Juan Espadas (Sevilla, 1966) elige ser entrevistado en la antigua Real Fábrica de Tabacos, un imponente edificio neoclásico del siglo XVIII declarado bien de interés cultural y que es sede de la Universidad de Sevilla, la ciudad de la que está a punto de dejar de ser alcalde. Aquí estudió Derecho en las mismas aulas en las que unos años antes lo habían hecho Felipe González o Manuel Clavero, figuras que reconoce como referentes aún a día de hoy. “Esta era la cafetería, pero es que esto lo han cambiado todo”, dice mientras recorre los pasillos de la facultad.

Se especializó en Derecho público y medioambiental y empezó a trabajar para el PSOE, del que era votante pero no afiliado. Tardó seis años en sacarse el carnet de militante porque no le atraía el tema orgánico. Ahora, le acaban de encargar la renovación de un aparato de la envergadura del partido socialista de Andalucía: una inmensa maquinaria desgastada tras 37 años de gobiernos ininterrumpidos y ahora a la deriva en la oposición y con todas las encuestas indicando que irá para largo.

Él, que acaba de asumir la secretaría general del partido y la candidatura a las elecciones tras coprotagonizar el último baile de Susana Díaz, dice que será capaz “de remontar” la situación si consigue que los andaluces progresistas se paren a pensar “un momentito” lo que supondría que Macarena Olona fuese vicepresidenta de la Junta. Reconoce que se come el marrón “por el partido” y que, en el fondo, no le apetecía dejar antes de tiempo la alcaldía de Sevilla, a la que llegó en 2015.

PREGUNTA: ¿Le da pena dejar de ser alcalde?

RESPUESTA: Yo ya anuncié en 2019 que mi segundo mandato sería el último. Yo concibo la política así y la alcaldía tiene que ser una etapa en la que cumplir unos objetivos concretos para luego dar el testigo a otro. Pero es verdad que a mí me hubiera gustado estar un año más.

P: ¿Se ha planteado aguantar un poco más?

R: Me hubiera gustado rematar algunos proyectos en Sevilla pero el PP está en minoría en el Parlamento y secuestrado por Vox. Es un Gobierno inestable y eso nos ha obligado a organizar una acción de oposición mucho más contundente.

"He querido mandar un mensaje a la sociedad, que nos pide que nos entendamos y que lleguemos a acuerdos"

P: Lo de pactar los Presupuestos con Juanma Moreno era un poco postureo, ¿no?

R: Para nada. Uno de los elementos de esta etapa del PSOE va a ser una nueva cultura de la relación entre los partidos. Si se radicalizan los discursos y se generan fuerzas de extrema izquierda o extrema derecha es porque los partidos que estamos en la centralidad cometemos muchos errores. Nos relacionamos entre nosotros con absoluta falta de respeto personal y hacia las instituciones y eso traslada desconfianza a la ciudadanía. Hay que sacar del tablero a los radicales.

P: ¿No hay riesgo de que la ciudadanía progresista vuelva a apreciar que el PSOE se mimetiza con el PP?

R: O a lo mejor es el PP el que se mimetiza con el PSOE...

P: Sí, claro, o viceversa. Lo mismo es.

R: Pero supón que yo consigo introducir en esos Presupuestos diez partidas netamente sociales que el PP no tenía previsto sacar adelante.

P: ¿Lo ve realista?

R: La verdad es que cada vez veo más lejana esa posibilidad. Pero he querido también mandar un mensaje a la sociedad, que nos pide que nos entendamos y que lleguemos a acuerdos.

P: Pero que lo ve imposible, vamos.

R: Es muy difícil por una razón: dentro del PP hay gente que no quiere ni muerta ningún tipo de acuerdo con el PSOE. Pero es que dentro del PSOE también hay gente que piensa lo mismo y no quiere ningún acuerdo con el PP.

P: ¿Dentro del PSOE también?

R: ¡Claro! En los grandes partidos hay gente que no concibe dialogar con la otra fuerza política para nada. Y yo soy de los que defiende que la democracia necesita diálogo. Lo digo porque veo peligrar las instituciones.

P: Le ha sentado regular que Ferraz diga que ese acuerdo es imposible, como marcándole a usted el terreno ¿no?

R: No, no. Ya lo he aclarado con Gómez de Celis. Me ha pedido disculpas. Ha querido decir lo mismo que yo, que con el despido de 8.000 sanitarios es inconcebible llegar a un acuerdo presupuestario. Lo que pasa es que él lo ha dicho más enérgico.

"Yo no quiero una foto con el PP. Lo que quiero es que haya unos presupuestos buenos para los andaluces"

P: Es que ha sonado a que el PSOE le ponía a usted las líneas rojas.

R: No, no. Pero de esto digo una cosa clara: el secretario general del PSOE de Andalucía es el que marca la estrategia de negociación y la estrategia política para ganar las próximas elecciones. Yo no quiero una foto con el PP, no me la voy a hacer. Lo que quiero es que haya unos presupuestos buenos para los andaluces. Y estoy esperando a que me contesten.

P: Parece ahora algo parecido a una misión imposible que el PSOE gane unas elecciones en una tierra como Andalucía, donde ustedes han gobernado siempre. Hay que hacer muchas cosas mal para llegar a eso ¿no?

R: Después de 37 años de gobiernos socialistas hay un lógico desgaste. También puede estar en el ambiente que durante la pandemia mucha gente ha percibido que el PSOE no ha estado. Ahora vamos a un nuevo proyecto político. Hemos pasado meses debatiendo en unas primarias sobre la continuidad o el cambio y, a partir de ahí, es cuando realmente podemos empezar a medir la capacidad del PSOE para parar a una derecha que se consolida no solo en Andalucía. Por lo que dicen las encuestas, también a nivel estatal.

P: Dijo Sánchez que le gustaría que la izquierda del PSOE se ordenara. Yo necesito un croquis para saber lo que hay a la izquierda del PSOE en Andalucía: Unidas Podemos, que son Podemos más IU; Adelante Andalucía, que son los anticapitalistas de Teresa Rodríguez junto a Izquierda Andalucista, Primavera Andaluza y Defender Andalucía. Luego está Más País, los de Íñigo Errejón, que están buscando otro nombre y que se han aliado con Andalucía Por Sí. Y pendientes de la plataforma de Yolanda Díaz. Habrá gente de izquierdas que ya haya decidido no votar tras leer este párrafo.

R: Sin duda, eso lo complica. A mí me gustaría tener un interlocutor a mi izquierda para poder parar a la derecha y a la extrema derecha. Un interlocutor, no cinco.

P: Le vi en el Congreso del PSOE de València.

R: Sí...

P: Le diré que he estado en Ferias de abril con menos ambiente que ese Congreso.

R: Fue bonito ¿no?

P: Un festival.

R: Todo el mundo iba con muchísimas ganas de que aquello saliera muy bien, sí.

P: Hablando de Feria: en la última antes de la pandemia se hizo viral un vídeo suyo bailando sevillanas con Susana Díaz...

R: Una bailé, sí…

P: Pero cuando usted ha tenido que mirarla cara a cara de verdad ha sido ahora en las primarias ¿verdad?

R: Sin duda, sin duda. Tenemos una magnífica relación…

"Susana Díaz creía que podía reflotar a un PSOE que nosotros veíamos claramente a la deriva"

P: ¿Magnífica?

R. Nos respetamos mucho siempre y en las primarias también nos respetamos mucho. Defendíamos visiones distintas del momento político. Ella creía que podía reflotar a un PSOE que veíamos claramente a la deriva, que no encontraba su sitio en la oposición. Nosotros entendíamos que se estaba produciendo una fractura con los votantes socialistas. Ella quería volverlo a intentar y otros creíamos que había que cambiar los equipos. Decidió la militancia y he intentado que eso no afecte a las relaciones personales.

P: Esta semana se aprobará el anteproyecto de Ley de Vivienda en el Consejo de Ministros. Una de sus principales políticas municipales ha sido revivir la empresa municipal de Sevilla...

R: Es que a Emvisesa nos la encontramos muerta ¿eh?

P: Precisamente, Emvisesa ha sido una de las primeras empresas públicas de vivienda en impulsar un índice de referencia de precios del alquiler. ¿Sevilla pedirá la declaración de zonas tensionadas?

R: Los estudios que ha hecho Emvisesa indican que apenas un par de distritos están algo por encima del límite del 30% de la renta del inquilino respecto al precio del alquiler, que es lo que marca esa ley. Donde se supere ese 30% nosotros lo vamos a aplicar, pero creo que es una ley más pensada para grandes ciudades como Madrid o Barcelona. Nuestro planteamiento es inyectar oferta de vivienda en alquiler social porque eso bajará los precios, sobre todo para los jóvenes.

"Estoy seguro de que seré el próximo presidente de la Junta de Andalucía"

P: Ha sido alcalde dos mandatos, consejero de la Junta, es usted abogado… ¿Qué necesidad tenía de comerse el marrón de las próximas elecciones?

R: Lo hago por compromiso con mi partido. Todo el mundo puede entender que yo, en ese sentido, no necesitaba nada. Yo iba a terminar mi mandato como alcalde, no iba a repetir y, probablemente, hubiera emprendido mi actividad en el ámbito privado.

P: O quizás un Senado, un Parlamento europeo... Mire a Zoido qué bien le va...

R: No, no, seguramente ya no. Ya tengo unos añitos y me apetecía probar otras cosas. Pero en ese momento se produce una decisión de partido y si los compañeros te piden que lo hagas tú, pues no es el momento de acomodarse ni aunque vengan curvas. Había que afrontar ese paso al frente. Pero yo creo que soy capaz de remontar esto ¿eh?

P: ¿Sí?

R: Si los andaluces que votaron socialista alguna vez se paran a pensar un momentito, estoy convencido de que no van a querer un Gobierno en el que la vicepresidenta sea Macarena Olona. Y además, es que el PP no ha tenido agenda política, no tiene programa de Gobierno. Estoy seguro de que seré el próximo presidente de la Junta de Andalucía. Ahora tendremos un impulso con los nuevos equipos que salgan del Congreso regional del partido.

P: Tiene trabajo en eso también. Aunque hoy ha renunciado a la reelección Verónica Pérez, la “máxima autoridad del PSOE” de aquel 1 de octubre de marras. Algo es algo.

R: Bueno, no. Hoy se ha anunciado otra cosa: que el PSOE de Sevilla va a volver a ser un ejemplo para otras provincias facilitando un proceso de renovación. Pero las personas, por más que podamos cometer errores, y yo el primero, tampoco debemos desaparecer de la faz de la tierra. Se puede volver a construir.

P: Si usted lo dice…

R: Seguro.

Juan Espadas (Sevilla, 1966) elige ser entrevistado en la antigua Real Fábrica de Tabacos, un imponente edificio neoclásico del siglo XVIII declarado bien de interés cultural y que es sede de la Universidad de Sevilla, la ciudad de la que está a punto de dejar de ser alcalde. Aquí estudió Derecho en las mismas aulas en las que unos años antes lo habían hecho Felipe González o Manuel Clavero, figuras que reconoce como referentes aún a día de hoy. “Esta era la cafetería, pero es que esto lo han cambiado todo”, dice mientras recorre los pasillos de la facultad.

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