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Comercio de armas

Defensa busca desligarse de la industria militar israelí pero deja en el aire el futuro de un contrato de 1,3 millones

La ministra de Defensa, Margarita Robles.

El Gobierno mueve ficha en lo relativo a la compraventa de armamento a Israel. Dos semanas después de que el Congreso de los Diputados iniciase la tramitación de la ley para el embargo de material de defensa al Estado hebreo, al que desde el Ejecutivo califican abiertamente de "genocida", el Ministerio de Defensa ha decidido dar un giro de ciento ochenta grados para dejar fuera dos de los contratos más jugosos que tiene ahora mismo sobre la mesa con los gigantes armamentísticos israelíes. No son, sin embargo, las únicas adjudicaciones con compañías de este país que estaban a la espera de ser formalizadas. En esa misma situación se encuentran, al menos, otros dos grandes contratos. Defensa ya anunció la intención de paralizar uno de ellos en noviembre. Sin embargo, no aclara cuál será el futuro del otro, valorado en 1,3 millones.

La decisión de la cartera que dirige Margarita Robles, que supone un volantazo respecto a la posición mantenida hasta el momento –hasta hace no mucho defendían que la tecnología que aportaban dichas empresas era insustituible–, responde a un intento de desligarse de Israel en esta materia. Un plan de "desconexión tecnológica" sobre el que ya la semana pasada habló la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, en un desayuno informativo en Madrid. El objetivo es poner fin a la dependencia de las compañías israelíes para que España y Europa tengan un "desarrollo tecnológico propio". Algo en lo que, de hecho, abunda el reciente Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, que se encargó de presentar a finales de abril el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

De cara a esa "nueva fase de desarrollo industrial y tecnológico", el Ejecutivo ha decidido dejar fuera de dos de sus grandes contratos armamentísticos a compañías del Estado hebreo. Uno de ellos, con un valor estimado de 287 millones de euros, es el relativo a la adquisición de 168 sistemas de misiles antitanque Spike LR2 para las Fuerzas Armadas. En principio, iban a participar en la producción empresas españolas como Escribano, Tecnobit, Expal o Fábrica de Municiones de Granada, si bien el contratista principal que iba a coordinar a todas ellas era Pap Tecnos, filial en nuestro país del gigante armamentístico israelí Rafael Advanced Defense Limited. Ahora, con la cancelación de la compra bajo licencia israelí, Defensa deberá encontrar un sustituto.

Y el mismo camino parecen dispuestos a seguir con el contrato de suministro del sistema lanzacohetes Silam, valorado en 697 millones de euros. Fue el consorcio compuesto por Escribano y Rheinmetal Expal el que se hizo con la adjudicación. Ahora bien, la intención era desarrollarlo en base al sistema PULS (Precise and Universal Launching System), de la firma israelí Elbit Systems. Una transferencia de tecnología que, finalmente, no se llevará a cabo. La idea del Ejecutivo es encontrar ahora un nuevo socio tecnológico que permita continuar con el programa armamentístico pero al margen de los gigantes del sector de la defensa del Estado hebreo.

Dos grandes contratos no formalizados

Ambos fueron adjudicados hace meses. Pero aún no habían sido formalizados –es decir, todavía quedaba la firma final–. En la misma situación se encuentran, en estos momentos, al menos otros dos grandes contratos que el Ministerio de Defensa ya había cerrado con compañías israelíes por un total de 3,5 millones de euros. El más potente, valorado en 2,2 millones, es el relativo a la adquisición del programador M339 Setter, compatible con espoleta 120 milímetros, "para la mejora de disparos" desde los carros de combate Leopard. El mismo fue adjudicado el pasado mes de noviembre a IMI Systems Ltd, que forma parte del conglomerado de Elbit Systems.

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Este gigante israelí nunca ha ocultado el papel que juegan sus armas en la Franja de Gaza. "Las municiones de precisión suministradas a los aviones de la Fuerza Aérea dieron superioridad estratégica a las FDI y los aviones pilotados a distancia proporcionaron inteligencia de calidad y realizaron ataques quirúrgicos", señalaba el presidente de la firma en una reciente conferencia con inversores. Armamento que, en ocasiones, ha sido empleado contra personal humanitario. Según publicó en su día el diario Haaretz, el Hermes 450 fue utilizado en el ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel contra el convoy de World Central Kitchen, la ONG que lidera el cocinero español José Andrés, en el que murieron siete trabajadores.

El Ejecutivo defiende que este contrato fue paralizado a finales de noviembre tras comprobar cuál era la empresa a la que iba a adjudicarse. Y lo hizo por la vía de la no formalización. Sin embargo, en la Plataforma de Contratación del Sector Público no aparece, por el momento, referencia alguna a la anulación de esta licitación, algo que sí se hace constar en algunas otras publicadas en dicha herramienta.

En modo de espera se encuentra también una adjudicación de 1,3 millones para la adquisición de bienes complementarios de los sistemas inhibidores de frecuencia vehiculares de las Fuerzas Armadas, con la que se hizo la israelí Netline Communications Technologies Ltd al ser "la única capacitada para el desarrollo del proyecto desde el punto de vista técnico" y tras negociarse "mejoras de interés para la administración". Se trata de una compañía de guerra electrónica creada a finales de los noventa y especializada en sistemas antidrones, neutralización de dispositivos explosivos controlados a distancia o bloqueo de comunicaciones.

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En el Gobierno no aclaran, al menos por el momento, si la nueva posición del Ministerio de Defensa prevé una rescisión o anulación de estas adjudicaciones que siguen en una suerte de limbo. "Paso a paso", se limitan a decir. En su comparecencia ante el Congreso, no obstante, Sánchez calificó como "absolutamente razonables" aquellas adquisiciones que no implican "armamento ni munición" o son "componentes absolutamente imprescindibles para el funcionamiento y seguridad de los equipamientos ya existentes" en manos de las Fuerzas Armadas: "Por ejemplo, le pongo un caso: inhibidores de frecuencia antibombas, escáneres de explosivos cuya función, por cierto, no es otra que proteger a los españoles y las Fuerzas Armadas españolas que están desplegadas en misiones de paz".

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