IU responde a Podemos: “Quien considere muerta la unidad de la izquierda se equivoca”

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"No hay nada muerto. La ciudadanía es la que impone la unidad y será la gente la que imponga una alianza lo más amplia posible. Quien considere muerta la unidad de la izquierda se equivoca". 

Quien habla es José Luis Centella, coordinador de la Presidencia Federal de Izquierda Unida, secretario general del Partido Comunista de España (PCE) y portavoz parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso. Un hombre discreto y prudente, respetado dentro y fuera de su formación y que atesora más poder del que él incluso admite. Y él, como el coordinador de IU, Cayo Lara, o el casi seguro candidato de la federación a la Moncloa, Alberto Garzón, machaca la misma idea: que no se puede dar la espalda a la confluencia de la izquierda, porque "la gente la pide" y la "impondrá", y quien no se sume, pagará por su "irresponsabilidad". 

La convergencia es el proceso estratégico de IU, desde antes de las europeas de mayo que le dieron un resultado menos vistoso de los esperado (1,57 millones de sufragios, seis escaños, 10,03% de los votos), pero lo es más aún después de esos comicios. Y no lo abandonará por mucho que Podemos haya dicho no con un sonoro portazo. Por si quedaba alguna duda, Pablo Iglesias lo dejó meridianamente claro en una entrevista con el director editorial de infoLibre, Jesús Maraña, publicada este viernes: está "absolutamente" convencido de que un "frente de izquierdas saldría electoralmente derrotado", porque "cualquiera" piensa que "en este momento" tendría "más eficacia el recurso al voto del miedo". 

Centella, preguntado por este diario por la conversación con Iglesias, advierte de que IU seguirá "trabajando por una amplia unidad de la izquierda frente al bipartidismo". El líder del PCE y número dos de IU rehúsa "contestar concretamente a otras fuerzas políticas", pero insiste en que "hay que escuchar más a la gente de la calle y escucharse menos a uno mismo". "Lo digo de forma modesta, porque todos debemos ser modestos, pero la gente en la calle nos está diciendo que nos unamos, y nos impondrá la unidad pasadas las municipales y autonómicas del 24 de mayo", sostiene. 

Guanyem... ¿diferente a los Ganemos?

El coordinador de la Presidencia de IU rehúye el cuerpo a cuerpo con Podemos, pese a ser preguntado explícitamente por él, y siempre subraya que los ciudadanos no entenderían otra cosa que la confluencia, que no concebirían que la izquierda, en este momento, cuando tiene delante una oportunidad histórica por el hundimiento del bipartidismo, concurriera por separado. Idea que manifiesta con reiteración Garzón, secretario de Proceso Constituyente y Convergencia y uno de los defensores claros de la alianza. "No me referencio en Podemos. Mi adversario es el bipartidismo, el sistema monárquico. Yo estoy por la ruptura –asegura Centella–. Creo que la unidad es imprescindible, y se producirá cuando la mayoría social nos la imponga a todos. Yo no soy ni pro ni anti Podemos, estoy muy en sintonía con que dicen Alberto y Cayo y lo que plantea Frente Cívico", la plataforma impulsada por el excoordinador Julio Anguita. 

De cara a los comicios de mayo, las posibilidades de una suma de IU y Podemos son prácticamente nulas. En las autonómicas, los de Iglesias ya han aprobado que se presentarán solos, con su marca. En las locales, no habrá candidaturas con las siglas de Podemos, estrategia con la que el nuevo partido pretende evitar quemarse y asumir riesgos, un acto de "responsabilidad". "Reconocemos que la capacidad de hacer candidaturas propias en 8.000 municipios en el conjunto de España es algo que nos podría desbordar y que nosotros no nos podríamos permitir ni media", explicaba el secretario general a este periódico.

Podemos, por tanto, se unirá a aquellos movimientos unitarios con los que sintonice, caso de Guanyem Barcelona, pero no respaldará a los que diverjan de sus líneas políticas. ¿Por qué esa diferenciación? Según Iglesias, el fenómeno Guanyem es "muy particular, muy barcelonés". Y aquellos que "han pensado que se podía repetir" por el solo hecho de "adoptar el mismo nombre en otros sitios [los Ganemos] se equivocan". "En otras ciudades y en otros pueblos los fenómenos serán completamente distintos y ahí nosotros pensamos que no funcionan bien las coaliciones de partidos de izquierdas. Eso no quiere decir que los partidos de izquierdas no puedan ir con sus siglas y que después, en función de sus resultados, tú puedas llegar a acuerdos con mucha gente". Es decir, que cabrían pactos postelectorales, en su caso. 

"Nos han dado por enterrados y no lo consiguieron"

La reflexión de Iglesias causó un enorme malestar en algunos cuadros de IU. Esas declaraciones, afirmaba un dirigente de la ejecutiva de Lara, son "insolventes, infundadas y contradictorias" con lo que el líder de Podemos "ha dicho siempre". "Los Ganemos que se han construido de forma artificial son una excepción. Así no han crecido los de Madrid, Vigo o L'Hospitalet. Y no todos tienen el mismo nombre. En Galicia, por ejemplo, se llaman Marea Atlántica. Está claro que no es un paradigma sólo barcelonés o catalán cuando ha prendido fuera", añade esta fuente. En IU se siente que la formación de Iglesias intenta "trasladar su problema, su debilidad" –el hecho de no tener una infraestructura reticular, en todo el país– a los demás. Y se teme que "dinamite los Ganemos" para no tener que confluir con IU, haciendo saltar por los aires una experiencia innovadora, alegando además que rechaza la fórmula legal de la coalición, porque quiere la de agrupación de electores. Pero entonces, si frustra los Ganemos, "pagará ese peaje". 

"No puede cargar sobre nosotros o sobre Equo o el resto de agentes la voladura de Ganemos", expresa un miembro de la dirección federal. Diego Valderas, vicepresidente de la Junta y excoordinador andaluz, lo expresaba el pasado fin de semana con crudeza: Podemos ha "despreciado" la mano tendida de IU por diferencias "muy profundas" en sus respectivos programas. El equipo de Lara aún no ha decidido pasar al ataque público y directo, visto que tendrá que medirse con la formación de Iglesias en las urnas, pero la desazón por su actitud sí está presente. La confrontación parece también probable en las generales, la convocatoria que los de Iglesias consideran prioritaria. 

Iglesias justificaba su no a la confluencia por su convicción de que no sirve el eje izquierda-derecha, sino el de arriba-abajo (la casta contra el pueblo). "El terreno de batalla ideológico no lo define uno en su casa con una camiseta del Che Guevara. lo define una serie de contingencias que son el resultado de procesos históricos muy complejos. Nosotros queremos el cambio. Nosotros queremos una sociedad más justa. Los nombres, los significantes, son lo de menos". Hacer política, para el secretario general de Podemos no es "que le hagan [a uno] una foto con sus valores, con sus camisetas, con sus banderas, con sus símbolos", sino analizar el terreno de juego ideológico para "hacer posible un cambio en una dirección de justicia" adaptándose al "ambiente" o al "contexto". 

"Ha habido mucha gente que ha predicho el fin de las ideologías, y que ha predicho incluso el fin del PCE, y aquí estamos. Nos han dado muchas veces por enterrados y nunca lo han conseguido. Yo voy a intentar que IU y el PCE estén siempre –defiende Centella–. No ha muerto, no es una camiseta". Lo mismo cree el secretario de Acción Electoral de IU, Ramón Luque: "La de Pablo es la tesis de Ernesto Laclau [teórico argentino] a tope. Está claro que los símbolos tienen límites. Pero Felipe González arrasó en 1982 llamándose de izquierdas. Los ejes izquierda-derecha no han acabado. Las ideologías siguen presentes, igual que la lucha de clases". 

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Disputa en la izquierda

El portavoz parlamentario de Izquierda Plural aduce, además, que el objetivo de IU no es "sustituir al PSOE". "Yo quiero estar en la izquierda, y con toda la izquierda. Con el Frente Cívico, con Equo, con la calle, con la gente que sufre la crisis", precisa Centella. Para Luque, más que "reemplazar" a los socialistas, Podemos aspira a ser una fórmula "superadora del PSOE", copiándole algunos aspectos, como la "forma partido" y el "hiperliderazgo" de su jefe de filas, que IU no comparte. 

En los siguientes meses es previsible que el tono del enfrentamiento entre la federación de Lara y Podemos se eleve algunos grados. A fin de cuentas, ambos competirán por los votos en un espacio próximo, aunque Iglesias aspira a ser más transversal y ocupar "la centralidad del tablero". IU ya ha dejado ver sus cartas. Primero, apuesta inequívoca por la unidad. No se variará "la hoja de ruta", proclama siempre Lara. "No vamos a dejar esa bandera. La gente la pide, todo el que vaya a la contra se dará contra la pared", recalca Luque. Después, reivindicación de su mochila, ratificación de su identidad de izquierdas, etiquetado de su propuesta como "realista" y "con los pies en el suelo" y recordatorio de que IU es un "instrumento útil", necesario, para el cambio en España. Nada de "ambigüedad ideológica o programática", algo que achacan a sus oponentes. Las urnas dirán qué estrategia y alternativa triunfa. 

"No hay nada muerto. La ciudadanía es la que impone la unidad y será la gente la que imponga una alianza lo más amplia posible. Quien considere muerta la unidad de la izquierda se equivoca". 

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