España se aleja del cumplimiento del objetivo para 2020 del 15% de abandono educativo, apartado en el que sigue a la cola de la Unión Europea. Y lo hace justo ahora, con una tímida bajada de 6 décimas, cuando la pandemia amenaza con recrudecer el fenómeno.
El abandono educativo temprano se mide mediante el porcentaje de población de 18 a 24 años que no ha completado la segunda etapa de Secundaria ni sigue ningún tipo de educación o formación. El último informe del Ministerio de Educación, publicado con el inicio del curso 2020-2021, pone el dato actualizado encima de la mesa. El abandono educativo temprano en 2019 alcanzó el 17,3%.
Se trata del porcentaje más alto de la UE-27, que tiene una media del 10,2%, 7,1 puntos menos. España saca 6 décimas al segundo país con la mayor tasa, Malta (16,7%). La diferencia es mayor con Italia (13,5%), Alemania (10,3%) y Francia (8,2%).
España ha reducido significativamente el abandono educativo temprano a lo largo de la última década. El porcentaje ha caído 4,6 puntos desde 2014 (21,9%) y en 13,6 desde 2009 (30,9%). Aun así, sigue siendo el país con mayor tasa en este apartado.
Además, en 2019 se ralentizó la bajada. Desde 2009, ningún año había bajado tan poco, sólo 6 décimas, de 17,9 en 2018 a 17,3 en 2019. Los descensos desde 2009 habían oscilado entre 1 y 2,8 puntos, según la serie de los informes de Datos y Cifras del Ministerio de Educación.
España se encamina al incumplimiento del objetivo de abandono educativo temprano fijado por la Unión Europea, del 15% en 2020, que ya es 5 puntos superior al 10% fijado para el conjunto de los países.
Porcentaje de abandono educativo temprano en los distintos países de la Unión Europea.
Coronavirus, presencialidad y motivación
Save the Children ha lanzado una alerta sobre el impacto al alza que el coronavirus puede tener sobre el abandono escolar. La organización de defensa de la infancia estima que el abandono prematuro puede crecer 1,7 puntos, según una comunicación lanzada esta semana. “El impacto de las medidas ahora va a ser acumulativo sobre el impacto educativo que arrastramos del confinamiento y el verano. La Comunidad de Madrid reconocía que entre un 20% y un 30% habían tenido dificultades para seguir el ritmo escolar durante el confinamiento. Hay niños, niñas y adolescentes, sobre todo los más desfavorecidos, que llevan seis meses de desconexión, lo que supone un mayor riesgo de fracaso escolar y abandono temprano”, explica Catalina Perazzo, directora de Sensibilización y Políticas de Infancia de Save the Children.
Su compañero Álvaro Ferrer, responsable de Equidad Educativa en Save the Children, recalca que la ruptura con el medio escolar no es una decisión que se adopte repentinamente, sino que responde a una “desvinculación progresiva” que puede verse agravada por la pandemia. La pérdida de contacto con el instituto que implica la pandemia, más aún si vuelve a producirse un confinamiento, favorece objetivamente esa desvinculación, explica Ferrer, que cree que esta previsible dinámica sólo podría verse matizada por la escasez de oferta laboral para jóvenes. Es una paradoja: un problema estructural del sistema laboral, el elevado desempleo juvenil, contribuye a una relativa contención de un problema estructural del sistema escolar, el abandono.
Andrés Payá, doctor en Pedagogía y profesor de Teoría e Historia de la Educación, afirma que el debilitamiento de la presencialidad provoca una mayor “desvinculación del grupo”. ¿Por qué es grave? La “fuerza del grupo”, señala Payá, es uno de los factores que más mantienen la atracción por el medio escolar. “Uno de los alicientes, que es continuar junto a los compañeros, se pierde”, explica Payá, que subraya que “el medio digital aún no lo tenemos incorporado al aprendizaje”, lo cual rebaja la tensión escolar si la presencialidad no es total. La brecha digital puede ser el haz de la moneda: el envés puede ser un mayor abandono.
Brecha de género y entre comunidades
El dato de abandono escolar temprano es más elevado en hombres que en mujeres: 21,4% frente a 13%, 8,1 puntos de diferencia. Esta diferencia ha crecido con respecto a 2014, cuando era de 7,5 puntos.
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Abandono educativo temprano según sexo, donde se observa que el fenómeno es más grave entre los chicos.
Los datos evidencian una brecha aún mayor entre comunidades. Las tres que mayor tasa de abandono educativo temprano tienen son Baleares (24,1%), Murcia (22,6%) y Andalucía (21,6%). También están por encima del 20% Castilla La Mancha (20,2%), Extremadura (20,5%) y Canarias (20,8%).
Las ciudades autónomas de Melilla y Ceuta también se encuentran entre las que deparan peores datos, con un 24,1% y un 24,7%, respectivamente. Las comunidades que menor abandono presentan son País Vasco (6,7%), Madrid (11,9%), Asturias (12,4%), Galicia (12,6%) y Cantabria (12,8%). La diferencia entre la peor, Baleares, y la mejor, País Vasco, alcanza los 17,4 puntos.