Jueces para la Democracia (JpD) ha asegurado este juevfes, a través de un comunicado, que la reforma de la ley del aborto que pretende llevar a trámite el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, "propicia la confusión del concepto de vida humana con el de vida biológica", imponiendo así sus consideraciones morales y equiparando los derechos de un embrión y el de una persona nacida. JpD advierte que "no es jurídico ni ético" poner al mismo nivel vida humana con potencialidad de vida humana.
Los jueces también sostienen que en una ley de supuestos como la que el Gobierno pretende aprobar –la actual es de plazos–, la mujer es presentada como "un simple receptáculo" y que, por lo tanto, "su decisión no cuenta salvo que exista posibilidad de frustrar que el proyecto sea sano o entero por circunstancias colaterales".
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De esta forma, según la asociación progresista de jueces, las mujeres ven mermado su derecho de libertad, pues otras personas decidirían por ellas; de dignidad, porque la ley da por hecho que no saben lo que quieren; y su derecho de intimidad, ya que tienen que "desnudarse física y psíquicamente ante el comité y los médicos que se le asignen".
Así mismo, JpD recuerda que asociaciones como la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Población de las Naciones Unidas o la propia ONU coinciden en que las interrupciones voluntarias del embarazo reguladas que respetan la dignidad de la mujer "no generan riesgo".
Concluye la valoración pidiendo que se reconozca el derecho de la mujer a abortar en las doce (o catorce) primeras semanas de gestación, "sin que sea utilizado como arma política" y garantizando así la libertad y la igualdad.
Jueces para la Democracia (JpD) ha asegurado este juevfes, a través de un comunicado, que la reforma de la ley del aborto que pretende llevar a trámite el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, "propicia la confusión del concepto de vida humana con el de vida biológica", imponiendo así sus consideraciones morales y equiparando los derechos de un embrión y el de una persona nacida. JpD advierte que "no es jurídico ni ético" poner al mismo nivel vida humana con potencialidad de vida humana.