Iglesias invita al PSOE al "entendimiento" y mantiene el tono moderado en el cuerpo a cuerpo con Rajoy

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La consigna estaba clara: el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, quería presentarse en el debate de su moción de censura como un "hombre de Estado" y potenciar su faceta de "presidenciable". Y de ahí que, durante sus intervenciones este martes en el debate, Iglesias mantuviera un tono mucho más tranquilo que el que utiliza habitualmente en el Congreso y que, incluso, tendiera la mano al PSOE para llegar a acuerdos.

Iglesias llegaba al debate de este martes con la intención de ofrecer su imagen más presidencial. Dado que la moción está condenada a no prosperar -sólo cuenta con el apoyo de Unidos Podemos, EH Bildu, Compromís y ERC-, Podemos buscaba que sirviera para proyectar la imagen de su líder como un candidato con opciones de aspirar en algún momento a la Presidencia del Gobierno. Y las fuentes del grupo morado consultadas se felicitan de que, por el momento, han conseguido este objetivo, aunque admiten que aún habrá que esperar a la intervención del PSOE, que tendrá lugar este miércoles, para valorar la eficacia de su estrategia.

Durante sus intervenciones en el debate de la moción, las alusiones a buscar un "entendimiento" con los socialistas por parte de Iglesias fueron múltiples. "Quiero pedirles que intenten ponerse de acuerdo con nosotros", pidió el líder de Podemos, que señaló que ahora es más necesario que nunca un pacto con el PSOE para construir una mayoría alternativa. Iglesias, incluso, afirmó que "las cosas han cambiado en el PSOE, y han cambiado para bien" con la elección de la nueva direción liderada por Pedro Sánchez.

Iglesias también admitió que su partido cometió "errores" en las negociaciones con el PSOE tras las elecciones, y se mostró confiado en poder pactar una moción de censura con el los socialistas en el futuro. "Espero que su abstención sea una abstención reflexiva para ponernos a trabajar juntos para sacar lo antes posible a esta gente de las instituciones", apuntó el candidato, cuyo talante, en cualquier caso, estuvo muy lejos del que mantuvo en el debate de la investidura de Pedro Sánchez, cuando acusó al expresidente Felipe González de tener "las manos manchadas de cal viva".

También mantuvo Iglesias un tono tranquilo en sus duras referencias al PP, en contraste con el tono agresivo y contundente utilizado por parte del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en sus réplicas. Si Rajoy aseguró que un Ejecutivo liderado por Podemos sería "letal" para España, comparó sus intervenciones con Aló Presidente -el programa del fallecido mandatario venezolano Hugo Chávez- e incluso sostuvo que "para perder, cualquier candidato vale, incluso usted", las críticas de Iglesias -que se basaron fundamentalmente en la corrupción- fueron duras, pero no incluyeron palabras gruesas.

Iglesias, incluso, fue jocoso en algunas ocasiones. En este sentido, cuando Rajoy le acusó de ser "poco de fiar", Iglesias le respondió con ironía: "No sé si una persona con tantos amigos en la cárcel es muy de fiar". "A ustedes la soberbia les va a hacer caer", rebatió igualmente el candidato, que también denunció que el PP "no entiende España" y afirmó que  "no es normal que el partido del Gobierno tenga más personas investigadas por corrupción que las que caben en el Congreso".

Estrechar las opciones del PSOE

Del tono utilizado por Iglesias se alegraba un diputado del grupo parlamentario de Unidos Podemos tras el debate: "Afortunadamente, Pablo no ha levantado la voz en ningún momento" y eso, señalaba, le ha permitido transmitir la imagen que buscaba. Un segundo dirigente alababa la "madurez" del líder de Podemos, mientras otras fuentes del grupo morado se felicitan de que Rajoy haya intervenido justo antes de que lo hiciera Iglesias, para responder a la portavoz parlamentaria, Irene Montero. "El presidente nunca contesta antes de que hable el candidato, eso es un gesto de debilidad", interpretan estas fuentes, que insisten en que Rajoy estaba "muy nervioso".

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Fuentes del grupo parlamentario de Podemos, además, se muestran confiadas en que la actitud conciliadora de Iglesias para con el PSOE en el debate de este martes ponga las cosas difíciles a los socialistas a la hora de criticar al grupo morado en su intervención, que tendrá lugar este miércoles. "El PSOE está extrañamente dolido, supongo que por resentimiento", lamenta un miembro de la dirección de Podemos, aunque otro diputado señala que "hay que esperar a su discurso" para valorar hasta qué punto la nueva dirección socialista se muestra cercana a Iglesias.

Por lo pronto, la reacción del PSOE ha pasado por recordar que Podemos votó en contra del pacto suscrito por Pedro Sánchez con Ciudadanos para investirlo presidente del Gobierno tras el 20D. "La verdadera moción se produjo en 2016", señaló en declaraciones a los periodistas el nuevo portavoz socialista en el Congreso, José Luis Ábalos, que afirmó que el hecho de que la moción de censura no vaya a prosperar le echa "una mano a Rajoy".

 

La consigna estaba clara: el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, quería presentarse en el debate de su moción de censura como un "hombre de Estado" y potenciar su faceta de "presidenciable". Y de ahí que, durante sus intervenciones este martes en el debate, Iglesias mantuviera un tono mucho más tranquilo que el que utiliza habitualmente en el Congreso y que, incluso, tendiera la mano al PSOE para llegar a acuerdos.

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