El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ya sospechaba el año pasado que la operación Kitchen, el operativo parapolicial puesto en marcha en 2013 para hacerse con documentación que el extesorero del PP Luis Bárcenas tenía en su poder y que podía afectar a dirigentes del partido, se organizó desde la formación política. Así se lo preguntó directamente al que fue chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, imputado en esta causa: "¿No piensa que todo esto se monta desde el partido, no desde el ministerio?", preguntó al conductor en otoño de 2020, en la parte de la investigación que permanecía bajo secreto hasta ahora.
En la grabación íntegra de la comparecencia de Ríos, a la que ha tenido acceso infoLibre, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 interrumpió en un momento dado el interrogatorio del abogado del exchófer para preguntarle si ahora, pasado el tiempo y analizando lo que se va conociendo de la operación Kitchen, "ve claro" que su contratación como conductor de Bárcenas y el operativo parapolicial "estaban conectados". "¿Que me buscaron a posta? Sí. Con el tiempo cada vez me doy más cuenta", respondió Ríos muy convencido.
El magistrado insistió, para dejar claro al imputado lo que quería saber: "¿No cree que se monta aquel asunto desde el partido, no desde el ministerio (del Interior)?". "Señoría, no tengo pruebas...", replicó el chófer. "¿Pero lo intuye?", repreguntó García Castellón, a lo que el compareciente contestó sin vacilar: "No creo en las casualidades".
El juez interrumpió al abogado de Ríos para hacer estas preguntas tras más de veinte minutos de comparecencia y sólo cuando el exconductor de Bárcenas ya había contado cómo entró a trabajar para el extesorero y su familia y cómo unos meses después le captaron los comisarios Enrique García Castaño, José Manuel Villarejo y Andrés Gómez Gordo para pedirle que colaborara en una operación que, según su versión, era totalmente legal para encontrar dinero que Bárcenas podía tener en el extranjero. También le dijeron que "tenía grabaciones y material que afectaba al Gobierno". En algún momento le llegaron a mencionar al juez Pablo Ruz, quien entonces era el instructor del caso Gürtel y del de la caja b del PP.
Ríos contó al magistrado el pasado otoño que un conductor que ya trabajaba para el partido le llamó de parte del "director de seguridad" de la formación para ofrecerle un puesto de trabajo, a lo que él accedió. A los pocos días recibió una llamada del extesorero del PP, quien le citó para una reunión, tras lo cual fue contratado.
Arenas y Bárcenas hablaban "mucho"
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Posteriormente fue cuando García Castaño le abordó, aunque este encuentro no fructificó y fue después Gómez Gordo quien le puso en contacto con Villarejo, según contó Ríos. "Me dijo que iba a ser el encargado de un operativo judicial que ya se estaba realizando, que él iba a ser el máximo responsable operativo". Y sobre la información que le fueron pidiendo a lo largo de los meses que duró esa operación, que él nunca supo que se llamaba Kitchen, señaló que era cualquier tipo de información que pudiera captar sobre el propio Bárcenas o lo que este hablaba o comentaba sobre Mariano Rajoy, María Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría y otros dirigentes del PP. De Javier Arenas también, ya que, además, Ríos afirmó que hablaba "mucho" con el extesorero.
Según Ríos, Villarejo, García Castaño y Gómez Gordo le hablaban "de continuo" acerca del "ministro", esto es, Jorge Fernández Díaz, asegurándole que "recibían órdenes directas de él y del ministerio" y que "en alguna ocasión despachaban con él".
El exchófer reconoció al juez que él sabía que cobró por estos servicios con cargo a los fondos reservados, "alrededor de 48.000 euros", y que Villarejo le garantizó que "estaba acordado por el Ministerio del Interior, en la partida de la Secretaría de Estado de Seguridad" que entonces dirigía Francisco Martínez. "Villarejo me explicó que esto demostraba lo importante de este operativo", apuntó.
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ya sospechaba el año pasado que la operación Kitchen, el operativo parapolicial puesto en marcha en 2013 para hacerse con documentación que el extesorero del PP Luis Bárcenas tenía en su poder y que podía afectar a dirigentes del partido, se organizó desde la formación política. Así se lo preguntó directamente al que fue chófer de Bárcenas, Sergio Ríos, imputado en esta causa: "¿No piensa que todo esto se monta desde el partido, no desde el ministerio?", preguntó al conductor en otoño de 2020, en la parte de la investigación que permanecía bajo secreto hasta ahora.