El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sigue sin despejar las dudas sobre sus próximos pasos. El líder socialista se mantiene firme en el "no" a la investidura del candidato del PP, Mariano Rajoy, pero no aclara qué hará si el líder conservador fracasa: ¿Intentará formar Gobierno como en la pasada legislatura? Esa pregunta quedó este jueves sin respuesta.
Y quedó sin aclarar por expresa voluntad de Sánchez quien, tras reunirse con el rey en el marco de la ronda de consultas del monarca con los representantes de los grupos políticos, se limitó a presionar a Rajoy para que acepte el encargo de Felipe VI –como ocurrió horas después– pero esquivó las preguntas sobre si contempla intentarlo de nuevo: "Es el tiempo de Rajoy", replicó.
Sánchez insistió una y otra vez ante los periodistas en que el candidato del PP "tiene opciones". especialmente porque en la votación de la Mesa del Congreso hasta 179 diputados apostaron por los candidatos de PP y Ciudadanos, de modo que a su juicio puede haber igualmente una mayoría conservadora para la investidura. Presionar al PSOE para que se abstenga es, sostuvo Sánchez, un "dilema falso" que implicaría, además, "alterar el resultado electoral".
Así, el líder del PSOE precisó que su partido se mantiene en una posición de "respeto institucional a la espera de lo que haga el señor Rajoy", porque "los tiempos en democracia son fundamentales" y airear "cualquier elucubración o hipótesis" sobre otros escenarios supondría cometer una "irresponsabilidad". "Estoy convencido de que habrá Gobierno", terminó Sánchez su intervención.
¿Supone esa última frase que está dispuesto a intentarlo? Ante esa pregunta, el dirigente recordó su investidura fallida de marzo, cuando Podemos votó en contra, y dijo que la tiene muy presente y que ha extraido lecciones de la XI legislatura. Agregó que Podemos y Ciudadanos mantienen su veto mutuo, de modo que la respuesta "está clara", pero evitó expresamente situar a sus 85 diputados en la oposición.
Semanas de indefinición
No es la primera ocasión en la que Sánchez deja dudas. La anterior aparición del secretario general fue hace diez díaz, en la reunión del grupo socialista en el Congreso. Entonces exigió a Rajoy que se presentara a la investidura a principios de agosto y le advirtió de que no podría contar con el apoyo del PSOE, al tiempo que reivindicó que su partido es "la alternativa" a los conservadores.
Antes, hace ahora 15 días, tras reunirse precisamente con Mariano Rajoy, Sánchez proclamó que haría "todo lo posible para que haya Gobierno" y que el PSOE estaría "en la solución". El dirigente socialista recalcó "la autonomía" de su "proyecto político" y, preguntado por su hoja de ruta, no quiso dar detalles: "La democracia tiene sus tiempos y hay que respetarlos", se limitó a responder.
Y en su primera intervención tras las elecciones, ante el Comité Federal de su partido el 9 de julio, dijo que Rajoy tenía "la obligación de intentar la investidura" y que el PSOE, en ese escenario, quería "hacer oposición a ese Gobierno". "No sé si Rajoy quiere comprometerse con sus votantes a liderar un Gobierno. Los socialistas sí que nos comprometemos hoy a liderar la oposición y ser la alternativa a la derecha", apuntó.
Claro que en esa reunión quedaron aparcadas las posiciones que abogaban por una abstención del PSOE para dejar gobernar al PP, y el partido se unió en el "no" a Rajoy. En ese cónclave, además, y ya a puerta cerrada, se escuchó a dirigentes como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, o los líderes en Castilla y León y Baleares, Luis Tudanca y Francina Armengol respectivamente, animar a Sánchez a intentarlo si el conservador fracasaba.
Tensiones en el PSOE
Ese es, precisamente, el extremo sobre el que Sánchez guarda silencio: si está dispuesto a poner de nuevo toda la carne en el asador para llegar a la Moncloa previa derrota del candidato del PP. Y tras semanas sin responder a esa pregunta, pese a que le ha sido formulada en múltiples ocasiones, a estas alturas tanto los próximos al líder como los sectores críticos del PSOE coinciden en que las casualidades no existen y en que el secretario general evita cerrar esa puerta a propósito, por lo que pueda pasar.
Fuentes del PSOE andaluz señalan a este diario que "en su fuero interno" Sánchez "desea" ser nuevamente el candidato propuesto para someterse al debate de investidura. "Pero no sé cómo lo va a conseguir, ni con quién o con quiénes" podría intentar gobernar, dice un cargo próximo a la presidenta andaluza Susana Díaz, para quien la cuestión está clara: "El PSOE, con 85 escaños, no tiene capacidad de formar Gobierno".
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Esos sectores críticos del PSOE subrayan que Sánchez "puede querer lo que quiera", pero que "no" puede intentar la investidura. "Menos aún", insisten, después de que este miércoles los grupos independentistas reitararan en el Parlament de Cataluña su apuesta por la ruptura unilateral. Y es que, si Podemos y Ciudadanos mantienen su incompatibilidad, el pacto de izquierdas requeriría necesariamente de votos independentistas para prosperar. "A las preguntas de los periodistas [sobre si el PSOE lo intentará], yo hubiera zanjado la cuestión con un no", dicen fuentes de los socialistas andaluces.
Entre los más próximos a Sánchez se admite que un posible intento del secretario general del PSOE sería "muy difícil" porque los números son, si cabe, más difíciles que los salidos de las urnas el 20D, y se insiste en que "no toca ahora" adelantar acontecimientos, especialmente sin ver antes cómo resuelve Mariano Rajoy el encargo del rey de someterse a la investidura. "Tenemos que callarnos y decir lo que estamos diciendo", señala un dirigente de la ejecutiva socialista.
Estas voces también admiten que el secretario general del PSOE no puede dar más pasos porque en el seno del propio partido hay una clara división de opiniones sobre si debería o no intentar formar una mayoría alternativa a la del PP. "Si decimos algo más los nuestros se nos echan encima", asegura un diputado próximo a Sánchez que, en todo caso, deja claro que respaldará a su jefe de filas si finalmente se decidiera a intentarlo.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, sigue sin despejar las dudas sobre sus próximos pasos. El líder socialista se mantiene firme en el "no" a la investidura del candidato del PP, Mariano Rajoy, pero no aclara qué hará si el líder conservador fracasa: ¿Intentará formar Gobierno como en la pasada legislatura? Esa pregunta quedó este jueves sin respuesta.