Con las primarias de este domingo, en las que el ex secretario general Pedro Sánchez obtuvo más del 50% de los votos, no se acaba el proceso interno del PSOE. De hecho, los militantes de la formación tendrán que volver esta semana otra vez a las urnas para elegir a los delegados del 39º Congreso Federal, que se celebrará los días 16, 17 y 18 de junio, y donde se definirá la composición de los nuevos órganos de dirección del partido y se perfilará el proyecto político socialista para los próximos años.
Lo que sí es ya inamovible es la victoria de Sánchez. A diferencia de lo ocurrido en 2014, cuando las primarias tuvieron carácter consultivo y fueron los delegados quienes ratificaron al vencedor, la consulta de este domingo sí tuvo carácter vinculante. En la cita prevista para dentro de un mes se definirá la composición de la Comisión Ejecutiva Federal, el núcleo duro del partido; de parte del Comité Federal, el máximo órgano entre congresos; o de la Comisión de Garantías, el órgano que vela por el funcionamiento democrático de la formación. También se debatirán las enmiendas a la ponencia marco, que fue coordinada por el diputado Eduardo Madina y el economista José Carlos Díez.
Los congresillos, el paso previo congresillos
El paso previo a la cita de mediados de junio son los llamados congresillos–nombre por el que se conocen en el PSOE los 52 congresos provinciales– donde, entre el 24 y el 28 de mayo, se elegirán aproximadamente a 1.090 delegados –la cifra definitiva aún no ha sido confirmada por Ferraz– que decidirán la composición de losórganos de dirección. Según las normas internas, los congresos provinciales eligen un delegado por cada 180 militantes o fracción superior a 90. Además, Juventudes Socialistas tiene una representación equivalente al 2% del total de delegados. También tienen representación las organizaciones sectoriales del partido, aunque sus delegados no pueden votar.
El proceso es el siguiente: cada una de las agrupaciones socialistas deberá convocar una asamblea extraordinaria. En ella, los asistentes presentarán listas cerradas y bloqueadas –es decir, que no pueden presentarse propuestas que no tengan nombres suficientes para cubrir la totalidad de los puestos a repartir– para acudir en calidad de delegados al congreso de la provincia, y se someterán las distintas listas a votación de los asistentes, siempre que haya más de una.
Si hay dos listas, los delegados se reparten de forma proporcional entre ambas siempre que la perdedora supere la barrera del 20% –si se queda por debajo, no obtiene representantes–. Si hay más de dos –algo infrecuente–, la lista ganadora se lleva la mitad más uno de los delegados, y los restantes se reparten de forma proporcional entre las listas que no hayan ganado pero hayan superado la citada barrera del 20%.
Una vez las agrupaciones eligen a sus delegados para los congresillos, estos se reúnen para escoger a los representantes de la provincia de cara al Congreso Federal. Las listas son nuevamente cerradas y bloqueadas, y el reparto de delegados se produce con las mismas reglas que en las agrupaciones. Tanto en el caso de los delegados de las agrupaciones como en el de los congresillos, las normas del partido establecen que las listas deben tener formato cremallera entre hombres y mujeres.
Las fuentes consultadas creen que puede haber tres escenarios: que haya un pacto para presentar una única lista entre los diferentes sectores que responda a razones de política local; que haya acuerdo para presentar una única plancha, aunque siguiendo el reparto de apoyo que cada candidato obtuvo este domingo en el territorio en cuestión; o que no haya ningún tipo de alianza y se presente más de una lista. No obstante, las citadas fuentes creen que será excepcional la presentación de tres listas, una por cada candidato a las primarias.
Los afines a Pedro Sánchez creen que, después del resultado tan claro expresado por los militantes, no sería positivo convertir la elección de delegados en una especie de segunda vuelta. "Supondría añadir más tensión cuando lo que hay que hacer ahora es trabajar por la integración", dice uno de sus colaboradores. Los partidarios de Susana Díaz, por su parte, señalan que no hay la misma posibilidad de pacto en todos los sitios. De hecho, en su equipo dan por hecho que, al menos en Andalucía, único territorio en el que ganó Díaz, ésta intentará llegar al congreso con el máximo número de delegados susanistas posible.
Los nuevos órganos de decisión
La clave del congreso será, no obstante, cómo se reparten los puestos de los principales órganos de decisión. Por ejemplo, respecto a la Comisión Ejecutiva Federal, la cúpula del partido, sólo el secretario general tiene la capacidad de proponer un listado de nombres para integrarla, según recoge el artículo 5.1 b) de los Estatutos federales. La propuesta del líder se somete a la votación de los delegados del congreso, y lo habitual es que se apruebe por amplia mayoría.
En 2012, la ejecutiva de Alfredo Pérez Rubalcaba fue aprobada con un 80,4% de los votos y la de Pedro Sánchez en 2014 con un 86,2%. Los delegados que no respaldaban la propuesta del líder optaron por votar en blanco o emitir un voto nulo. Esas son las únicas opciones para manifestar descontento, toda vez que no cabe presentar una lista alternativa. El sector crítico, por tanto, no puede imponer nombres en la dirección al secretario general.
También será clave la nueva composición del Comité Federal, el máximo órgano entre congresos, que está compuesto por tres tipos de miembros: los elegidos en el Congreso Federal, los elegidos por los congresos de las federaciones y los natos –entre los que están, por ejemplo, los integrantes de la Ejecutiva–. En la cita de junio, por tanto, se procederá a renovar parcialmente la composición del Comité: según los actuales Estatutos, el congreso elige a 110 de los en torno a 260 miembros que tiene el órgano en su composición vigente. Pero este número suele cambiar en cada cónclave. De hecho, en el 36º Congreso se eligieron 33 miembros del Comité Federal y en el 37º se designaron 46 integrantes de dicho órgano. La tradición del partido era que en el cónclave se designase a aquellos dirigentes con un perfil de relevancia estatal y no vinculado a un territorio concreto, mientras que los restantes miembros del Comité los elegían las federaciones. En el 38º Congreso se cambió parcialmente esa tradición y se eligieron los 110 miembros citados, una cifra inusualmente alta.
Las listas son cerradas, bloqueadas y completas. Si hay dos, los asientos en el Comité Federal se reparten de forma proporcional siempre que la perdedora haya tenido el voto de más del 20% de delegados (si queda por debajo de esa cifra, no se lleva ningún asiento). Si hay tres o más, la ganadora se lleva la mitad más uno de los puestos y los restantes se reparten de forma proporcional entre las candidaturas que hayan rebasado la citada barrera del 20%.
El reglamento federal de congresos, en su disposición adicional segunda, contempla también cómo resolver un hipotético empate: si sólo hay dos listas y empatan, cada una se lleva la mitad de los puestos. Si hay más de dos y quedan igualadas, se resuelve la situación mediante sorteo.
La Comisión de Ética y Garantías también será renovada en el cónclave de junio. Este órgano está formado por un presidente, el secretario y tres vocales que se elegirán mediante votación individual y secreta de los delegados también mediante el sistema de listas cerradas, bloqueadas y completas. Ninguno de sus miembros puede pertenecer a la Comisión Ejecutiva Federal, ni a los órganos ejecutivos autonómicos de partido.
La ponencia: nueva hoja de ruta
Además de decidirse la composición de los órganos de dirección, en el congreso también se aprobará la hoja de ruta del partido para los próximos años. Ya existe una ponencia marco preparada por encargo de la gestora que cuenta con tres documentos programáticos: un texto político, que ha coordinado el diputado Eduardo Madina; una propuesta económica, elaborada a las órdenes del economista José Carlos Díez; y una propuesta orgánica, que enumera las posibles modificaciones a los Estatutos.
Ese texto se envió a las agrupaciones a comienzos de mayo con el objetivo de que los militantes pudieran estudiarlo y preparar propuestas alternativas que se someterán a votación en las asambleas extraordinarias que se celebrarán del 24 al 28 de mayo, las mismas donde elegirán los delegados a los congresillos. Las enmiendas que apruebe la militancia en las agrupaciones se remitirán a los congresos provinciales. Si allí obtienen el voto de al menos el 20% de los delegados, pasarán a debatirse en el Congreso Federal. En el cónclave se discutirán por última vez y se someterán a votación. Las aprobadas por la mayoría se incorporarán a los textos definitivos.
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En este asunto no se esperan grandes disputas, según las fuentes consultadas por infoLibre. Los partidarios de Sánchez sí intentarán que los documentos programáticos incluyan algunas de las ideas fuerza que han defendido durante su campaña. Entre ellas, algunos guiños a la izquierda como la apuesta por "la jornada de 35 horas antes de 2020" o el objetivo de que el salario mínimo sea de "1.000 euros mensuales para 2020" y que, en el futuro, esa renta mantenga una cuantía equivalente al 60% del salario medio del país.
La clave puede estar más en cómo quedan algunas cuestiones de organización interna del partido. Por ejemplo, la propuesta orgánica hecha por encargo de la gestora pide establecer "qué materias pueden ser objeto de consulta" a las bases y qué órganos son "competentes" para convocar votaciones. En enero de 2016 Sánchez decidió, sin previo aviso, someter a consulta el pacto de Gobierno con Ciudadanos. Los barones consideraron que con aquella maniobra pretendía reforzarse al frente del partido con el aval de la militancia y esquivar al Comité Federal, órgano encargado de decidir los pactos postelectorales.
En el documento político con el que concurrió a las primarias, Sánchez defendió que se deben celebrar más votaciones de ese tipo y que la militancia debe ganar poder de decisión en detrimento de los órganos del partido y de los líderes de las federaciones, mientras que la ponencia de la gestora avisaba de que el PSOE no puede caer en el "asamblearismo" y proponía que debían introducirse medidas para garantizar un "adecuado sistema de equilibrios" entre el poder del secretario general, los órganos del partido y la militancia. Sin duda habrá debate, pero lo lógico es que se impongan las tesis de los partidarios de Pedro Sánchez.
Con las primarias de este domingo, en las que el ex secretario general Pedro Sánchez obtuvo más del 50% de los votos, no se acaba el proceso interno del PSOE. De hecho, los militantes de la formación tendrán que volver esta semana otra vez a las urnas para elegir a los delegados del 39º Congreso Federal, que se celebrará los días 16, 17 y 18 de junio, y donde se definirá la composición de los nuevos órganos de dirección del partido y se perfilará el proyecto político socialista para los próximos años.