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Sanidad

Un paciente denuncia una espera de 26 días para tener cita con su médico de cabecera en Cataluña

Un facultativo de atención primaria.

La demora también ha llegado a la atención primaria. Llamar por teléfono, pedir cita y estar en la consulta del médico de cabecera al día siguiente o, como mucho, a los dos días se supone que es el procedimiento habitual en este servicio. Sin embargo, lamentablemente, no siempre ocurre así. La Organización Médico Colegial, la institución que agrupa a todos los colegios de médicos de España, viene alertando de este problema, que enmarca en un contexto de crisis y recortes presupuestarios.

Esta es la situación que se encontró Francisco B. Molina, residente en Gavá (Barcelona). El pasado 10 de junio intentó pedir cita a través del servicio informático del Institut Català de la Salut, pero el sistema [ver documento] le ofrecía cita para el 13 de septiembre. Como le pareció "excesivo" decidió acudir a su centro de atención primaria (CAP) de referencia. Allí –según relata– le dijeron que no había otra opción y que no había hueco antes. Sin embargo, el lunes siguiente, 13 de junio, lo llamaron por teléfono para ofrecerle una cita para el 6 de julio, es decir, 26 días después de su solicitud. 

"Me dijeron que quedaba la posibilidad de acudir en persona al servicio de Urgencias para que me atendieran, pero no me dieron ninguna explicación más", señala Francisco B. Molina a infoLibre. La solución ofrecida a este paciente es obvia porque no atenderle conllevaría la comisión de un delito penal por omisión del deber de socorro. Este diario se puso en contacto el pasado 16 de junio con el Departament de Salut de la Generalitat para solicitar una explicación sobre este asunto, pero no obtuvo respuesta.

Vicente Matas, vocal de Atención Primara Urbana de la Organización Médico Colegial, señala que este tipo de situaciones han dejado de ser tan excepcionales como deberían y son cada vez más recurrentes, especialmente en vacaciones o en períodos de picos de demanda. "Este plazo de 26 días es absolutamente inusual, aunque sí estamos detectando que la demora existe y en fechas concretas llega incluso a una semana. Eso es algo que nunca debería ocurrir", asevera.

Según un informe elaborado por su organización sobre la base de 4.450 encuestas realizadas a médicos de familia y pediatras, el 52,5% de los facultativos encuestados tiene cupos superiores a las 1.500 personas asignadas, lo que supone una media de cuarenta citas por jornada. "Estos cupos suponen cargas de trabajo excesivas en condiciones normales, que aumentan cuando hay incremento de demanda y vacaciones", señala. 

El doctor Matas asegura que este es un problema que se ha agudizado en los últimos años porque existe la orden de que no se sustituyan las ausencias, lo que provoca que se sobrecarguen las agendas. Y recuerda que los médicos de familia atienden por lo general a muchos pacientes complejos, mayores, con muchas patologías... "La atención sanitaria es la base fundamental del Estado del bienestar, por eso no entendemos que sólo el 14,6% del presupuestario sanitario vaya a este servicio", subraya.

De hecho, sólo en Cataluña, donde Francisco B. Molina se encontró con esta demora, el Departament de Salut de la Generalitat recortó un 20% el presupuesto de este servicio en cinco años. Según recogió El País, la partida liquidada de atención primaria pasó de 1.593 millones de euros en 2010 a 1.276 en 2014. La reducción presupuestaria en el global del Departament rondó el 16%, por lo que los datos evidencian que la tijera se cebó con los ambulatorios.  

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Colapsos en hospitales 

La demora para tener cita en muchos ambulatorios hace que muchos pacientes acudan a los servicios de urgencias donde saben que la atención va a ser inmediata. El doctor Juan Armengol, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), abunda en esta idea. "La cita previa, que ayuda a la programación, es una barrera ante la percepción de pérdida de salud. Si la demora es importante, el ciudadano busca alternativa a esa necesidad de atención", asevera.

En 2015, según el barómetro que publica el Ministerio de Sanidad, sólo el 13,2% de los pacientes que acudieron al servicio de urgencias de un hospital público lo hicieron por indicación de su médico de cabecera. Ante este escenario, los profesionales piden previsión. Y reclaman a los gestores que miren también a la atención primaria donde, dicen, está la "denostada" puerta al servicio sanitario. "Hay muchas gripes que podrían tratarse con el médico de cabecera", sentencia Matas.

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