"El rey abdica. Tres palabras para dejar una herencia". Cayo Lara acababa de subir a la tribuna y de pronunciar su primerísima frase. Sus diputados, los de Izquierda Plural, saltaban mientras de sus escaños y lucían escarapela tricolor y mostraban sus carteles con un hashtag, el que llevan promoviendo desde la abdicación de Juan Carlos: #ReferéndumYa. Ese fue el punto mollar de la intervención del presidente y portavoz del grupo: pedir a los dos partidos "dinásticos" que, "si tan seguros están" de que los españoles quieren monarquía, les dejen votarlo en un plebiscito. Si no, los ciudadanos les harán "pagar" esa maniobra "palaciega" en el futuro.
Lara (también con la enseña republicana en la solapa de su chaqueta), para defender su enmienda de totalidad a la Ley de Abdicación del rey, combatió por todos los frentes la argumentación esgrimida por PSOE y PP, ambos culpables, a su juicio, de urdir una operación "oscura" en la que el Parlamento es un mero "convidado de piedra" y los ciudadanos, tratados como "súbditos", mientras el establishment cubre de "alabanzas al heredero", cubriendo la operación como una "regeneración del sistema". "La sucesión por la línea de consanguineidad no tiene nada que ver con la regeneración. Es sangre nueva para una dinastía decrépita".
El coordinador de IU subrayó que la Transición ya está realmente "acabada", que sólo se pretende hacer ver que "todo cambia sin que nada cambie". El gatopardismo que lleva días denunciando. Se acordó de que el monarca fue "designado" por Franco, un dictador que tomó el poder y obligó a muchos españoles a "dar la vida y marchar al exilio". "Por esa historia", de la que Lara dijo sentirse "orgulloso", su grupo tiene "toda la legitimidad del mundo para exigir un referéndum, para que el pueblo decida su destino".
La referencia al 'caso Nóos'
Lara desplegó su argumentación. Existe un "abismo" entre ciudadanos e instituciones, los partidos que han sustentado la Corona "han roto el pacto constitucional" de 1978, los derechos sociales, laborales e individuales "se violan masivamente", se "desahucia a la gente sin piedad", se condena a la gente a emigrar, peligran las presiones, "la corrupción se generaliza y llega a las instituciones del Estado, incluida la familia real". Por fin el caso Nóos, que hasta la intervención del líder de IU no se había mentado. La monarquía, además, acumula un enorme "desprestigio".
Izquierda Plural rebatió una de las justificaciones que invocó el rey Juan Carlos en su mensaje televisado y que se ha oído mucho en los últimos días. La "estabilidad". "¿Estabilidad para quién? El pueblo ya está en inestabilidad, en emergencia social [...]. ¿Estabilidad para quién? ¿Para las grandes empresas y fortunas que se han enriquecido con la gestión bipartidista de esta crisis? ¿Para la Bolsa y el Ibex 35? Ellos no son soberanos". Estabilidad, continuó, es "acabar con las desigualdades, el paro y la corrupción que carcome nuestras instituciones", y "alumbrar un nuevo sistema". "¿Estabilidad por qué no es república?".
Se trata, dijo Lara, de una cuestión de "democracia con mayúsculas", de "monarquía o república, pero sobre todo de monarquía o democracia, del derecho de sangre o la urna". De que los ciudadanos expresen "libremente su opinión". Lara recordó que la opción del referéndum está contemplada en la Constitución, en su artículo 92. En cambio, "no hay problema de reformarla en dos tardes", como se hizo en 2011, para imponer un techo a la deuda y al déficit.
"¿Por qué tiene que ser para siempre el acuerdo de 1978?"
Rajoy subraya que este miércoles se debate sólo sobre la abdicación
¿Y por qué no se convoca un plebiscito? "No se ha querido, porque se ha decidido que lo que se acordó en 1978 tiene que ser definitivo y para siempre. ¿Eso por qué? ¿Por qué tiene que ser definitivo y para siempre?", se preguntó retóricamente Lara, entre los aplausos de sus compañeros. El presidente de Izquierda Plural recalcó que ya es la hora de sacar las urnas, de que "no se puede esperar" ni "silenciar más", porque la democracia no es sólo "votar cada cuatro años". Lara insistió en que las europeas han mandado un mensaje claro, que los españoles "han cambiado de opinión" y están "hartos de este sistema". La sociedad dio un "giro histórico" que debe traducirse en la apertura de un proyecto constituyente y decidir sobre la forma política del Estado, para lo que cree necesario "consultar al pueblo" y hacer que España "suba un peldaño más en la escala democrática".
Ahí llegó el reto a PP y PSOE, a Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba. "Si tan seguros están de lo que piensan los ciudadanos, déjenles expresar su opinión en un referéndum. De lo contrario, lo único que seguirán demostrando ustedes es que tienen una visión paternalista de la democracia, una indolencia y un desprecio absoluto por el pueblo español". Y dijo más: si los dos siguen dando "soporte a una institución anacrónica y radicalmente injusta", el pueblo "se lo hará pagar en el futuro". "No falta mucho para que las urnas vuelvan a hablar [en las municipales y autonómicas de mayo de 2015]. Las elecciones volverán a ser un plebiscito en el que este sistema volverá a ser puesto a prueba".
Lara concluyó reclamando a los dos grandes partidos pidiéndoles, una vez más, el reférendum, para que no cierren en falso una "herida infectada". Y sobre todo, remachó, porque "todos los males de la democracia pueden curarse con más democracia".
"El rey abdica. Tres palabras para dejar una herencia". Cayo Lara acababa de subir a la tribuna y de pronunciar su primerísima frase. Sus diputados, los de Izquierda Plural, saltaban mientras de sus escaños y lucían escarapela tricolor y mostraban sus carteles con un hashtag, el que llevan promoviendo desde la abdicación de Juan Carlos: #ReferéndumYa. Ese fue el punto mollar de la intervención del presidente y portavoz del grupo: pedir a los dos partidos "dinásticos" que, "si tan seguros están" de que los españoles quieren monarquía, les dejen votarlo en un plebiscito. Si no, los ciudadanos les harán "pagar" esa maniobra "palaciega" en el futuro.