Las movilizaciones de los sanitarios —y el extraordinario respaldo que están consiguiendo por parte de los usuarios de la sanidad pública— escuecen en la calle Génova, especialmente después de comprobar lo multitudinarias que fueron este fin de semana tanto en la Comunidad del Madrid como en Galicia.
Así que el líder de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo, consciente de que no puede controlar la forma en la que Isabel Díaz Ayuso gestiona la crisis sanitaria madrileña —la presidenta se limita a negar la existencia del problema y a descalificar a los convocantes de la protesta—, ha optado desde este fin de semana por alentar el relato de que las dificultades de la sanidad existen en toda España, no son una particularidad de las comunidades gobernadas por el PP ni tienen más entidad en unos territorios que en otros.
Y no sólo eso. Feijóo alimenta la idea de que se trata de un problema fabricado deliberadamente por el Gobierno de España con el propósito de dañar a los presidentes autonómicos del PP. Así lo dijo este fin de semana en un acto de partido en Sevilla.
El PP sostiene desde hace meses que los problemas de la sanidad española no tienen nada que ver con la gestión de las comunidades autónomas, que son las que tienen la competencia exclusiva en la materia, sino con la falta de médicos y de plazas para Médicos Internos Residentes (MIR), la vía de acceso a la especialidad en la sanidad pública española.
En realidad, médicos titulados hay suficientes, muchos más que hace una década, pero las condiciones que les ofrecen las comunidades autónomas distan mucho de ser las que encuentran en otros países europeos. Y el problema de los MIR, las plazas de acceso a la sanidad pública, no es nuevo. Se remonta a los recortes decretados por el Gobierno de Mariano Rajoy en la época de la crisis económica y que el Ministerio de Sanidad lleva intentando revertir desde hace años con un incremento progresivo que, sin embargo, no ha sido suficiente.
Nuevas plazas
El Gobierno afirma que ha aumentado un 40% el numero de plazas MIR “desde la llegada de Pedro Sánchez” a la Moncloa y asegura que en este tiempo se han incrementado también, hasta un 15%, las plazas que ofrecen las facultades públicas de medicina, sin contar el plan de jubilación activa de médicos y pediatras de Atención primaria y el aumento de las homologaciones de títulos tanto comunitarios como extracomunitarios.
Este mismo fin de semana Feijóo calificó de “sorprendente” que el Gobierno, según él, culpe a los presidente del PP de los problemas de la sanidad cuando es su responsabilidad, afirma, que no se creen “plazas de médicos”, que no se amplíe “la oferta de los MIR” o que no haya médicos o pediatras de atención primaria.
La explicación, añadió, no es otra que una estrategia deliberada del Gobierno —cuya existencia afirmó sin aportar prueba alguna— para debilitar la sanidad y culpar al PP. “Ahora ya entiendo quizás por lo que no hay plazas y por lo que no interesa solucionarlas ahora”, concluyó. Porque hay elecciones el 28 de mayo. “Ya las solucionaremos después de las elecciones”, añadió restándole importancia.
No es la primera vez que el líder del PP hace acusaciones de este calibre contra el Gobierno sin acompañarlas de elementos probatorios. El pasado 10 de enero ya abrazó las teorías de la conspiración que defienden la extrema derecha y la presidenta de Madrid y que alimentan la mentira de que “existe un plan premeditado” de Pedro Sánchez “para alterar sustancialmente las bases de la convivencia democrática que se plasma en la Constitución de 1978”.
El plan, explicó en un acto organizado por el diario Abc sin aportar prueba alguna, persigue que “todo aquello que fue democráticamente derrotado en la Transición se tome una especie de revancha mediante la erosión calculada de buena parte de nuestro andamiaje institucional y la prescripción de una memoria única, hermana de un pensamiento único”. Para llevarlo a cabo, el presidente del Gobierno recurre al “cuestionamiento pertinaz de las instituciones que equilibran los poderes y amortiguan los conflictos sociales e institucionales” y a una revisión de la historia. Que, en opinión de Feijóo, no es otra cosa que la “confección de un pasado a medida que reabre heridas ya curadas”.
La culpa es de la pandemia
La tesis que defiende ahora el PP en materia de sanidad es que no existen problemas específicos en cada comunidad sino que todo tiene la misma causa: la gestión del Gobierno de España. Contra toda evidencia —los médicos no se están manifestando ante el Ministerio de Sanidad sino ante las consejerías autonómicas porque sus demandas, al menos las más importantes, dependen de las comunidades y no del departamento que dirige Carolina Darias—, el portavoz electoral del partido, Borja Sémper, intentó el lunes, con poco fortuna, establecer la tesis de que el problema fue causado por la pandemia de la covid-19.
Ver másEl Gobierno andaluz planea enviar pacientes de atención primaria a la sanidad privada
Después del virus, aseguró, “las costuras del modelo sanitario se han forzado” y hace falta “dar una respuesta global, razonable, sensata y, a ser posible apartidista” y “con cabeza” a un “problema que afecta a todos los españoles” y es solo de “la presidenta de la Comunidad de Madrid”. El modelo sanitario español, resumió, está “sufriendo de una manera global en todo el país y en todas las Comunidades Autónomas” en relación con la atención primaria, las urgencias o las listas de espera.
Hablar de un problema sanitario en Madrid es, según el PP, politizar el debate y revela la intención de dañar a Ayuso. Lo dijo Sémper el lunes y lo repitió este martes el coordinador general del partido, Elías Bendodo. “Somos absolutamente respetuosos con las manifestaciones que se produzcan en cualquier punto de España para reivindicar cualquier cosa, pero entendemos que no hay que politizar”, explicó Bendodo pasando por alto las protestas en la calle que el PP ha organizado o apoyado en contra de la ley del sólo sí es sí y de la reforma del Código Penal.
El Gobierno, por su parte, trata de replicar las acusaciones del PP afirmando que ha convocado más de 67.000 plazas de profesionales sanitarios y ha llevado a cabo el mayor proceso de estabilización en la historia del SNS, gracias al esfuerzo de todas las administraciones. Fuentes de Ejecutivo subrayan que la última convocatoria de plazas de formación MIR “es la mayor de toda la historia del sistema nacional de salud: 11.171.
Las movilizaciones de los sanitarios —y el extraordinario respaldo que están consiguiendo por parte de los usuarios de la sanidad pública— escuecen en la calle Génova, especialmente después de comprobar lo multitudinarias que fueron este fin de semana tanto en la Comunidad del Madrid como en Galicia.