El jefe de seguridad del BBVA dio instrucciones a Villarejo para falsear las facturas

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"Hacedlo como si fuese realmente real". Lanzado el 23 de diciembre de 2004 por el entonces jefe de seguridad del BBVA, Julio Corrochano, a José Manuel Villarejo, aquel consejo se refería a cómo el comisario debía enmascarar las tres primeras facturas que su empresa Cenyt SL libraría contra el banco. BBVA acababa de encargarle al policía la operación de espionaje contra el político socialista Miguel Sebastián y el empresario Luis del Rivero para impedir el desembarco de Sacyr. Aquella fue la primera de una larga serie de operaciones parapoliciales que reportaron 10,28 millones a Villarejo hasta un mes después de que en noviembre de 2017 fuese encarcelado como preso preventivo por los graves delitos de corrupción y extorsión que se le atribuyen en la Operación Tándem.

Como desveló infoLibre, en el listado de facturas giradas por Villarejo al BBVA aparecen dos que directamente incumplen todos los requisitos legales: fueron emitidas en febrero de 2010 por una marca comercial sin capacidad jurídica para ello, no aparecía por tanto un CIF ni tampoco domicilio fiscal. Para colmo, aquella marca –V&V Development– ni siquiera pertenecía ya a Cenyt SL. Es decir, la empresa con la que el BBVA firmó los contratos.

¿Son las únicas facturas falsas esas dos, que suman nada menos que 1,17 millones de euros y fueron satisfechas sin un pero por el banco? Las palabras de Corrochano apuntan en la dirección contraria. Pero lo ocurrido con las tres primeras facturas de Cenyt, cada una de ellas cuantificada en 90.000 euros más IVA, encierra un doble misterio: porque el banco las pagó dos meses antes de que el "centro de grabación de facturas" las sellara, circunstancia inédita que no volvió a repetirse; y porque Villarejo y su equipo no siguieron las indicaciones del jefe de seguridad del banco, que les había dado instrucciones precisas para presentarlas como el pago relativo a la organización de tres jornadas para directivos del BBVA celebradas en octubre, noviembre y diciembre. Muy al contrario, en el concepto figura lo siguiente: "Trabajos de asesoramiento, análisis e inteligencia con tareas de información e investigación, según contrato de 02/12/04".

Las facturas que constan en el paquete remitido a la Audiencia Nacional muestran varios datos peculiares sobre las tres citadas: fueron fechadas el mismo 23 de diciembre de 2004, es decir, el día en que Villarejo grabó la conversación con Corrochano a que se refiere el párrafo inicial; fueron abonadas, como se esbozó en el párrafo anterior, el 8 de enero de 2005 pero –y aquí emerge el elemento peculiar–, no fueron selladas por la entidad pagadora hasta el 9 de marzo de aquel año, es decir, hasta dos meses después de que 313.200 euros –90.000 por factura más IVA– hubiesen llegado a manos de Villarejo y su equipo.

¿Ocurrió algo que obligase al policía a renunciar a las facturas hechas según el molde recomendado por Corrochano y a modificarlas manteniendo la fecha pero no el concepto porque algún empleado ajeno al pacto de espionaje hubiese detectado su falsedad por la inexistencia de tales jornadas de directivos? infoLibre preguntó a los portavoces del BBVA sobre por qué las facturas fueron pagadas dos meses antes de su contabilización. No hubo respuesta.

Azafatas y punto, que "todos hablamos inglés"

Pero el jefe de seguridad del BBVA, que en más de una ocasión proclamó que recibía órdenes directas del presidente, Francisco González, buscaba ocultar el motivo real de las facturas. El diálogo entre Corrochano y Villarejo, transcrito por la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Policía en uno de los informes incorporados a la causa y al que pertenece la siguiente secuencia, no ofrece dudas:

Corrochano (C): (ininteligible) vamos a utilizar solamente Cenyt... vamos hacer tres facturas de... tres de 90.000 en los mismos términos... que son reuniones, de octubre, noviembre y diciembre que os las vamos a pagar ahora...

Villarejo (V): vale, vale.

C: entonces luego...

V: ¿abrimos una cuenta mañana mismo no?

C: mañana mismo... no en Julián Camarillo... si no en Castellana 81...el código postal es el que varía.

V: el NIF es el mismo, es correcto.

C: el NIF es el mismo, en el desglose... ponéis igual... tal tal... y luego no pongáis esto de regalo de promoción.

V: nada.

C: este es el concepto para cuadrar de alguna forma me entiendes... este no es... entiendes...

V: sí, sí.

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C: esto no pasa nada... pero hacerlo como si fuese realmente real...

V: que sí, que sí

C: es que varía un poco... por ejemplo...tema azafatas... bilingües nada... azafatas punto. Que como somos directivos todos hablamos inglés.

"Hacedlo como si fuese realmente real". Lanzado el 23 de diciembre de 2004 por el entonces jefe de seguridad del BBVA, Julio Corrochano, a José Manuel Villarejo, aquel consejo se refería a cómo el comisario debía enmascarar las tres primeras facturas que su empresa Cenyt SL libraría contra el banco. BBVA acababa de encargarle al policía la operación de espionaje contra el político socialista Miguel Sebastián y el empresario Luis del Rivero para impedir el desembarco de Sacyr. Aquella fue la primera de una larga serie de operaciones parapoliciales que reportaron 10,28 millones a Villarejo hasta un mes después de que en noviembre de 2017 fuese encarcelado como preso preventivo por los graves delitos de corrupción y extorsión que se le atribuyen en la Operación Tándem.

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