Una ofensiva del PP rompe a Cs en Granada y agudiza su crisis al dejar en precario su mayor alcaldía en España

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Una ofensiva del PP ha dejado en precario la mayor alcaldía de Cs en España, la de Granada (230.000 habitantes), en una crisis en la que el partido naranja ve reaparecer su mayor pesadilla, las fugas de cargos públicos.

Dos de los cuatro ediles de Cs en la ciudad de la Alhambra, siguiendo los pasos de los seis del PP, salieron este martes del Gobierno de Luis Salvador, que queda en una situación insólita, con el apoyo de un solo edil y obligado a gobernar mediante decretos de alcaldía. Es como suena: en una corporación de 27 concejales, el Gobierno de Salvador se limita a él mismo y a otro fiel. La dirección mantiene el apoyo a Salvador y pide que rectifique al PP, que desató la crisis este martes con la salida de sus seis ediles del Gobierno granadino. Edmundo Bal instó al PP a no usar el voto de "tránsfugas", en referencia a los dos ediles de Cs, que pasan al grupo de no adscritos, según explica oficialmente el consistorio a infoLibre.

En plena crisis granadina, se produjo este martes una relectura del pacto antitransfuguismo firmado por PP y Cs en marzo. El ala del PP en el Gobierno andaluz señala que su compromiso de no fichar cargos de Cs admite "excepciones" a nivel local. Es una declaración que puede ser importante, dado que el ámbito local es el más propicio para los desmoronamientos en Cs, en declive desde la moción fallida en Murcia y la desaparición en Madrid.

La crisis de momento no se ha trasladado al Gobierno andaluz, donde todos hablan de "estabilidad" y de alargar la legislatura hasta diciembre de 2022. Pero la solidez de Cs, que Vox pone en duda para exigir elecciones adelantadas, vuelve al punto de mira.

"Excepciones" al pacto PP-Cs

La alusión a las "excepciones" la realizó el consejero de Presidencia del Gobierno andaluz, Elías Bendodo (PP). El también portavoz del Ejecutivo afirmó este martes que el acuerdo entre su partido y Cs para evitar fichajes, firmado en marzo tras la moción de censura fallida en la Región de Murcia y el fichaje por el PP de Fran Hervías, admite "excepciones" en el ámbito local. Dicho acuerdo entre los partidos de Juan Manuel Moreno (PP) y Juan Marín (Cs) recoge lo siguiente: "Respeto a la autonomía de los dos partidos que integran el Gobierno andaluz, con el compromiso de que no se produzca ningún trasvase [...]". En plena crisis en Granada, Bendodo fue preguntado sobre la aplicación o no de este artículo a nivel local. Respondió: "Salvo excepciones, se debería reproducir". No hubo más detalles.

El acuerdo no especifica si está ceñido al ámbito autonómico, donde PP (26 diputados) y Cs (21) gobiernan juntos gracias al apoyo de Vox (11), o se extiende a lo local. Juan Marín (Cs) siempre ha dejado claro que sí, sin que el PP lo haya desmentido. "Se entiende que las direcciones locales tienen que respetarlo también", es la versión oficial del ala del PP en el Gobierno. Es importante que la cuestión quede clara, dado Cs está en un proceso de descomposición que donde más riesgo presenta es en los ayuntamientos.

Descomposición

Esa descomposición se ve ya en Granada, donde Cs tenía 4 concejales. Dos de ellos, Manuel Olivares y Lucía Garrido, han dimitido este martes del Gobierno local que lidera un alcalde de su propio partido, Luis Salvador, pero mantienen sus actas y pasarán a ser ediles no adscritos. 

El PP, que precipitó el movimiento de los dos ediles al sacar a sus seis concejales del Gobierno local, trata ahora de arrebatar la alcaldía a Salvador, al que le queda un solo edil fiel. Para ese asalto al poder en Granada, la mayor alcaldía de Cs en España, el PP necesitaría, a priori, a esos dos ediles naranjas.

Bendodo, mano derecha de Juan Manuel Moreno en el Gobierno andaluz, evitó este martes todo lo que pudo responder a las preguntas sobre Granada formuladas en el Palacio de San Telmo tras la reunión del Consejo de Gobierno, invitando a realizarlas en la sede del partido, a apenas un paseo de cinco minutos, en la calle San Fernando. El también portavoz del Gobierno andaluz reiteró, en un mensaje secundado por Génova, que el pacto de PP y Cs en Andalucía "goza de muy buena salud". Sobre el acuerdo para evitar fichajes, presentado en marzo como la garantía de continuidad de la legislatura hasta diciembre de 2022, afirmó que se refiere a que no se van a "producir trasvases" de cargos públicos, algo que "no tiene nada que ver con la ruptura de un acuerdo puntual en un municipio", en este caso Granada. Y añadió que si las direcciones regionales pactaron ese acuerdo, "salvo excepciones, se debería reproducir" en el ámbito municipal. Desde Cs no hubo comentarios a ese "salvo excepciones".

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Está por ver si Granada acaba siendo una de las "excepciones". Allí el PP, a pesar del intento de Inés Arrimadas de parar el asalto, sigue presionando para forzar la dimisión del alcalde, Luis Salvador (Cs). De momento, Salvador se queda. Una de las hipótesis para dar salida a esta situación "surrealista" –en palabras del líder socialista en Granada, Francisco Cuenca– , es que Salvador acabase encajando en un cargo autonómico como recompensa por su salida. Bendodo, preguntado al respecto, afirmó que no le constaba algo así.

El sudoku granadino no se resolvería, en cualquier caso, sólo con un fichaje del PP a los dos concejales de Cs separados del alcalde. Si Salvador decide seguir, y de momento insiste en quedarse, no hay posibilidad de una mayoría del bloque PP-Cs-Vox. La otra alternativa sería una moción de censura que tendría que incluir al PSOE, Adelante Granada y un concejal tránsfuga del PP, el expresidente provincial Sebastián Pérez, que se fue del PP en mayo al considerar que le tocaba ser alcalde en virtud de un acuerdo que Luis Salvador no reconoce. "Ahora mismo", señalan desde el PSOE, la hipótesis de la moción de censura con Pérez no se contempla. A esta hora, Salvador sigue en la alcaldía en clarísima minoría, y con todos los demás absolutamente en contra. ¿Cómo gobernar así?

Matemáticamente hay más opciones, pero implicarían acuerdos entre bloques. Desde el PP deslizan la idea de que Salvador, que fue militante del PSOE, busca ahora apoyarse en el PSOE para continuar, algo que niegan los socialistas, que no quieren saber nada del regidor. La situación es kafkiana. Salvador sólo tiene un concejal en su gobierno, su teniente de alcalde José Antonio Huertas. "Granada funcionará con normalidad" gracias a "los funcionarios", insistía este martes el alcalde, Luis Salvador, que lanzó una carga de profundidad contra el PP al atribuir a uno de los concejales de Cs que lo han abandonado, Manuel Olivares, proximidad con Fran Hervías, el exsecretario de Organización de Cs fichado por Teodoro García Egea. Desde el entorno del alcalde insisten en que las competencias de los concejales son delegadas, y que el ayuntamiento puede seguir funcionando con un regidor y los funcionarios, a la espera de que el PP rectifique. Nada indica que tal cosa vaya a ocurrir.

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