Un informe encargado por la Xunta a la empresa CETIM, un centro tecnológico privado con sede en Culleredo (A Coruña), señala que en caso de "vertido accidental" de los pellets es preciso "no inhalar el polvo" y "evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa cuando se proceda a la limpieza del vertido". Además, indica que para manejar este material plástico se recomienda "el uso de gafas de protección y guantes". Unas recomendaciones que el Gobierno gallego no ha hecho públicas y a las que tuvo acceso Praza.gal.
La Consellería de Medio Ambiente facilitó a los expertos de este centro tecnológico cuatro documentos relativos a las bolitas que cayeron al mar en aguas de Portugal, uno de ellos con fecha de 23 de diciembre. En su análisis, CETIM apunta que "no es una sustancia o mezcla peligrosa" y que "no contiene pigmentos peligrosos". Sin embargo, solo pueden afirmar que el producto es "estable bajo condiciones normales de almacenamiento y manipulación".
Este informe encargado a una entidad especializada externa apunta que los pellets no son biodegradables. "Se descomponen a temperaturas superiores a 400ºC y es incompatible con ácidos y bases fuertes", concluyen los expertos, que además añaden que "no se indican posibles productos de descomposición peligrosos" en base a la documentación sobre la composición de estas bolas de plástico.
En concreto, los pellets que no dejan de llegar a la costa son una "masterbatch polimérica en base a polímero de polietileno", una mezcla de polímeros de polietileno con un "aditivo estabilizante UV", que le aporta una mayor resistencia a los rayos ultravioleta.
"No se dispone de información relativa a la persistencia o degradabilidad, al potencial de bioacumulación o a la movilidad en el suelo", recoge el informe. En el etiquetado de este material figura que "no es un producto cancerígeno" y que "no daña el feto ni la fertilidad". El que se considera peligroso, con la información aportada en este documento encargado por la Xunta y en el que se basa para asegurar que no hay toxicidad en estas bolas de plástico, es el contacto humano con el polvo que puedan generar.
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En las fichas de seguridad del etiquetado de este polímero polietileno se clasifica cómo que "no es una sustancia o mezcla peligrosa" y, según el informe, "se indica que, en formato de polvo, se trata de un polvo combustible indicando que las partículas de polvo suspendidas en el aire pueden formar mezclas explosivas con el aire y el material molido puede causar quemaduras térmicas".
En relación a la información toxicológica, el informe especifica que en el etiquetado figura "que no es un tóxico agudo, que no se espera que cause irritación de la piel, que puede causar irritación mecánica de los ojos, puede irritar las vías respiratorias y se carece de datos disponibles relativos a sensibilización/reacción alérgica, así como la toxicidad subcrónica/crónica". No obstante, esta institución confirma que carecen de información ecológica sobre los pellets.
El centro tecnológico CETIM está realizando un análisis experimental pormenorizado de la composición de estos pellets recogidos de las playas gallegas "con el fin de verificar de forma empírica su contenido". Están trabajando sobre el tipo de polímero y de aditivos que contienen, así como su composición exacta.
Un informe encargado por la Xunta a la empresa CETIM, un centro tecnológico privado con sede en Culleredo (A Coruña), señala que en caso de "vertido accidental" de los pellets es preciso "no inhalar el polvo" y "evitar el contacto con la piel, los ojos y la ropa cuando se proceda a la limpieza del vertido". Además, indica que para manejar este material plástico se recomienda "el uso de gafas de protección y guantes". Unas recomendaciones que el Gobierno gallego no ha hecho públicas y a las que tuvo acceso Praza.gal.