Jóvenes de colectivos LGTBI han defendido la importancia de las charlas sobre diversidad afectivo-sexual que se imparten en centros educativos para mejorar la convivencia y el respeto en las aulas, y han mostrado el rechazo al pin censorpin censorque promueve el partido de extrema derecha Vox para permitir a las familias vetar la participación de sus hijos en estas actividades complementarias en horario lectivo, según informa Europa Press.
"No te convierten en homosexual. A mis compañeros heteros les ha abierto la cabeza, y ninguno ha salido del armario por asistir a una charla. Yo también he recibido muchas charlas de educación sexual heterosexual y no me he convertido en hetero", ha explicado Aarón, un joven canario asentado en Madrid, que participa como voluntario del colectivo COGAM impartiendo estos talleres en centros educativos de la capital.
Aarón, junto a otros jóvenes, ha participado este jueves en una rueda de prensa conjunta de varias organizaciones que se oponen a la implantación del pin parentalpin parental, como ya ha sucedido en la Región de Murcia, y han compartido que, en sus experiencias como estudiantes, se sintieron respaldados en sus centros educativos gracias a este tipo de actividades que llevan a clase el respeto por la diversidad.
"La diversidad no va a dejar de existir porque no se muestre, va a estar ahí pase lo que pase, así que tener este tipo de charlas es fundamental. A los jóvenes, además, no les va a cambiar, porque alguien que nace gay lo va a seguir siendo, sólo que se le va a hacer sentir más confuso y perdido si no cuenta con respaldo", ha defendido Ángela, otra veinteañera madrileña.
Ángela ha intervenido junto a David, antiguo compañero de instituto en Colmenar Viejo, una localidad próxima a Madrid. Ellos, con el apoyo de otros alumnos y de un profesor que "vivía fuera del armario" tomaron la iniciativa de crear una asociación para apoyarse mutuamente, LGBTayudamos.
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"Ahora mismo es un grupo bastante grande, incluso con gente hetero que colabora, y es algo muy bonito porque ayuda a gente a encontrar la pieza que les faltaba, la clave de su identidad, y lo hace gracias al apoyo de sus compañeros de instituto", ha destacado David.
En esa situación se encontró hace años Khadija, que "venía desde casa con el pin parentalpin parentalporque en su familia no se hablaba de sexualidad. Es la pequeña en una familia musulmana de ocho hermanos, y durante su adolescencia no recibió ninguna charla de educación afectivo-sexual. "Hubiera sido positivo, porque cuando me di cuenta de que no me gustaban los chicos, me sentí sola, desarraigada de mi entorno, y me sentía la única lesbiana del mundo musulmán", ha relatado.
Khadija ahora tiene 24 años y participa en la asociación Kifkif de migrantes LGTBI. También ha dado charlas para ayudar a que otros jóvenes no sientan "el miedo al rechazo" que ella padeció. "Esto no es un debate, no hay que debatirlo", dice sobre el pin parental. En su opinión, estas actividades al final "promueven el respeto".
Jóvenes de colectivos LGTBI han defendido la importancia de las charlas sobre diversidad afectivo-sexual que se imparten en centros educativos para mejorar la convivencia y el respeto en las aulas, y han mostrado el rechazo al pin censorpin censorque promueve el partido de extrema derecha Vox para permitir a las familias vetar la participación de sus hijos en estas actividades complementarias en horario lectivo, según informa Europa Press.