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El Gobierno recompone las alianzas con sus socios: salva el paquete fiscal y allana el camino de los presupuestos

¿Es extrapolable el pacto navarro al País Vasco? Bildu lo reclama pero el PSOE no ve un escenario sin el PNV

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Una decisión que atañe a la política municipal se ha convertido en el tema del día a nivel nacional. Las intervenciones en el hemiciclo del Congreso y los corrillos posteriores entre periodistas y políticos giraban en torno a la moción de censura pactada entre los socialistas navarros y EH Bildu para desbancar de la alcaldía a Cristina Ibarrola, de UPN. Las dos formaciones han acordado que los abertzales, que fueron la segunda fuerza más votada el pasado 28M, vuelvan a la alcaldía de la capital navarra de la mano de Joseba Asiron, que ya estuvo al frente del consistorio entre 2015 y 2019. 

El acuerdo ha sido avalado por la dirección de ambas formaciones — aunque fraguado a nivel local— y supone una enmienda a la posición inicial de los socialistas, que hasta ahora se habían negado a facilitar cualquier gobierno dirigido por la izquierda soberanista vasca, tanto en Navarra como en Euskadi. El secretario de Organización del PSN-PSOE, Ramón Alzórriz, ha justificado su decisión amparándose en la "paralización" a la que ha llevado la actual alcaldesa a Pamplona por su "prepotencia y soberbia a la hora de gestionar un ayuntamiento en el que está en minoría".

El detonante, según subrayan fuentes de EH Bildu, ha sido la incapacidad de UPN de sacar los presupuestos de la ciudad adelante. "Pamplona estaba siendo ingobernable", resumen. Al igual que los socialistas, aseguran que el pacto "se ha gestado" a nivel local y han ofrecido al PSN gobernar juntamente, una opción que los socialistas han rechazado. A la formación dirigida por Arnaldo Otegi le parece que el PSN ha dado un paso "lógico y coherente" al desbancar a la derecha navarra para aupar a una formación progresista. "Era una anomalía que gobernara UPN. Hay mucha gente en Pamplona que no es de Bildu y lo está celebrando. Asiron tiene un buen bagaje a sus espaldas y la gente de otras formaciones lo aprecia", zanjan.

Ese es, precisamente, el argumento que ha utilizado el ministro de Transportes, Óscar Puente, durante la sesión plenaria tras las críticas del PP al pacto. "No tengo ningún problema con que una fuerza progresista recupere una capital de provincia, es una menos para la derecha", ha subrayado, unas palabras que han alarmado a la bancada conservadora pero que desde EH Bildu agradecen. "Es el PSOE sin complejos", señalan fuentes de la formación. A su modo de ver, el acuerdo en Navarra "rompe el relato" de los socialistas en el País Vasco y redobla la presión sobre Eneko Andueza, cabeza de cartel del PSE y secretario general de la formación.

"¿Por qué lo que vale en Madrid y Navarra no vale en el País Vasco?"

La izquierda abertzale es consciente de que va a tener muy difícil alcanzar la lehendakaritza tras las próximas elecciones autonómicas pese a que está en un camino de fulgurante ascenso electoral. Es más, están convencidos de que pueden ser la primera fuerza, pero consideran que los socialistas todavía no van a aceptarlos como potenciales socios en el País Vasco porque el pacto entre el PSE y el PNV "está muy consolidado".

Esa alianza, a su modo de ver, llegará "a largo plazo", cuando los socialistas no estén en La Moncloa. Sin embargo sí que van a incidir en la incoherencia que supone pactar en algunos lugares sí y en otros no. "¿Por que lo que vale en Madrid y Navarra no vale en el País Vasco?", se preguntan, y consideran que se da un primer paso para que los acuerdos sean posibles. La única posibilidad que vislumbran de alcanzar un pacto se daría en el escenario en el que el PSE y el PNV no alcanzaran la mayoría absoluta, aunque como ha sucedido en otras ocasiones el PP podría jugar un papel clave y abstenerse.

El secretario general de los socialistas ha asegurado en múltiples ocasiones que no gobernará con EH Bildu y lo ha vuelto a repetir este miércoles. "El PSOE de Euskadi no va a hacer lehendakari al candidato de EH Bildu. Me ratifico en esa afirmación y es una afirmación que desde luego el PSOE llevará hasta el final. Lo de Pamplona es algo que se suscribe a lo local, el Ayuntamiento estaba sumido en una parálisis absoluta, pero repito y reitero, se circunscribe a una cuestión local. Es un pacto que no vale para Euskadi", afirmó Andueza.

El objetivo de PSE es seguir gobernando en el País Vasco de la mano del PNV —aunque Bildu les supere en votos—, con el que mantienen una alianza estratégica empezando por el Ejecutivo autonómico. Ese pacto se extendió tras las elecciones del 28 de mayo a las diputaciones forales —que son clave en la vida política vasca— y en los principales ayuntamientos. En privado, voces socialistas reconocen que el pacto en Pamplona ha sido un "primer paso" que "sienta un precedente" pero insisten en que mirarán hacia el PNV siempre que puedan, porque es una alianza que funciona y, sobre todo, porque de ello depende también la continuidad de Pedro Sánchez al frente de La Moncloa.

Santos Cerdán, el hombre clave para el pacto en Navarra

El todopoderoso secretario de Organización, Santos Cerdán, ha sido uno de los hombres clave para ese acercamiento de Bildu y el PSOE, convirtiéndose en el puente socialista con este partido. Su figura fue vital para que el PSN pudiera acceder al poder en Navarra tras las elecciones de 2019 gracias a la abstención de varios diputados de EH Bildu, lo que supuso que el partido volviera a la Presidencia 23 años después en la comunidad foral.

El actual secretario de Organización del PSOE convenció a Sánchez de la necesidad de un giro de alianzas en Navarra, donde en las últimas décadas Ferraz se había opuesto a acercamientos con los nacionalistas en varias ocasiones. Durante la época de José Luis Rodríguez Zapatero, José Blanco truncó un pacto de Fernando Puras con Na Bai para hacerse con el Ejecutivo autonómico. Ese agostazo, como se conoce en el partido, hizo que finalmente el poder cayera en manos de Miguel Sanz (UPN).

Los socialistas navarros siempre han tenido una relación apesadumbrada y de incomprensión con Madrid por las posibles alianzas, una circunstancia que Cerdán ha logrado hacer virar y, sobre todo, comprender por parte del resto de federaciones. También ha visto cómo su apuesta en Navarra ha calado y se ha agrandado en votos. Allí la actual presidenta, María Chivite se reivindica como la fórmula del “diálogo”, como indican fuentes socialistas navarras, en una autonomía con una composición política muy fragmentada, informa Antonio Ruiz Valdivia.

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El anuncio del acuerdo entre el PSOE y Bildu, facilitó al PP reintroducir a ETA en su discurso después de semanas en las que sus dirigentes se han centrado más en el independentismo catalán. El líder del la formación, Alberto Núñez Feijóo, escenificó su malestar dando a entender que los votos del PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial, aprobar un nuevo modelo de financiación autonómica o suprimir el término "disminuido" de la Constitución tienen un precio. "Sánchez ya conoce lo que valen los [votos] del PP para los temas que ahora plantea. Sus socios no hicieron descuento, yo tampoco lo haré", anunció, enfriando la posibilidad de que la reunión solicitada por Sánchez acabe abriendo una negociación que desemboque en acuerdos.

Únicamente "será posible recuperar la normalidad", advirtió, cuando el PSOE "esté dispuesto a hablar" respetando "la unidad de nuestro país y de nuestra sociedad, la igualdad de los españoles y el prestigio de las instituciones democráticas españolas". "Mientras continúe por el camino elegido y con estos acompañantes, quizá sea imposible". Ese "quizá" es el único margen que el líder del PP dejó a la posibilidad de que su partido se ponga de acuerdo con la Moncloa para celebrar la reunión que le ha pedido Sánchez. Fuentes de Génova consultadas por infoLibre aseguran que "es difícil pactar con Bildu y con el PP a la vez", informa Fernando Varela.

La respuesta a la petición de Sánchez depende, aseguran, de la evolución de los acontecimientos, lo que apunta al acuerdo con Bildu y a las negociaciones con los independentistas, pero también de la respuesta del Gobierno a las condiciones que Feijóo ha puesto para que la reunión tenga lugar. "De momento", recuerdan las mismas fuentes, "no hay reunión fijada" porque "no hay orden del día, les pusimos deberes" y "están tardando en hacerlos". "Analizaremos el contexto y daremos una respuesta" cuando Moncloa concrete de qué quieren hablar. "Que nos pasen un orden del día para analizarlo y para ampliarlo. Sin eso, no hay reunión", zanjan.

Una decisión que atañe a la política municipal se ha convertido en el tema del día a nivel nacional. Las intervenciones en el hemiciclo del Congreso y los corrillos posteriores entre periodistas y políticos giraban en torno a la moción de censura pactada entre los socialistas navarros y EH Bildu para desbancar de la alcaldía a Cristina Ibarrola, de UPN. Las dos formaciones han acordado que los abertzales, que fueron la segunda fuerza más votada el pasado 28M, vuelvan a la alcaldía de la capital navarra de la mano de Joseba Asiron, que ya estuvo al frente del consistorio entre 2015 y 2019. 

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