LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
El Gobierno recompone las alianzas con sus socios: salva el paquete fiscal y allana el camino de los presupuestos

Moreno ignora la exigencia del PSOE para el acuerdo presupuestario en Andalucía y mantiene a Vox en la negociación

2

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), rechazó este miércoles desde la tribuna del Parlamento excluir a Vox de las negociaciones presupuestarias o dar marcha atrás en la no renovación de 8.000 sanitarios cuyo contrato termina el 31 de octubre. Se trata de dos requisitos mantenidos hasta ahora por el líder socialista Juan Espadas para dar su apoyo a los presupuestos de 2022, año electoral. A priori se estrecha el margen para el respaldo por parte del PSOE, grupo mayoritario con 33 diputados, a la espera de que los socialistas fijen una posición una vez que Moreno ha puesto sus cartas en la mesa. Si se confirma la ruptura del PSOE, el que tendrá la llave del presupuesto volverá a ser Vox, que ahora intenta marcar distancias con PP y Cs tras darle apoyo en el grueso de políticas económicas, fiscales, educativas y sanitarias a cambio de influir en la agenda con logros simbólicos o en temas como inmigración, género y memoria.

El debate sobre el estado de la comunidad de Andalucía, que comenzó este miércoles y se prolongará hasta este jueves, venía cargado de expectativas. ¿Por qué? Porque comienza sólo una semana antes de que el Consejo de Gobierno de PP y Cs presente al Parlamento los presupuestos de 2022, que si no encuentran apoyos suficientes para su aprobación abonarían la hipótesis de un adelanto electoral. No obstante, de momento es sólo una posibilidad.

El nuevo secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, que al mismo tiempo es alcalde de Sevilla y busca tiempo para afianzarse y darse a conocer, se ha abierto a pactar el presupuesto con el PP, un movimiento significativo en un contexto nacional de política de bloques con raras excepciones. Dicho acuerdo sería algo inédito en la legislatura andaluza, en la que PP, Cs y Vox han pactado tres presupuestos. A cambio de su posible apoyo, Espadas–insistente en que su voluntad negociadora va a en serio– puso en la mesa una serie de exigencias, entre ellas el blindaje de la sanidad y la educación públicas y el aumento de los fondos destinados a la memoria histórica, hasta ahora condicionada por Vox. A esta exigencia se sumaba una más: excluir a la ultraderecha de la negociación. El mensaje es claro: o con Vox o con el PSOE.

Tras confirmarse que el Gobierno andaluz no renovará 8.0000 de los 20.000 sanitarios de refuerzo covid contratados con fondos estatales, el PSOE añadió la reclamación de paralizar dicha decisión. Lo hizo en términos contundentes el dirigente federal Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que lo presentó como condición sine qua non para apoyar el presupuesto. Espadas, con más rodeos, también ha acabado vinculando el apoyo a las cuentas con la paralización de las no renovaciones. "Si hay despidos, no hay una apuesta por la sanidad pública. El PSOE no va a estar en eso", afirmó. PP y Cs han aprovechado esta secuencia para asegurar que el PSOE de Pedro Sánchez ha reventado la posibilidad de acuerdo. En el entorno del PSOE andaluz existe el convencimiento de que el PP no quiere acuerdo con el PSOE, bien porque confía en un pacto con Vox, bien porque se decanta por prorrogar las cuentas y cargarse de argumentos para adelantar elecciones cuando mejor le venga.

Moreno, en su discurso de apertura del debate, de aproximadamente una hora y 40 minutos, se alineó con el argumentario utilizado hasta la fecha en el terreno de las bajas sanitarias, que no ha convencido ni a la oposición ni a las fuerzas sindicales: el Ejecutivo central ha suprimido el "fondo covid", pese a lo cual la Junta ha renovado 12.000 de los 20.000 contratos, entre ellos todos los médicos y el 66% de las enfermeras. De los 8.000, no dijo una palabra. El debate no es sólo sobre estos números. La sanidad andaluza, especialmente la atención primaria, sale tocada de la pandemia, como denuncian sindicatos, sociedades médicas y colectivos de usuarios. El PSOE ha puesto ahí el foco de su oposición.

Moreno advierte de un posible adelanto electoral en Andalucía si no logra aprobar los presupuestos

Ver más

En cuanto a la negociación del presupuesto, solemnizó: "Señorías, estamos dispuestos a negociar sin vetos hasta la extenuación con todos los grupos políticos". El "sin vetos" no estaba en el discurso repartido a los medios. Lo añadió Moreno de viva voz. Quedan incluidos todos, también Vox. "No puede haber excusa alguna ni argumento ideológico para bloquear la recuperación de Andalucía" y decir no a un presupuesto de 43.814 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 9% con respecto a 2021, añadió el presidente, que no hizo el menor comentario sobre acortar la legislatura, que en principio termina a finales de 2022.

Está por ver el posicionamiento ahora del PSOE, que interviene esta tarde a través de su portavoz, Ángeles Férriz. Técnicamente, las posibilidades de negociación están abiertas hasta el 24 de noviembre, cuando se desarrollará el debate de totalidad del proyecto de ley de presupuestos en la Cámara, como recordó el presidente.

Al margen de los dos temas utilizados para marcar la negociación –sanitarios y papel de Vox–, el presidente hizo un discurso muy centrado en el terreno sanitario, donde sabe que cunde malestar, y crítico con el Gobierno central, al que acusa de maltratar a Andalucía en beneficio de Cataluña.

El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno (PP), rechazó este miércoles desde la tribuna del Parlamento excluir a Vox de las negociaciones presupuestarias o dar marcha atrás en la no renovación de 8.000 sanitarios cuyo contrato termina el 31 de octubre. Se trata de dos requisitos mantenidos hasta ahora por el líder socialista Juan Espadas para dar su apoyo a los presupuestos de 2022, año electoral. A priori se estrecha el margen para el respaldo por parte del PSOE, grupo mayoritario con 33 diputados, a la espera de que los socialistas fijen una posición una vez que Moreno ha puesto sus cartas en la mesa. Si se confirma la ruptura del PSOE, el que tendrá la llave del presupuesto volverá a ser Vox, que ahora intenta marcar distancias con PP y Cs tras darle apoyo en el grueso de políticas económicas, fiscales, educativas y sanitarias a cambio de influir en la agenda con logros simbólicos o en temas como inmigración, género y memoria.

Más sobre este tema
>