Cada vez que se pregunta a la juventud vasca sobre ETA, la reacción es echarse las manos a la cabeza. "El 47 % de los universitarios vascos de primer curso desconoce quién fue Miguel Ángel Blanco". Datos llamativos como este, perteneciente a un estudio de la Universidad de Deusto, reflejan cómo la juventud vasca está más preocupada en la actualidad por temas como el empleo, la vivienda y la sanidad, según los datos de la última encuesta electoral de ETB Focus, en la que el terrorismo o la memoria no aparecen en ningún sitio.
Dejando a un lado los datos, Raúl Romo, responsable de Educación en el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo y doctor en Historia Contemporánea, asegura a infoLibre que "parte de ese desconocimiento es responsabilidad de las generaciones anteriores y de su trabajo en casa y en la escuela". Un ejemplo de ello es el currículum educativo vasco, que no tiene ningún contenido dedicado al terrorismo, salvo en cuarto de la ESO y segundo de bachillerato, apunta Romo.
La falta de contenidos educativos sobre la violencia en Euskadi provoca que gran parte de lo que muchos jóvenes vascos aprenden dependa de las ganas y del sesgo de los profesores. La libertad de cátedra permite que en asignaturas como Geografía e Historia los docentes puedan implementar las unidades didácticas complementarias, visitar los museos sobre terrorismo o incluso organizar encuentros con víctimas siempre que no interrumpa la enseñanza de la materia obligatoria.
Loinaz Gutiérrez, jefa de estudios y profesora de Historia en el instituto Mendialdea de Kanpezu (Araba), explica que "a pesar de que el temario sobre terrorismo se encuentre en los planes de estudio de cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato, está al final y eso implica que muchas veces no llegamos". Respecto a los encuentros con víctimas o visitas a museos, Gutiérrez señala que "tener que cumplir con un currículum educativo tan amplio impide realizar muchas de estas actividades que se salen de lo establecido.
La profesora destaca que los jóvenes no suelen preguntar por el terrorismo, pero confiesa que cuando ha organizado un encuentro con víctimas "se han quedado muy impactados". Unas visitas que no son tan habituales, según Romo, al asegurar que "ni un 5% de los alumnos vascos tiene un encuentro con una víctima del terrorismo". Gutiérrez señala la falta de esfuerzo por parte de los responsables en Educación y advierte que "si lo que ha ocurrido no se conoce, se puede volver a repetir"
El Gobierno Vasco y el Ministerio del Interior distanciados
La falta de unanimidad en los partidos vascos respecto a la memoria, atomizada en el caso de las asociaciones de víctimas del terrorismo, es uno de los obstáculos que lastra los esfuerzos en el ámbito educativo. La inclusión de la memoria en los colegios por parte del Gobierno Vasco comenzó con el módulo Adi-adian dentro del Plan de Paz y Convivencia 2013-16, que consistía en encuentros entre víctimas del terrorismo y alumnos. Con el objetivo de seguir avanzando, presentó en 2019 la iniciativa Herenegun! con la colaboración del Instituto vasco de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora. Una unidad didáctica que se acabó iniciando en 2021 dirigida a alumnos de cuarto de la ESO y de segundo de Bachillerato para que conozcan las casi seis décadas de terrorismo vividas en Euskadi.
Tras tres años de desarrollo, esta segunda iniciativa del gobierno autonómico sigue en una fase inicial en la que se encuentran 24 colegios, según los últimos datos conocidos. Fuentes de Gogora aseguran a infoLibre que los contenidos están disponibles para todos los centros que quieran utilizarlos y que se recabaran nuevos cifras de la implantación del proyecto más adelante.
Frente a las propuestas del Gobierno Vasco, el Ministerio del Interior desarrolla sus propias unidades didácticas a través del Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo, en Vitoria-Gasteiz. Entre sus contenidos, destacan Historia del terrorismo en España, dirigido para alumnos de cuarto de la ESO y segundo de Bachillerato, en los que se introducen testimonios de víctimas y también hay un espacio dedicado a los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL). Romo asegura que la educación y cualquier tipo de producto audiovisual que explique lo ocurrido "es fundamental para los jóvenes ante un silencio generalizado y del que la gente quiere pasar página".
Dos museos sobre memoria
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El centro ubicado en Vitoria y creado por el Ministerio del Interior en 2021 recibió a 30.000 visitantes en su primer año. Es un museo dedicado a la divulgación de los diferentes terrorismos que ha habido en España con material inédito como las cartas de extorsión y bombas lapa de ETA, además de la recreación del zulo donde estuvo secuestrado Ortega Lara. La mitad de los visitantes llegaron desde diferentes puntos de Euskadi y Navarra, pero solo el 10% de estos fueron estudiantes. Además, el responsable en Educación del centro explica que existe un sesgo entre los alumnos, ya que la mayoría que acuden pertenecen a colegios concertados o privados.
Esta falta de una mayor cantidad de visitas estudiantiles y, sobre todo, por parte de los colegios públicos es síntoma de las distancias entre el Gobierno Vasco y el Ministerio del Interior. Una falta de unión que han provocado que Euskadi vaya a tener, al igual que dos tipos de unidades didácticas, dos museos de la memoria. El gobierno autonómico, de la mano de Gogora, tenía previsto tener finalizado en 2023 en Bilbao una gran zona expositiva, Gogoragunea, en las que se abordara desde la Guerra Civil toda la violencia por motivos políticos o ideológicos desarrollada en Euskadi. Un proyecto que se anunció en 2021, pero que no ha acabado de inaugurarse ante la falta de solicitudes para la licitación de su obra. En abril de 2023 se tuvo que volver a sacar a concurso al no haber ninguna empresa candidata.
Ante este panorama, desde el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) explican a infoLibre que "la memoria sigue sin fomentarse lo necesario desde las instituciones" y que en esta lucha entre lo autonómico y estatal "las víctimas son las grandes perjudicadas". "El olvido es una tentación muy grande y es realmente lo que está pasando", concluyen.
Cada vez que se pregunta a la juventud vasca sobre ETA, la reacción es echarse las manos a la cabeza. "El 47 % de los universitarios vascos de primer curso desconoce quién fue Miguel Ángel Blanco". Datos llamativos como este, perteneciente a un estudio de la Universidad de Deusto, reflejan cómo la juventud vasca está más preocupada en la actualidad por temas como el empleo, la vivienda y la sanidad, según los datos de la última encuesta electoral de ETB Focus, en la que el terrorismo o la memoria no aparecen en ningún sitio.