Luis Pineda adoraba la repercusión pública. La ansiaba y la buscaba tanto como medio para promocionar su grupo de empresas o su falsa asociación de consumidores, como para darse bombo a sí mismo. Siempre ávido de publicidad, no se conformó con los medios que tuvo a su alcance para lanzar su mensaje, en apariencia una defensa de los consumidores y en el fondo parte de su estrategia de premiar a los que pagaban y atacar a los que se resistían. También llegó a pasearse por parlamentos autonómicos, desde donde ofrecía sus recetas para salir de la crisis, presumía de su doctorado o abroncaba a los políticos, según el día. Ciertamente iba para estrella hasta que se topó con la Policía Nacional y con el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.
Ahora no sólo está preso por extorsión, amenazas y organización criminal, sino que los insultos, descalificaciones, infamias y ataques que lanzó durante aquella época dorada se acumulan y lo persiguen hasta la cárcel de Soto del Real. Las condenas a Pineda llegan ya hasta más de 80.000 euros y, si prosperan las nuevas demandas en su contra, podrían subir hasta por encima de los 100.000, según las distintas denuncias y sentencias consultadas por infoLibre. Uno de los fallos, insólito por la pena impuesta, obliga a Pineda a tuitear durante 30 días que sí, que en efecto es un difamador. ¿Cómo ha llegado Pineda a verse así? ¿Contra quién se metió y qué dijo? ¿Atacó, como jefe de una asociación supuestamente dedicada a la defensa de los usuarios de banca, a algún banquero o gran empresario? No. El máximo objetivo de las iras de Pineda fue una persona bastante menos poderosa.
En el mismo ámbito de la defensa de los consumidores en el que Pineda aparentaba moverse había –hay– una figura que alcanzó antes que el presidente de Ausbanc una relevancia mediática mayor que la suya: el periodista Rubén Sánchez, portavoz de Facua. A Sánchez lo llamaban los medios antes que a Pineda para valorar noticias sobre cláusulas suelo, o sobre decisiones del Gobierno que afectaban a los consumidores, o sobre los riesgos del uso de tal o cual nuevo producto o servicio, o sobre la nueva campaña lanzada por su asociación. A Pineda le disgustaba este protagonismo de Sánchez, que además muy pronto, en 2012, comenzó a expresar en público sus dudas acerca de la verdadera naturaleza de Ausbanc. E incluso a mantener el cuerpo a cuerpo con Pineda, al que señalaba con el dedo cuando el jefe de Ausbanc aún estaba en la cresta de la ola.
"Cuando yo escribí aquel tuit contra Pineda, sabía que estaba atacando a alguien poderoso, con dinero y conexiones, bien relacionado. Pero la verdad es que no podía imaginarme lo que se me iba a venir encima", explica Sánchez. ¿De qué tuit está hablando? De este: "Hace 30 años el terrorista de ultraderecha Luis Pineda hoy presidente de Ausbanc montaba atentados para celebrar el 23F". El mensaje enlazaba a una noticia del diario El País de febrero de 1982 que daba cuenta de la detención, en virtud de la ley antiterrorista, de siete miembros de la organización radical de extrema derecha Frente de la Juventud, entre ellos Pineda, que habían lanzado cócteles molotov y objetos contundentes para conmemorar el primer aniversario del golpe de Estado.
Pineda trasladó a Sánchez, a través de un responsable jurídico de Ausbanc, su intención de denunciarlo por este tuit si no pagaba una cantidad cuya cuantificación dejaba decidir al propio Sánchez, según el burofax que le remitió. "Me vino a decir: 'Pon tú la cifra'. Alguien que quiere restaurar su honor no actúa así. Me pareció un comportamiento que describía cómo funcionaban. No retiré nada ni pagué nada, porque no había dicho ninguna falsedad. Y ahí supe que iba a pasar algo, tenía claro que habría una respuesta", explica Sánchez.
Marquesinas de autobús
Y pasó algo, en efecto. Pineda desencadenó una campaña feroz de insultos, insinuaciones injuriosas, descalificaciones, difamaciones... Se prolongó durante años. Iban contra Facua y contra Sánchez, pero también contra su pareja y contra su padre. Los ataques incluyeron publicidad contratada en marquesinas de Jaén, Málaga y Sevilla –ciudad de residencia de Sánchez– con el portavoz de Facua caracterizado como un forajido en la portada de una revista de Ausbanc y este texto: "SE BUSCA. Por colaborar con UGT para desviar fondos públicos. Por engañar a los consumidores e impedirles reclamar". En ocasiones Luis Pineda tuiteaba la foto de las marquesinas con la portada de la revista de Mercado de dinero en la que aparecía Sánchez como un delincuente mencionando al propio portavoz de Facua, para asegurarse de que éste la viera.
Hubo informaciones en la revista Mercado de dinero acusando a Sánchez y a Facua de corromperse y venderse, de estar implicados en los ERE o en una trama de facturas falsas. Por ejemplo, así de sutilmente empezaba un texto: “Matones a secas es lo que son Rubén y su clan mafioso”. Y también le lanzaba acusaciones de no defender a los consumidores sino sólo a los banqueros y empresarios que pasaban por la caja de Facua: es decir, el modus operandi de Ausbanc y Manos Limpias que ha descrito el juez Santiago Pedraz a lo largo de su instrucción.
La tirada de Mercado de dinero, donde se presentaba a Sánchez y por extensión a Facua como corruptos, llegó a superar los 50.000 ejemplares. El grueso de los artículos se basaban en especulaciones a partir del hecho, desvelado por los medios de comunicación, de que UGT, sindicato investigado en un mediático caso de facturas falsas, había sido cliente de la que era agencia de comunicación de Sánchez, Concepto 19. En octubre de aquel año Manos Limpias lo denunció, en una de sus prácticas habituales. La denuncia fue archivada. El portavoz de Facua nunca ha sido imputado por este caso ni por ningún otro. No obstante, lleva desde 2013 teniendo que defenderse de acusaciones.
Tuits con menciones a periodistas
Además de portadas y artículos de prensa, hubo incontables tuits del propio Pineda. Como éstos:
– Rubén de Facua es un fraude. Ataca a todos y el corrupto es él.
– Basta de corrupción FACUA Sánchez [incluyendo fotografía de marquesina con el cartel de SE BUSCA]
– Lo tu amigo (sic) y de Keka [pareja de Sánchez] que asesora como pasar droga por Aduanas es lo más. Sois un peligro, la verdad. Esa trama...
– A los Sánchez FACUA les pesaron sus billeteras y a ambas les diagnosticaron obesidad mórbida. Desvío fondos UGT a facturas Rubén Sánchez.
– Rubén da el perfil justito, justito. Gira facturas falsas y quiere que le perdonen. Menudo troll.
– Facua dice que defiende a los consumidores y luego les deja tirados si es con una empresa que da pasta a su Fundación.
– Pobre Gonzo [el famoso periodista de La Sexta]. No sabe que sólo le usan para obtener subvenciones. Facua apoya la Cláusula Suelo y desanima su denuncia.
En otro tuit lo acusaba de tener "sicarios" a su servicio. Pineda iba a hacer daño. No sólo ponía los tuits, sino que los dirigía a usuarios de Twitter influyentes o destacados, como al entonces vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, o a los periodistas Antonio Burgos, Julia Otero, Carlos Cuesta, Mamen Mendizábal, Hermann Tertsch... "Era una obsesión. Si no estás obsesionado, no tuiteas 60 veces sobre alguien en un día", recuerda Sánchez, que afirma: "No soy la misma persona que era. Esto me afectó mucho".
Sentencia firme del Supremo
Los ataques de Pineda duraron años. Pero Sánchez y Facua empezaron a defenderse pronto, en junio de 2013. No lograron frenar la campaña de Pineda, pero sí empezaron a sembrar procedimientos que han ido dando sus frutos. Pineda ya tiene tres sentencias en contra. Una de ellas es firme. El Tribunal Supremo confirmó el 11 de octubre una sentencia de un juzgado de Sevilla condenando a Pineda a eliminar de Twitter los comentarios lesivos (57 en total) y a publicar la sentencia en dicha red social "usando una herramienta para aumentar el número de caracteres permitidos, publicándolo durante 30 días en el horario de mañana (de 9 a 14 horas) o tarde (de 17 a 22 horas)". Además lo condena a pagar 4.000 euros.
Esta sentencia ya es firme. No obstante, los comentarios siguen ahí y Pineda no ha pagado nada todavía, dado que está en prisión y sus cuentas están embargadas. Ahora Sánchez debe solicitar la ejecución de la sentencia, que requerirá de la intervención del juez Pedraz, que instruye el caso que ha llevado a Pineda a la cárcel y que puede decidir ahora sobre sus cuentas.
Intromisión en el honor
Hay otra sentencia menos original en la condena impuesta pero más dura económicamente. El juzgado de primera instancia 11 de Sevilla acreditó en diciembre de 2015 la existencia de una intromisión del derecho al honor de Sánchez por parte de Pineda, Ausbanc y Luis Suárez Jordana, el que fuera director de Mercado de dinero. La condena es del pago subsidiario de 50.000 euros, que previsiblemente habrá de asumir Pineda, según Sánchez, que explica que Suárez Jordana, condenado por estafa en otro procedimiento, ha tenido problemas de solvencia. Pineda es además condenado a pagarle a Sánchez otros 30.000 euros, a retirar los comentarios de Twitter y a publicar en su cuenta el fallo durante diez días seguidos. Esta sentencia ha fue íntegramente confirmada por la Audiencia de Sevilla el 15 de noviembre.
La tercera sentencia condenatoria es de 2 de noviembre. Proviene de una demanda de Facua, no de Rubén Sánchez. Declara una intromisión en el derecho al honor de Facua por parte de Pineda. El juzgado 19 de Sevilla insta a Pineda a dejar de injuriar a Sánchez como portavoz de Facua, y a dejar de vincular a esta organización con casos de corrupción. También ordena a Pineda publicar la sentencia en su perfil de Twitter y en diversos medios de comunicación. No le impone sanción económica, ya que Facua no la solicitó.
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Otra demanda por 44.000 euros
Hay una cuarta demanda interpuesta, también por Facua, en la que sí solicita 44.000 euros. Los demandados son Pineda, Suárez Jordana, Ausbanc y Mercado de dinero. Otra vez los insultos y difamaciones están documentados. El juicio será a finales de noviembre. Y previsiblemente no será el último. Hay previstas más demandas, explica Sánchez, tanto por parte del portavoz de Facua como de su pareja, que también fue objeto de ataques de Pineda. "Le montó una campaña diciendo que era una acosadora, que está conmigo para lavar mi imagen de homosexual", explica Sánchez. En efecto, numerosos tuits atestiguan las continuas referencias de Pineda al "armario" donde se encontraría Sánchez. La sexualidad de Sánchez parecía obsesionar a Pineda.
La detención en abril de Pineda supuso una buena noticia para el portavoz de Facua. "Ayudó a que calara la idea de que no sólo fuimos víctimas, sino que nos atrevimos a enfrentarnos a Pineda y a Ausbanc, y que el precio fue esa campaña de calumnias", afirma. Pero añade: "A mí me siguen preguntando en redes por las facturas falsas de UGT. No todos los días, como antes, pero me siguen preguntando".
Luis Pineda adoraba la repercusión pública. La ansiaba y la buscaba tanto como medio para promocionar su grupo de empresas o su falsa asociación de consumidores, como para darse bombo a sí mismo. Siempre ávido de publicidad, no se conformó con los medios que tuvo a su alcance para lanzar su mensaje, en apariencia una defensa de los consumidores y en el fondo parte de su estrategia de premiar a los que pagaban y atacar a los que se resistían. También llegó a pasearse por parlamentos autonómicos, desde donde ofrecía sus recetas para salir de la crisis, presumía de su doctorado o abroncaba a los políticos, según el día. Ciertamente iba para estrella hasta que se topó con la Policía Nacional y con el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.