraciones tengan datos precisos que puedan ser útiles a la hora de diseñar políticas públicas o campañas de sensibilización".
Los hombres cometen cinco, e incluso seis, veces más infracciones de tráfico por consumo de alcohol y drogas que las mujeres, así como el doble de accidentes mortales. Así lo pone de manifiesto el estudio Mujeres conductoras en España. Implicación en accidentes de tráfico y comparación con los conductores varones, de la Cátedra Eduardo Barreiros Automóvil y Movilidad Sostenible, en colaboración con la Fundación Eduardo Barreiros y la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).